El creador es el mensaje, la comunidad es el negocio

Y por qué los creadores y medios multiformato serán los que sobrevivan

Storybakers:

Me atrevo a jugar con la joya de frase que nos dejó Marshall Mcluhan porque así lo demandan los nuevos tiempos.

Tenía y sigue teniendo la razón cuando aseguró que “el medio es el mensaje”.

Que no es tanto lo que se dice sino el cómo se dice, desde dónde se dice y quién lo recibe lo que termina conformando la percepción de ese mensaje.

Pero escribo que el creador es el mensaje para dejar más claro el poder de los individuos en esta era.

Y claro, el creador es en sí mismo un medio.

Pero cambiar el término medio por creador nos ayuda a ser más enfáticos en la individualización comunitaria en que vivimos.

Me refiero a individualización comunitaria para referirme al poder de una persona para conformar su propia comunidad sin que importe lo que se diga en el entorno.

Digo comunidad, pero también puede llegar a convertirse en secta o en culto cuando se llega a los extremos.

Somos todos en potencia los líderes de un grupo de personas que piensan o dicen pensar como nosotros y que están dispuestos a creer sólo en eso que se les indica aunque abunden opiniones externas contrarias a eso que se proclama.

Lo he vivido en carne propia desde que a Stream Charts se le ocurrió colocar al presidente de México como el sexto streamer más visto del mundo.

Tras escribir sobre ello en el envío de ayer, decidí hacer un video sobre su presencia en ese ranking.

Minutos antes Ibai había expresado su sorpresa ante el hecho de que López Obrador pudiera ser un potencial ganador a un premio esland.

Ya para entonces el Xokas estaba cabreado porque López Obrador lo había enviado del noveno al décimo lugar.

Lo deja ver en este clip que después se viralizó en TikTok.

En mi video hablo del hecho.

De que en el top 10 de streamers hispanos encontramos a nueve streamers y a un presidente.

Me abstengo de emitir una opinión respecto a si eso habla bien o mal del trabajo de López Obrador.

Sólo mencionó que el responsable de una de las quince economías más grandes del mundo pasó más horas que ElSpreen frente a las cámaras.

Que eso puede ser bueno porque representa un presidente que se comunica con su población.

Pero también malo porque eso podría hablar de un presidente más volcado a la propaganda que al ejercicio de sus funciones.

De cualquier modo, mi video se ha terminado poblando de comentarios de fanáticos (y quizás unos cuantos bots) de López Obrador que aseguran que lo de él es lo mejor que le pudo pasar a México.

Que el tiempo que pasa frente a las cámaras no importa porque no forma parte de su horario laboral.

Que se levanta temprano para informar sin entorpecer sus actividades diarias.

Que lo suyo es el antídoto a esos medios manipuladores que desinformaron por décadas a la población.

El medio es el mensaje.

La gente ya no cree en Televisa, en Azteca o en la CNN.

Pero sí cree, al menos más de la mitad de la población en México, en López Obrador.

El presidente es el mensaje.

López Obrador es el mensaje.

Y su negocio, dicho así para efectos de industria, es que su comunidad lo apoye en lo que sea que haga.

En la teoría López Obrador no necesita de la conferencia mañanera para cumplir con sus funciones.

En la práctica es la conferencia mañanera la que le permite estar blindado ante todo lo que hace como presidente de México.

¿Qué tiene que ver esto con los medios, el periodismo y los creadores de contenido?

Diría que tiene todo que ver.

Porque es así como los creadores también construyen sus negocios.

Transmiten un mensaje, le imprimen su tono, estilo y narrativa, conforman una comunidad y a partir de ella construyen eventos, experiencias y puntos de contacto que les representan trascendencia, relevancia cultural y negocio.

Medios, creadores y hasta presidentes han de entender el poder del contenido como marketing, pero también que el verdadero negocio y retorno de inversión está en la comunidad.

A ello vamos a continuación.

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