Storybakers:
Esta edición de The Muffin es presentada por la incapacidad de Viva Aerobus.
Gracias a su deficiente servicio y a la crisis de la aviación en general escribo desde una sala de espera tras dos vuelos cancelados, una noche con muy pocas horas de sueño, dado que hacen hasta lo imposible por no dar lo que por ley corresponde, y con un estado de ánimo tan amargo que me he permitido escribir este anuncio.
No se molesten en buscar mejores alternativas. El caos es generalizado.
Volar en México es cuestión de suerte.
Lo que no sería suerte sino estrategia sería anunciarse en este espacio para apoyar los desvelos de este creador de contenido.
Ahora a mi audiencia le queda claro que los productos aquí recomendados serán tratados con honestidad.
Si quieres viajar, no uses Viva Aerobus.
E idealmente no viajes en avión.
Un vuelo de una hora puede terminar costándote todo un día.
Ahora mismo en Discord
La comunidad está hablando del nuevo libro sobre el metaverso de Matthew Ball y compartiendo las primeras consecuencias que como medios han sufrido frente a los cambios del algoritmo de Facebook.
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Ha comenzado la transformación definitiva de Instagram en TikTok.
Es tan reciente que estos screens que les compartiré son de un amigo que ya cuenta con esa versión.
Las novedades son escasas si se tratara de TikTok.
Es más, en cuanto lo vean pensarán que están en TikTok, pero es Instagram el que se desprende de lo que fue para ser oficialmente un híbrido de dos redes a las que prefirió replicar antes que morirse con la suya.
Primero fueron las stories de Snapchat.
Ahora el modelo TikTok con el gran desafío de hacer que los usos y costumbres, y la evidente réplica de una propuesta que nunca ha sido suya, no terminen por convencer a la gente de irse para no volver.
El home se ve así:
Es la pantalla completa, salvo porque inicialmente deja un espacio para mostrar las stories.
Las mismas desaparecen una vez que el usuario comienza a dar swipe.
En otras palabras, vamos preparándonos para un Instagram dispuesto incluso a matar el que a últimas fechas se había convertido en su producto estelar.
Aunque lo deseable sería que Instagram llegara como mínimo a ofrecer una mejor experiencia para el usuario, lo que está más presente que en TikTok es la publicidad.
De acuerdo a las imágenes que me comparten, así se ve un anuncio.
Y dado que el negocio tiene que seguir andando, no dudemos que Instagram sea el que, para mal, convenza a TikTok de replicar un modelo de exposición constante de anuncios.
Lo natural sería que esa publicidad que perderá distribución en Stories se traslade al feed a lo TikTok que desde ahora presenta Instagram.
La propuesta “novedosa” de Instagram en su versión TikTok presenta un escenario de experimentación multiformato.
Aunque a todos queda claro que no serán prioridad, los carruseles y las imágenes sueltas conservan, al menos por ahora, un lugar entre las recomendaciones algorítmicas que ofrece Instagram en el feed.
Lo hacen con un par de barras negras para forzar la pantalla completa que TikTok hereda a Instagram.
El éxito o no de estos formatos dependerá tanto de la reacción del público como de las decisiones algorítmicas de Instagram.
Quienes somos usuarios recurrentes de TikTok coincidimos en que ocasionalmente se echan de menos otras posibilidades para compartir información.
Bajo esa premisa puede haber una oportunidad para que el consumo del usuario sea más líquido entre formatos, pero también podría provocar que derive en una experiencia torpe y accidentada.
El algoritmo tendrá que ser muy efectivo para que dentro de sus recomendaciones no haya oportunidad de fisuras en que el usuario pase de un video que lo cautivó a un carrusel repleto de frases motivacionales trilladas.
La posibilidad de que eso ocurra es alta.
Sobre todo a partir del hecho de que Instagram tendrá que servir las campañas publicitarias activas para esos formatos.
La experiencia en cuanto a likes y comentarios es una réplica de lo que ya propone TikTok.
Ambos se despliegan sobre el contenido.
El perfil, por ahora, no sufre modificaciones.
Comienza oficialmente una era para Instagram.
Está también cocinándose un nuevo presente para Facebook.
Instagram, Facebook y YouTube han concluido que el presente es imitar a TikTok.
Para Instagram está por verse si la decisión de olvidarse de lo estético y la vida utópica que promovía para abrazar a todo tipo de creadores es una decisión acertada.
Ya los fotógrafos profesionales han padecido las consecuencias del nuevo camino de Instagram.
Los usuarios han advertido que no les gusta la aparición aleatoria de contenidos, por más que se suponga que es fruto de la capacidad algorítmica para determinar qué es lo que quieren.
Que Instagram, tras años de vender lo contrario, se convierta en un espacio en el que cualquier creador puede aparecer en el feed de un usuario será un cambio tan radical que algunos decidirán irse a otro lado.
Para todas las redes queda la interrogante sobre qué hacer frente a la repetición de contenido.
Si ya de por sí era cada vez más recurrente la reutilización de imágenes y videos en múltiples plataformas, ahora esa práctica estará más normalizada que nunca.
A nivel plataformas ganará el que cuente con un mejor ecosistema de soluciones de monetización para los creadores.
En ese contexto, YouTube es el que parece más avanzado.
Instagram nunca ha sido un escenario de monetización consistente para creadores.
Facebook, aunque pretenda rejuvenecer, lleva en el nombre un envejecimiento que le pasa factura.
La batalla está entre TikTok y YouTube.
A TikTok le resta comprender cómo crear una dinámica de monetización que no acabe afectando la experiencia del usuario y cómo implementar el video largo.
A YouTube, consolidar las necesidades de impulsar el video corto sin traicionar a los creadores que por tanto tiempo produjeron contenido en formato largo.
Antes era sencillo atribuir características a una y otra red.
Ahora, salvo por Twitter y Pinterest, el resto se meten a una carrera que será sangrienta.
Y un tanto repetitiva y tediosa para los creadores.
La pregunta clave será: ¿cuánto vale un seguidor en una plataforma y cuánto en otra?
Los seguidores y los views son la moneda de la Creator Economy.
Como en Wall Street, las acciones suben y bajan a diario.
Y hoy Instagram no es el que mejor cotiza.
En Panmedials, los medios de la pandemia, hago un repaso a las decisiones que llevaron a los medios a su estado de crisis actual.
Propongo también un camino a seguir para salir de esa pandemia en la que nos metimos.
Adquiere aquí Panmedials, los medios de la pandemia, en versión física o digital.
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