¿Dónde estará el futuro de los medios?
Una exploración a las nuevas formas de contar y monetizar las historias
Storybakers:
Se acerca el momento de rehacer el plan estratégico que se había trazado para el futuro cercano.
Si un vistazo a los posibles trabajos del futuro nos permite concluir que el mañana será muy distinto al presente, lo mismo aplica para los medios.
Para su creación, para su distribución y para su monetización.
El de las búsquedas era un terreno seguro para los medios.
Un terreno que pese a esa certeza como generador de alcance nunca consiguió alinear la adquisición de audiencias con el buen periodismo.
Google fue y sigue siendo el principal tanque de oxígeno de la mayoría de los medios.
Los rankings de Comscore no pueden entenderse sin el poder de Google.
Aunque sea un error, ocurre que medios líderes que son reconocidos en eventos diseñados para que los que pagan por estar ahí vayan a presumir sus casos de éxito pueden ser desconocidos por 9 de cada 10 personas de a pie pero no pueden ser desconocidos por Google.
Es tan alarmante como real: el principal parámetro de éxito entre los medios reconoce mucho más la relevancia algorítmica que la relevancia cultural.
El argumento para mantenerse en esa carrera sin sustancia ha sido siempre que de algo han de vivir los medios.
Más valía seguir existiendo aunque con fallas estructurales en torno a lo que debe ser el periodismo que simplemente dejar de existir.
Por eso hablo de que habrá que volver a armar el rompecabezas de la industria de los medios.
Porque si Google cambia, cambia toda la industria.
Porque Google no será el mismo a partir de Bard y de todo lo que venga en torno a la inteligencia artificial.
Porque Google hace rato que tiene una especie de monopolio en torno a lo que pasa y lo que no con los medios de comunicación.
Por más benévolo que pretendiera ser Google en cuanto a la inclusión de resultados de búsqueda en su nueva dinámica conversacional, esa llave de audiencias nunca volverá a ser la misma.
La era de la búsqueda conversacional o post-búsqueda pone en jaque el descubrimiento de contenidos que lleven a los medios de comunicación.
Y si pone en jaque el descubrimiento, pone también en jaque la relevancia de las plataformas propietarias de los medios y las oportunidades de monetización.
En una plática reciente con Paolo Miscia hablábamos sobre dónde podría estar el futuro de los medios.
Las alternativas que mencionamos fueron diversas.
Pero lo preocupante es que ninguna de esas alternativas han sido si quiera exploradas por la mayoría de los medios de comunicación.
Aquí un vistazo a detalle a cada uno de los campos que analizamos con mayor o menor detalle en una reunión de 45 minutos en el aeropuerto de Bogotá.
1.- Web 3: Para Paolo, el futuro de los medios está en la Web 3.
Se escucha arriesgado dado que cada vez menos creen en la Web 3 como concepto.
Pero habría que preguntarse si ese pesimismo en torno a la Web 3 viene de una verdadera desconfianza en ella o de un desconocimiento de ella.
Voy más por lo segundo.
A ese desconocimiento han contribuido tanto las criptomonedas como la caída estrepitosa de los NFTs como la forma de invertir en arte digital.
Yo no estoy tan convencido como Paolo de que la Web 3 puede ser el camino, pero sí considero que tiene hipótesis que merecen ser planteadas.
Es real que la Web 3 plantea soluciones a problemas que nos aquejan como creadores y como medios de comunicación.
La Web 3 encaja también con las necesidades comunitarias de los medios.
¿Qué tipo de problemas y tendencias pueden atender los fundamentos de la Web 3?
-Co-creación:
En mi más reciente envío sobre la era post-búsqueda hablo sobre la necesidad que tendrán los medios de crear comunidades, conversar y co-crear con ellas.
Frente a un descubrimiento que se derrumbará, será clave conformar una base fiel y activa de seguidores que encuentren cómo reunirse y conversar dentro de las plataformas de los medios.
El modo más elemental de hacerlo pasa por tener un servidor en Discord o por crear grupos en Slack, Telegram o WhatsApp.
The Information, por ejemplo, ha intentado replicar el éxito de Reddit y promover los datos de sus propios usuarios como un network en el que vale la pena estar.
Lo mismo ha hecho Mario Gabriele con The Generalist.
Pero todas esas manifestaciones son más de web 2.0 que de web 3.
Son, digamos, manifestaciones web 2.5.
Es real que la Web 3 plantea estructuras más sofisticadas para dar certeza a los usuarios de lo sólida que es su participación en una iniciativa.
La Web 3 permite la creación de sociedades líquidas que se activan y desactivan según corresponda.
La tokenización de comunidades representa, sin duda, un paso deseable para incrementar el sentido de pertenencia.
Los medios necesitan trabajar sobre ello.
Lo tienen que hacer aunque sea con manifestaciones elementales.
Pero sí que también es deseable que lo hagan capitalizando la oportunidad de los certificados digitales que plantea la Web 3.
Las organizaciones autónomas descentralizadas (DAOS) están ahí esperando a que más medios se atrevan a plantearse nuevas formas de comenzar, de existir y de crecer.
Como lo sigue intentando Dirt.
Como lo planteo yo en Kent, un proyecto que permanece enlatado en búsqueda de inversionistas, que apostaba por la creación de una redacción vertical a partir de los principios de la Web 3.
-Atribución:
El Internet de hoy tiene un problema de atribución.
Lo hemos padecido con imágenes o información que creamos que se viraliza sin que nosotros obtengamos un beneficio de ello.
Mirror, el equivalente a Medium de la Web 3, hace un ejercicio de vanguardia cuando habilita los Splits para que cualquier creador pueda compartir porcentajes de cada una de sus obras con quien lo decida.
Ya sea porque esa otra persona ha invertido o simplemente porque fue partícipe directo o indirecto en la creación de esa obra.
Puede resultar utópico imaginar un mundo en el que creamos un círculo virtuoso de reconocimiento constante, pero no por ello ha de negarse la potencial utilidad de herramientas con el potencial de transformar el reconocimiento al trabajo colectivo.
-Transparencia:
En alguna ocasión, un amigo mío me habló sobre un proyecto que desde la web más elemental procuraba consignar todos los cambios que un medio realizara a sus contenidos.
Al momento de escucharlo pensé que serían relativamente pocos los casos, pero me terminó mostrando transformaciones radicales de cualquier cantidad de noticias publicadas por medios de alto alcance en México.
Jack Dorsey también insistió en lo importante que resultaba convertir a Twitter en una plataforma descentralizada.
Aquello, decía, representaría mayor certeza sobre el funcionamiento del algoritmo, mayor responsabilidad en quien publicara y comentara dentro de Twitter y mayor transparencia para la audiencia.
No importa si esos pasos se terminan dando con la Web 3 o con tecnologías o conceptos que no forman parte de ella, el problema de raíz es uno que necesita atenderse.
Como tantos otros que hemos durado años sin resolver.
Como tantos otros para los que la Web 3 tiene cuando menos una propuesta de cómo resolverlo.
La Web 3 tiene propuestas a nivel financiación, creación, comunidad y transparencia.
Vale la pena aunque sea seguirla considerando como referencia.
Gamificación:
La gamificación puede o no depender de la Web 3.
Antes de pensar en el modo de implementarla, los medios tendrían que comprender el valor de darle vida a su plataforma.
La gamificación está presente en las grandes herramientas comunitarias.
Está en Twitch cuando un creador va desbloqueando beneficios a partir de objetivos alcanzados.
Está en TikTok con el modo que se llama tanto a creadores como a audiencia a estar cumpliendo metas.
Está en Discord con la posibilidad de subir de niveles según se esté activo o no dentro de la plataforma.
Está en Reddit con el karma como elemento central para que nuestras aportaciones trasciendan o no dentro de esa sociedad que se forma.
Está de forma elemental en hoteles.com cuando te regalan una noche gratis después de pagar diez.
La gamificación promueve la lealtad de las audiencias.
Pero también el entretenimiento de las audiencias.
TikTok funciona a partir de incentivos constantes.
El cerebro humano requiere de esos incentivos para alcanzar sus metas de mediano y largo plazo.
En pocas palabras, los medios han de incentivar que los usuarios se queden con ellos.
Artifact a su modo comienza a desarrollar un esquema de incentivos.
Reconoce a los usuarios cuando han cumplido una racha de uso de la aplicación.
Ha incorporado dinámica de votos hacia arriba y hacia abajo como Reddit.
Envía, aunque no sea parte propiamente de la gamificación, historias recomendadas a partir del hype que está teniendo entre otros usuarios.
La pregunta acá es clave para los medios: ¿cómo hacer que mi plataforma sea entretenida más allá de la información escasamente diferenciada que tengo?
Mundos inmersivos: para efectos de extensión de este newsletter junto aquí al metaverso con juegos que si bien lo son muchas veces optamos por separarlos.
Me referiré entonces tanto al metaverso emproblemado de Mark Zuckerberg como a Roblox, Fortnite y Minecraft.
Lo primero que han de aceptar los medios es que para la expresión escrita quedarán menos espacios.
Por ahora los newsletters son un recaudo seguro.
Artifact, por su parte, alimenta la esperanza de que explote a gran escala un nuevo motor de descubrimiento social para el texto.
Ese lugar llegó a ocuparlo Facebook principalmente entre el 2012 y el 2018.
Lleva vacante más de 5 años.
Pero más allá de esa esperanza, a los medios les ha llegado la hora de aceptar que el gaming requerirá experiencias multimedia de alto valor.
Que ahí el periodismo tendrá que estar presente como parte del uso de múltiples recursos para contar una historia.
Que así como los creadores se ponen a replicar Los Juegos del Calamar y Saw en Twitch, a los medios les corresponderá crear un periodismo de experiencias que sumerja a la gente en la historia que se quiere contar.
Ahí mismo, en los juegos, estará también una nueva oportunidad de descubrimiento.
Ya no en el kiosko de periódicos del mundo real, pero sí en todos esos ecosistemas sociales y de juego que las nuevas generaciones tomarán como punto de encuentro.
Ahí los medios podrán encontrar nueva vida.
Ahí podrán ofrecer historias inmersivas.
Por los requerimientos que habrá, es altamente probable que los medios tengan que trabajar con desarrolladores, que su nombre no sea el que comande ese tipo de ejercicios.
O que de ahí surjan nuevos medios con capacidades de desarrollar experiencias en ecosistemas virtuales y de realidad aumentada.
La televisión era casi siempre un 100% de protagonismo para las personas que ahí aparecían.
Twitch es en muchos casos un 25% de protagonismo para la persona a cuadro y un 75% para lo que está viendo o jugando.
Pronto será un 100% de protagonismo para lo que se juega o se ve y apariciones esporádicas para las personas.
Para ese mundo es para el que deben estar preparados los medios.
Para un mundo inmersivo, de gente que se relaciona en juegos y metaversos.
De gente que consume, conversa y compite ahí.
Para mí, la Web 3 es un escenario de expresión y existencia en lo que termina de producirse la transición, pero los mundos inmersivos son los que terminarán dándonos nuevas formas de existir.
6.- Inteligencia artificial:
La inteligencia artificial es más que el problema de la búsqueda para los medios.
También es más que la batalla perdida de luchar porque las grandes tecnológicas paguen por el contenido de los medios.
Esa misma batalla se ha librado por años contra Google y Facebook.
Esa misma batalla ha tenido múltiples reveses a cambio de algunas victorias simbólicas que no han beneficiado más que a los medios con mayor capacidad de negociación.
Pero hay otro aspecto de la inteligencia artificial que es sobre el que tenemos que volcarnos.
El de la creación de productos a partir de ella.
Como ha ocurrido con la AMLOpedia que reúne todas las conferencias mañaneras del presidente de México.
Su creador ha optado por generar opciones de suscripción en caso de que se quiera ir más a detalle en su uso.
Ese tipo de exploraciones formarán parte del nuevo ecosistema de ingresos de los medios.
El futuro para los medios no está en escribir más notas.
No está en pedirle ChatGPT que las haga.
No está en el video corto para TikTok.
No está en un canal de YouTube.
El futuro para los medios está en atreverse a dar el salto para trabajar en el verdadero futuro.
Ese del metaverso, de la inteligencia artificial, de la realidad aumentada, de la realidad virtual.
Parece demasiado pronto para hacerlo.
Pero o se hace ahora o después será demasiado tarde.
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