El binge-reading para los medios ya no es opción, es necesidad
¿Por qué los medios sí han de transformar su producto para hospedar a la gente por horas?
Storybakers:
Ha llegado el momento de abrazar el video como formato central para generar conversación.
Es a final de cuentas el que mayor retención genera, el que permite mayor familiaridad.
Incluso el audio en modo podcast ha terminado por migrar al video por reconocer que es ahí donde encuentra más oportunidades de posicionarse y sobresalir.
Hoy a las 15:30 hrs (tiempo del centro de México) haré mi primer stream en vivo desde Twitch y YouTube.
La construcción de mi historia será como todo lo que hago.
A fuego lento, a base de prueba y error hasta dar con algo que me deje satisfecho y sobre todo que los deje satisfechos.
No irá sólo de medios.
Tampoco de creadores.
Será una curaduría muy personal de lo que me interesa del mundo.
Y también de lo que ustedes me propongan.
En breve les anunciaré el ecosistema particular de estas transmisiones como parte de una apuesta mayor.
Mientras tanto los invito a sumarse al Discord de Story Baker para poder conversar sobre la transmisión e incluso aparecer en los streams.
El 2023 será el año en que los medios deberán atender la fragilidad de su producto frente al resto.
Los más avanzados ya han puesto manos a la obra.
En la batalla del pricing, el dinero finito de los usuarios y la oferta excesiva, importa no sólo que un usuario pague, sino que utilice el producto lo suficiente como para que no decida irse.
Sobre eso he platicado con Gastón Roitberg, Secretario de Redacción de La Nación y responsable del análisis y mejora de experiencia de sus más de 360 mil suscriptores (me anticipó que pronto darán a conocer una nueva cifra)
Habló de la importancia de comunicar de forma eficiente tanto a través de correos electrónicos como por medio de notificaciones.
Y también de cómo han empezado a realizar contenidos serializados exclusivos para suscriptores.
Me puso como ejemplo “Polistas”, una serie semanal que va a fondo sobre el Polo y su profundo arraigo en la sociedad argentina.
Tiene un día de publicación establecido.
Un estilo y narrativa específicos.
Lo que procura es crear una cita con el usuario.
La construcción de un hábito que pueda compararse a lo que millones de personas hacen cada domingo al ver y comentar el nuevo episodio de House of the Dragon.
Es, en cierto modo, el regreso a esa época en que la gente podía conocer las aventuras de Sherlock Holmes mediante un semanario.
Por eso menciona que los newsletters toman en cierto modo el papel de home para cada uno de sus autores o verticales.
Y lo conecta con cómo los autores además de escribir han establecer conversacín con los usuarios.
Cuando no es bajo contenido serializado en texto, los medios optan por crear programación en video.
Lo estamos viendo con Atypical TV de Carlos Alazraki y con La Saga de Adela Micha.
También con Sin Embargo y las transmisiones que realiza en YouTube.
O con los streams del Chiringuito, la parrilla de programación en Twitch de Olé y los esfuerzos de Relevo.
La idea del medio basado en texto comienza a perder adeptos.
En algunos casos, como en Puck, continúa siendo la base de todo aquello que se conversa, pero el audio juega también un rol fundamental gracias a su alianza con The Ringer.
A los medios les toca convertirse auténticamente en desarrolladores de propiedad intelectual, en creadores de producto y en gestores de conversaciones.
No se trata sólo de estar y de consignar, cuyo margen de oportunidad se reduce al descubrimiento, sino también de ser quienes dominen una ola, quienes estén ahí capturando a los usuarios, llevando a que inviertan el tiempo con ellos y no con otros.
Antes las demarcaciones estaban claras.
Los creadores dominaban las redes.
Los medios las plataformas propietarias a través de sus sitios y aplicaciones.
Esa distinción no cabe más.
Medios y creadores hacen streams, medios y creadores organizan eventos.
La competencia será más cruenta que nunca.
Pero a la vez abre las puertas a colaboraciones insospechadas en esa era en que los medios creían tener la máxima autoridad moral para decidir qué valía y qué no valía la pena.
¿Estamos listos para retener la atención?
¿Estamos listos para entretener?
¿Estamos listos para hacer algo más que notas informativas?
Los que estemos listos tendremos buenos tiempos por venir.
Los que no saben más que hacer notas informativas la terminarán pasando mal.
Excelenetes aportaciones para comprender la radio y la creación de contenidos. Saludos desde Sinaloa, México.