20 años de Infobae, ¿en verdad los nuevos formatos serán negocio?
20 años de Infobae, ¿en verdad los nuevos formatos serán negocio?
¿Hasta dónde el éxito de negocio ha sido también periodístico?
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Desde el metaverso: el futuro de nuestra existencia digital
Que Infobae hable de un cambio es notable.
Se trata del medio en español que mejor ha leído cómo triunfar en digital.
Lo ha hecho por vías que no siempre han sido las más respetadas por los periodistas ni las más queridas por los lectores.
Pero en ese carrera del alcance nadie en español ha sabido hacerlo mejor que Infobae.
Ha sido un gigante que aterriza en silencio en distintos mercados para después montar redacciones locales en países como México, Colombia y Perú y aparecer en las primeras posiciones de Comscore.
Es, como lo contábamos en el envío dominical, una máquina de hacer tráfico que supera por mucho a El País y a La Vanguardia, sus más cercanos perseguidores.
Es también una excepción de éxito latinoamericano que sólo encuentra cierta réplica en los éxitos de expansión internacional de El Comercio.
También caracterizado por la cuestionable calidad pero el incuestionable alcance en los rankings de Comscore.
Para alcanzar tales números Infobae no siempre se ha válido de prácticas que caigan bien en la industria.
Han sido constantes los señalamientos de plagio por parte de Infobae.
Se le ha acusado de tomar el contenido de otros y modificar algunas palabras para presentarlo como propio.
También tiene como característica algo muy propio de los medios volcados en el alcance por el alcance mismo: el oportunismo.
Ese consignar la historia que sea por mera conveniencia antes que por verdadero interés o por tener una audiencia definida.
Si leemos las preguntas que Google llama a hacerse para detectar si un contenido es hecho para los algoritmos o para las personas, encontraremos que en muchos casos Infobae parece más un medio para el algoritmo que para las personas.
Pero también es ese medio que apostó a tiempo por textos cada vez más largos.
Es ese que una vez que tuvo la corona del breaking news y la nota informativa ha ido estableciendo un método que le permite crear textos largos y a profundidad en cuestión de minutos.
Es ese que resulta un ejemplo en materia de eficiencia.
Es ese que desde Latinoamérica entendió cómo ganar la batalla que a todos obsesiona, con independencia de si es lo mejor o no para la audiencia.
Por eso es notable que en el vigésimo aniversario, Daniel Hadad salga a decir que lo de hoy son las historias antes que las noticias.
Que reconozca que el texto ha perdido impacto frente al video.
Lo dice el mismo que ha tenido la templanza para no subirse a todas las tendencias por más que parezca que no hay otro camino.
Hace tiempo, cuando lo cuestionaron sobre la pertinencia o no de establecer un muro de pago, Hadad aseguró que no irían a por ello.
Que de querer podrían hacerlo en cuestión de minutos.
Pero que su negocio estaba en otro lado.
Si vamos a su estrategia de redes no es de los que más se habla.
Su propuesta original en ese sentido es más bien discreta, aunque con una creciente producción en video.
Como en su momento me lo contara Alejo-García Sosa en The Coffee.
El de Hadad e Infobae es un playbook que hay que respetar por la confianza que han tenido en seguirlo pese a las tentaciones externas.
Infobae es el único medio en español que aparece entre los cincuenta sitios más visitados del mundo.
Es por ahora el único medio latinoamericano que conquista otros mercados antes de temer por los propios.
Es el único latinoamericano que hace frente a los números crecientes de los grandes publishers españoles.
Y lo ha hecho con su fórmula.
¿Podemos esperar que Infobae en verdad evolucione hacia nuevos formatos?
¿Será un medio tan generalista, abierto y algorítmico un sitio propicio para la aparición de decenas de newsletters?
¿Detrás de esa maquinaría de 47 millones de usuarios únicos en el mundo habrá de verdad algo de lealtad?
¿Será también un publisher tan fundamentado en texto el objeto de deseo de colaboración de creadores?
No es frecuente que Hadad se monte a una tendencia de manera pública.
Por eso habrá que estar atentos a lo que pasa con ese universo de podcasts y newsletters que llega a un ecosistema tan grande que es fácil perderse.
Para millones de usuarios, Infobae es ese sitio que sí o sí aparecerá cuando hagan una búsqueda en Google.
Pero no en muchos casos es el medio preferido o el que más respetan.
Al menos en percepción, porque también en materia de páginas vistas termina destacando.
Infobae alcanza 572 millones de páginas vistas mensuales, contra 362 millones de El Mundo y 262 millones de 20 Minutos.
Sería deseable que el medio en español más grande del mundo fuera respetado y admirado también por su oferta periodística.
Por ahora no ha sido así.
A nivel global, no hay duda que El País continúa teniendo esa distinción.
Si los newsletters, los podcasts y su oferta en video reconfiguran Infobae hacia una nueva era sería mejor para todos.
Pero habrá que ver si en el camino no termina pasando que Hadad y los suyos se dan cuenta que el negocio de los nuevos formatos no es tan cómodo ni tan redituable como el del algoritmo.
Hace falta un generalista latinoamericano que de verdad encaje con los nuevos hábitos de consumo.
Hace falta que el buen periodismo encuentre acogida en esos publishers desbordados de tráfico y visitas.
Si va en serio la apuesta por newsletters y podcasts, Infobae podría convertirse en casa de todavía más periodistas con una calidad por encima de la norma.
Tiene desde ya un gran aparador para promover contenido de autor en distintos mercados y categorías.
Ya hizo algo por el estilo con Red/Acción y su apuesta por el periodismo de soluciones.
Falta lograr que ese estar en todas las historias no signifique que esfuerzos más específicos y ajenos a la batalla algorítmica terminen extraviándose.
Son 20 años de Infobae.
20 años de un gigante que ha sabido ganar la batalla que a todos obsesiona.
Que los siguientes sirvan para que un medio de ese tamaño contribuya al ejercicio periodístico de máximo nivel es francamente deseable.
Y una pregunta para el resto:
Si ya tenemos generalistas con audiencias de tales dimensiones, ¿tiene sentido que sigan apareciendo medios con exactamente la misma propuesta?