De Batman a NFTs, first party data y video: El universo del podcast se diversifica. Spotify no lo es todo
¿Cómo encontrar tu lugar como creador de contenidos en el creciente universo del audio
Storybakers:
Quiero hacerles 2 recordatorios.
1) Mi canal de YouTube tiene novedades a diario sobre la industria de los contenidos síganlo para continuar creando comunidad
2) Dado que muchos de ustedes son recientes lectores, quiero recordarles que hace unos meses publiqué Panmedials, los medios de la pandemia, libro en que exploro los síntomas y causas que llevaron a la industria de os medios a la crisis existencial que hoy enfrentan.
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Batman: ¿el binge-listening por fin podrá socializarse?
Spotify ha anunciado que llegó el momento de escuchar a los héroes, voces y aventuras de Ciudad Gótica.
Lo hace de la mano del acuerdo global que tiene con DC y Warner Media para realizar una serie de producciones con los superhéroes de la firma.
Con Batman Unburied, Spotify lanzará este 3 de mayo el mayor estreno global de su historia.
Contempla versiones para 9 mercados distintos, entre ellos el español, en el que Batman será interpretado por el actor mexicano Alfonso Herrera.
Por ahora podemos escuchar el tráiler de Batman Unburied en inglés y responder un quiz para calentar motores, otro pequeño guiño a una creciente apuesta de Spotify por gamificar la escucha de podcasts.
En materia de estrenos simultáneos, el propio Spotify recuerda lo que hizo con el podcast chileno Caso 63 en sus adaptaciones para Brasil, India y Estados Unidos.
Y el más reciente lanzamiento de Los últimos días de Maradona que fue adaptado a 6 mercados diferentes.
El atractivo aquí pasa por preguntarse si el mismo mundo que hoy funciona como el único argumento convincente para seguir llevando espectadores a los cines tras la pandemia será el que encienda de una vez por todas el binge-listening social entre los escuchas de podcasts.
Hasta ahora, por más que quienes escuchamos podcast gustamos de hablar de que esta ola no la detiene nadie, no ocurre que tengas la certeza de que en las calles se está hablando del mismo podcast que estás escuchando.
¿Tiene un producto como Batman el poder para conseguirlo?
La respuesta es sí a partir de lo que el propio Batman logró recientemente en las salas de cine.
Como también otros superhéroes han validado que son ese imán taquillero a prueba de pandemia y comodidades en costo de verlo a través de plataformas de streaming.
La respuesta es incierta cuando se habla de lograr ese mismo efecto en una industria que no puede valerse del nombre del elenco original dadas las complicaciones del idioma.
Es también incierta porque hasta la fecha no se ha conseguido que el podcast vaya acompañado de socialización al momento de ser consumido.
Por su naturaleza me ha resultado complejo, y seguro que a ustedes también, escuchar un podcast cuando otra persona me acompaña en un viaje en coche.
Y es ahí o en casa donde podría darse que dos o más personas conviertan ese consumo en una oportunidad de convivencia.
¿Podrá Spotify lograr que el lanzamiento de su primera colaboración con DC Comics represente ese punto de partida para que la gente convierta sus bocinas inteligentes en centros de reunión entre amigos?
¿Podemos imaginar a un grupo de adictos a los superhéroes comprando palomitas y comiendo pizza mientras escuchan un episodio?
¿O quizás ese efecto podría lograrse si a esa producción auditiva se le suma un trabajo gráfico relacionado al propio cómic que se fuera reproduciendo en pantalla mientras se realiza la escucha?
Tiene sentido que los superhéroes acompañen su llegada con un recuerdo visual de lo que son.
No como han sido retratados en las películas, donde se perdería la esencia del formato.
Sí como comics.
Ahora que los video podcasts son una tendencia queda la oportunidad de crear material complementario que sirva para que así como las personas deciden que ha llegado el momento de sentarse a ver una serie de Netflix, se produzca ese acuerdo social en pequeños grupos de sentarse a escuchar un podcast de Batman buscando el bienestar de Ciudad Gótica.
Desde ya digo que quiero escuchar ese podcast.
Que me entusiasma que los héroes ya no sólo se ven en películas, también se leen en Substack ante el creciente desarrollo del mundo de los cómics en la plataforma y se escuchan en Spotify.
Me gustaría que mi experiencia de consumo no sea solitaria.
Que Spotify aproveche la oportunidad de lanzar en 9 mercados diferentes para revolucionar el concepto de binge-listening.
O el del apetito voraz por un estreno a una hora y en un día determinado.
Eso que a nivel mundial logró Game of Thrones con el estreno de cada uno de los episodios de su última temporada.
O la serie de Luis Miguel en mercados latinoamericanos.
No existe ni siquiera claridad de que Spotify vaya a intentarlo.
Sólo digo que valdría la pena el esfuerzo.
Si el más poderoso asset de Hollywood llega a la industria del podcasting, habría que tratarlo como tal.
Si no es Ciudad Gótica, ¿entonces qué?
Bruce Wayne puede hacer que la escucha de podcasts se convierta en un evento social.
¿Tomará Spotify la oportunidad?
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Substack ve lo que Spotify nunca había querido reconocer: la data es lo más valioso que puedes darle a los creadores
Si lo quieres, lo tienes.
Eso pareció decirme Substack después de escribir sobre la necesidad que tienen los podcasters de first party data.
Si no recuerdan a qué me refiero, aquí el texto:
Substack vio la misma oportunidad que Martina Castro, fundadora de Adonde Media, y yo al anunciar que así como ha buscado por años ser la casa de los newsletters, ahora buscará convertirse en el spot por excelencia para la escucha de podcasts.
Su diferenciación es tan básica como relevante: entregar a los creadores la posibilidad de acceder al correo electrónico de la gente que los escucha.
Es tan, pero tan elemental que parece ridículo que eso cualquier otra plataforma podría ofrecer sea su principal argumento de venta.
Pero a la vez es eso lo que convierte su producto en una oferta poderosa para una industria que hasta ahora había estado dominada por los intermediarios.
Ya sea Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts o el que me digan.
El primer afectado con la decisión de Substack ha sido Patreon.
Pero más allá de Patreon, que tiene al mismo nicho de creadores que persigue Substack, es decir, el de creadores que monetizan a través de suscripciones, la oferta de Substack debe también llevarnos a reflexionar sobre lo que nos dan Apple Podcasts y Spotify a cambio de nuestro trabajo.
Vamos, Spotify dice que apoya la Creator Economy, pero en la práctica los grandes respaldos financieros o van a grandes productoras como el propio DC Comics o a influencers que en muchos de los casos son contratados para hacer una adaptación de aquello que ya funciona empaquetado bajo el sello de Spotify Originals.
O lo que es lo mismo: Spotify Basics.
A Spotify le interesa tener a los creadores porque aunque no sean Batman ni tengan el impacto de las grandes celebridades contribuyen a que el tiempo de estancia en la plataforma sea mayor.
Sin embargo, si se toma en cuenta que la data que proporciona Spotify sobre las escuchas es tan pobre que terminan siendo generalidades para momentos de tanta precisión analítica, los creadores de nichos y micronichos tendrían que preguntarse qué atención y prioridad tendrían que darle a Spotify.
Es comprensible que desde productoras de todos los tamaños se busque vender propiedad intelectual a Spotify y a otros players.
También que los influencers estén a la espera de que llegue un ofrecimiento que les permita generar nuevos ingresos.
Pero creadores enfocados en atender un segmento específico tendrían que plantearse como mínimo el nivel de relevancia que se le da a la publicación en Spotify.
Después de todo Spotify, como Facebook en su momento, representa construir en tierra rentada.
Y en esa tierra las reglas pueden cambiar en cualquier momento.
A Substack le queda mucho por hacer.
La ejecución de su oferta para podcasters es aún bastante básica.
Destaca sólo por la información que del oyente se entrega al creador.
Pero el player no deja de verse como un widget montado en un sitio para lectura.
La posibilidad de comentar, aunque funciona como lo haría en cualquier otro reproductor dentro de una nota, no se percibe ni integrada ni ofrece herramientas de interacción novedosas.
Es cierto que Netflix combina macro producciones con shows de stand up comedy, pero al menos existen mínimos elementos que se cumplen para que un show esté en la plataforma.
Hasta ahora nunca nos hemos quejado de que en Spotify haya desde producciones costosas hasta podcasts hechos con el micrófono del smartphone.
Pero esa percepción que nosotros mismos tenemos del consumo de podcasts podría cambiar conforme los shows se vayan sofisticando.
Es tan grande la competencia en podcasts que resulta complicado imaginar que Spotify termine ganando todas las batallas.
Se trata de atender necesidades distintas.
DC Comics necesita que sus producciones en audio sean tratadas como macro producciones de Hollywood.
Meghan Markle y el Príncipe Harry también querrán sentir que la plataforma en que lanzan sus shows les ofrece un trato distinguido.
El vendedor de seguros que lanza su podcast querrá poder entablar relación con su comunidad y tener facilidad para contactar a sus potenciales clientes.
Lo mismo el especialista de e-commerce.
Lo que ha hecho Substack es ante todo una jugada para seguir incentivando el uso de su app.
Dudo, porque el producto es aún pobre, que pueda convertirse en el hub en el que escuchamos audio de nicho o de industria.
Pero estoy convencido que los podcasters de nicho, que son la mayoría, sí se verán beneficiados porque lo que hoy se ofrece como producto único de Substack tendrá que ser incorporado por otras plataformas.
Substack hoy es una herramienta que te permite acelerar el funnel de conversión.
Spotify, en cambio, se apunta más como una herramienta de awareness.
Las dos son necesarias.
Pero el negocio, lo sabemos, está en tener información directa de esos que pueden ser nuestra comunidad.
O en resolver el problema de la monetización para todos, terreno en el que YouTube, aunque sea por ahora a través del video podcast, tiene una fórmula más que probada.
Si Spotify no entrega la data y tampoco genera aún el network que democratice la monetización, ¿por qué seguir ahí?
Los demás ya se lamen los bigotes ante esos boquetes que están dejando tras de sí las intenciones conquistadoras de Spotify.
NFTs: el nuevo objeto del deseo por la propiedad intelectual
iHeart Media ha visto la oportunidad.
Observa que detrás del éxito de colecciones de NFTs como CryptoPunks, Mutant Ape Yacht Club y World of Women está cantado el espacio para crear aventuras en torno a esos personajes y mundos.
El primer aterrizaje, según cuenta Axios, será a través de la “Non-Fun Network”, que reunirá a personajes de estas colecciones en una serie de shows que se convertirán en punta de lanza de iHeart Media para hacerse de una reputación en terrenos distintos a los que hoy la hacen fuerte.
Si me preguntan, diré que me gusta la apuesta.
Que la Web 3 consolidará la era de las historias mínimas viables.
Pasó con Loot, un juego en blockchain, en el que la gente pagaba por abrir supuestas bolsas con armas y personajes fantásticos.
Como resultado, los compradores de esas bolsas no recibían más que texto con una serie de atributos escritos.
No existía ninguna materialización gráfica y mucho menos multimedia.
¿Qué hicieron esos coleccionistas?
Poner manos a la obra para crear ellos mismos aquellos atributos, héroes y monstruos que iban consiguiendo.
Un texto que derivó en una ilustración y de ahí, potencialmente, en una serie de televisión o en un juego.
Es un mundo creativo sin límites.
De las colecciones de NFTs podrían surgir las nuevas franquicias que tanto desean empresas como Netflix, como el propio Spotify o como iHeart Media.
¿Lo que triunfa en la Web 3 podrá triunfar en plataformas y productoras de otra generación?
Lo veremos con el tiempo.
Lo que es cierto es que el mundo del podcast es más grande de lo que habíamos querido pensar.
En un terreno en el que Batman y Ciudad Gótica coexisten con el agente de seguros y con el NFT que es objeto del deseo entre los entusiastas de la Web 3 son muchas las oportunidades.
Haremos bien recordando que la diversificación es clave.
Haremos bien recordando también que Spotify no tiene por qué ser todo en la industria del podcasting, aunque sí que tengo una cita con su plataforma para escuchar Batman Unburied