Abba Voyage: de la era multiplataforma a la multiexistencia
Abba genera 2 millones de dólares a la semana con avatares de sus miembros
Storybakers:
Ha querido el destino que a unas horas de cumplir 40 años me pusiera a reflexionar sobre cómo perdurar en el tiempo.
Sobre cómo evitar que los años significaran obsolescencia.
Sobre cómo hacerme viejo manteniéndome joven.
Incluso sobre cómo existir más allá de la muerte.
Son preguntas con las que con frecuencia nos encontramos sin gran margen de maniobra.
Pero eso está cambiando.
Cuando menos para Abba.
Genera 2 millones de dólares a la semana entregando su mejor versión para el público.
Esa que presentaban cuando tenían 28 años.
Esa que presentaban en 1982 cuando anunciaron su retiro.
Desde entonces se han negado a aceptar todas las ofertas multimillonarias que les han propuesto para presentar una gira de reencuentro.
Argumentaban que no les interesaba cambiar la imagen que habían dejado en el público por una de decadencia.
En cambio crearon Abba Voyage.
Un concierto diario en el que los 4 miembros originales de la banda sueca están sin estar.
Un concierto presentado por los Abbatars.
Una versión digital de los integrantes de la banda que registra un promedio de entrada del 99% en cada una de sus presentaciones desde hace 15 meses.
Se presentan sólo en un lugar.
La Abba Arena con capacidad para 3 mil personas con un ticket promedio de 105 dólares.
En total, según cuenta Lucas Shaw, el Abba Voyage ha generado más de 150 millones de dólares en ingresos.
Para conseguirlo ha tenido que realizarse una de las inversiones más grandes en la historia de la industria musical.
Hasta antes del estreno en mayo de 2022, relata Bloomberg, se habían gastado alrededor de 175 millones de dólares.
George Lucas tiene su parte de mérito.
Fue la empresa de efectos especiales que el creó la responsable de grabar con 160 cámaras los miembros originales de Abba.
Para hacer aún más creíbles los movimientos de las versiones digitales de Abba, se ocuparon dobles jóvenes de cada uno de los miembros de la banda.
La Abba Arena fue también un desafío en sí mismo.
Cuenta con 600 toneladas de equipo y con 500 luces apuntando a 30 mil puntos distintos de la Abba Arena para convencer a la audiencia de que está frente a una versión real de Abba.
Las reseñas fueron positivas desde el primer día.
Variety llegó al punto de preguntarse si un día esta versión digital de Abba superará a la de la realidad.
The Guardian habló de un show tan poderoso que estaba destinado a ser imitado.
Tanto los productores como los miembros de Abba reconocen que Abba Voyage no habría sido lo mismo sin la colaboración de los miembros originales aún con vida.
Es posible incluso que aún con el mismo resultado creativo se produjera una reacción adversa del público.
Frente al uso de la tecnología, no es lo mismo contar con la autorización expresa de un artista o creador que hacerlo cuando ha muerto.
En Brasil, Volkswagen vivió una muestra de ello.
Aún contando con la aprobación y participación de su hija, dividió a la sociedad el hecho de que la inteligencia artificial reviviera a Elis Regina.
Se generó desde entonces un debate que aún no encuentra respuesta definitiva respecto a qué se puede hacer con la imagen de una persona que ha fallecido.
En el video Elis Regina viaja junto a su hija Maria Rita.
El spot es emotivo.
Va del encuentro de generaciones enmarcado por la propia historia y evolución de Volkswagen.
Pero a un amplio sector no le ha gustado que Elis Regina apareciera promoviendo Volkswagen cuando en vida apoyó a sindicatos de trabajadores explotados por grandes corporaciones.
La pregunta es si ella hubiera aceptado colaborar con Volskwagen de seguir viva.
La pregunta es hasta qué punto se pondrá en riesgo el legado de una persona a partir de las decisiones y recreaciones posteriores a su muerte.
Estamos viajando de la era multiplataforma a la era multiexistencia.
No aplica sólo para los viajes que se eternizan en su versión más joven como Abba.
Tampoco aplica sólo para los que sin saberlo reviven a partir de la inteligencia artificial como Elis Regina.
Aplica también para Taylor Swift o BTS que llevan sus conciertos a salas cinematográficas.
Cuando el obstáculo no es la vida o la muerte, es el precio y la falta de suerte para conseguir entradas.
Con la multiexistencia, Taylor Swift puede servir a los que pagan miles de dólares para asistir a sus conciertos.
Pero también a un público que quizás no pueda permitirse pagar el costo de una entrada pero sí el de un acceso al cine.
Abba ya logró que la gente pague en masa por un concierto en el que están sin estar gracias a los Abbatars.
Taylor Swift ya rompió récord de más ingresos generados en una preventa de AMC en 24 horas con mas de 24 millones de dólares generados.
Los seres humanos cada vez tendremos más que gestionar.
Al testamento sobre lo que hicimos habrá que añadir las condiciones sobre lo que podremos ser.
Y mientras estemos vivos habremos también de decidir cómo y dónde queremos existir.
A veces respetando nuestra edad y contexto actual.
Otras apelando a la imagen con la que la gente más nos recuerda.
Es por ahora una posibilidad de celebridades y multimillonarios.
Pero de a poco cada uno de nosotros tendrá más formas de seguir viviendo.
Más posibilidades de estar en más de un lugar al mismo tiempo.
Más oportunidades de vivir más allá de las arrugas y de la muerte.
Pensándolo bien, cuando estoy a nada de cumplir 40, puede que me quede más vida de la que pienso.
Y todo gracias a la tecnología.