Storybakers:

El de hoy es un día particular para el mundo del podcasting.

Se han dado a conocer los nominados a la segunda edición de los Premios Ondas Globales del Podcast.

Es relevante por concentrar a los más grandes creadores y productoras del mercado del podcast en habla hispana.

Es también relevante porque nos permite por un instante reconocer la creatividad, la originalidad y el trabajo por encima de los dolores a que todos nos aquejan.

Sí, al podcast le falta monetización, le falta discoverability y le falta mayor sofisticación en sus métricas.

Lo que no le falta es talento, pasión y ganas de contar grandes historias.

Conozcan aquí a los nominados.

Han querido las coincidencias que el nuevo episodio de The Coffee vaya de podcasts en una conversación de ambos lados.

De las grandes ideas que trascienden incluso como negocio.

Como ha ocurrido con Toxicomanía y su próxima adaptación a película para Paramount+.

Y de los problemas que aún no tienen respuesta.

Pero que según Gerónimo sí que la tendrán cuando YouTube consolide su apuesta específica por podcasts.

O cuando Amazon, en una predicción que deja en el aire, se atreva a unir las piezas de su ecosistema para ser el gran jugador del audio a nivel mundial.

Escuchen aquí mi conversación con Gerónimo Ávila.

El 5 de marzo del 2020, a unos días de que se hiciera obligado el aislamiento en casa por la pandemia de Coronavirus, Spotify presentó la primera edición de los Spotify Awards en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

El evento, más allá del reconocimiento a los principales exponentes del mundo de la música y los podcasts, fue un fracaso.

Se le criticó por no haber dado un espacio a los podcasts ganadores en la transmisión televisiva.

Las comunidades de distintos shows nominados cancelaron a Spotify por la elección de los ganadores.

La transmisión, pese a haber contado en el escenario con figuras como Bad Bunny, Piso 21, J Balvin y Karol G, estuvo plagada de errores y tiempos muertos odiosos para la audiencia.

Spotify optó por dejar de celebrarlos.

En octubre del 2021 YouTube anunció que no habría más YouTube Rewinds.

Que trabajaría en otra forma de reconocer a los creadores.

Para YouTube todo había ido bien hasta el 2018.

Pero aquella edición del Rewind marcó un antes y un después.

Ha sido el video con más dislikes en la historia de YouTube.

Tuvo más de 19 millones de No me Gusta.

Millones de usuarios expresaron su inconformidad frente a la ausencia de Logan Paul y PewDiePie.

YouTube borró a esos creadores para evitarse problemas frente a lo políticamente incorrecto de dos de sus figuras más emblemáticas.

Optó, en cambio, por darle mayor protagonismo a una mega figura de Hollywood como Will Smith.

Paradójico dado que tras el golpe a Chris Rock el primer borrado por YouTube sería el propio Will.

Al año siguiente, TikTok intentó ahorrarse problemas haciendo una compilación de clips con lo mejor del año.

En el 2020 YouTube anunció que no habría Rewind para ser empáticos con la pandemia en que nos encontrábamos.

Lo que un día fue épico y esperado en YouTube se convirtió en un riesgo tan grande que terminó siendo cancelado.

Pero el fracaso en premiaciones y reconocimientos a creadores alcanza también a plataformas de nueva generación.

Nadie lo ha hecho tan mal como TikTok.

Los TikTok Awards fueron un desastre en todos los sentidos.

En vez de apostar por su propio ADN para hacer una premiación a lo TikTok, optaron por hacer una transmisión televisiva.

Fue una combinación deplorable de las más predecibles producciones de Televisa con lo más cringe de TikTok.

Se podía prever desde que se anunciaron las plataformas de transmisión.

El evento se difundiría a través de Telehit (canal musical de Televisa que vio pasar sus mejores días en los noventa) y a través de TikTok.

Intentó, a decir de los demográficos, un cierre de pinzas que podía resultar comprensible.

Telehit para los boomers o millennials geriátricos que quisieran seguir la transmisión.

Y TikTok para sus creadores de siempre.

Pero la apuesta se desplomó de inmediato.

Incluso en la víspera los TikTok Awards recibieron críticas por haber utilizado a Niurka como su principal figura de promoción.

Ella es una actriz cubana más reconocida por sus escándalos que por sus trabajos actorales.

Es mucho antes una figura televisiva que una figura de la Creator Economy.

TikTok también devaluó a sus creadores durante los TikTok Awards.

En vez de entregar a alguno de los tiktokers insignia la conducción principal del evento se eligió a Faisy.

Faisy, como Niurka, es una figura más del cotilleo y el entretenimiento que del trabajo creativo bien valorado.

Con ese tipo de decisiones, a las que se sumó la presencia de actrices y actores consagrados de Televisa (donde se efectuaron los TIkTok Awards), el gran momento de los tiktokers se convirtió en una fallida producción televisiva más.

El error ha traído un costo instalado.

Se fortalece la idea de que los creadores surgidos de TikTok no tienen la capacidad ni de crear contenido en formato largo ni de conducir grandes producciones en vivo.

La idea está tan arraigada que incluso una agencia de influencers con la que tengo gran relación me ha mencionado la imposibilidad de la mayoría para construir historias en otro formato.

Y a decir verdad no se puede decir que esa conclusión sea mentira.

Así como Javier Ibarreche jugó con su propio estilo en el par de minutos en que presentó una categoría, hubo una creadora que se quedó pasmada cuando el prompter falló.

El contraste con los Premios Esland es significativo.

Los Esland son premios para creadores presentados por creadores.

Ahí se habla cómo habla la comunidad.

Los TikTok Awards no fueron ni para el público televisivo ni para los creadores.

Se habló para todos y a la vez para nadie.

TikTok se enfrenta además a una complicación nativa de su plataforma.

Su algoritmo provoca que sus usuarios se concentren en unos cuantos creadores.

En un mundo de por sí marcado por los nichos, TikTok es la máxima burbuja.

En los Esland se concentraron comunidades de distintos creadores pero con afinidades entre sí.

Esos creadores, además, suelen colaborar a través de series y eventos tanto físicos como digitales.

En los TikTok Awards la gran mayoría de los creadores resultaban desconocidos para la audiencia.

Cuando un creador era conocido para uno era absolutamente desconocido para otro.

Y viceversa.

La producción nunca hizo nada por atender esa problemática.

No fue ni siquiera capaz de mostrar la reacción de los nominados al momento de conocer al ganador de una categoría.

La audiencia no pudo saber ni cómo hablan esos nominados dado que lo único que se veía de sus trabajos eran un par de segundos sin audio de sus videos.

El timing deja mal parado a TikTok en lo que respecta a su propuesta de monetización para creadores y a la forma de lograrla.

Resultó sintomático que mientras TikTok habla de crear formas orgánicas de incorporar a las marcas, la respuesta creativa que tuvieran para su propia premiación fuera subir al escenario a la botarga de un supermercado.

Les presento a Mamá Lucha.

Y cuando no era una botarga era hacer que los conductores sostuvieran una lata de coca en la categoría presentada, obviamente, por Coca Cola.

El gran show de los creadores en TikTok tuvo micrófonos abiertos en los que se escuchaban indicaciones que no tendrían que haber llegado al público.

En su momento incluso presentaron a una cantante que no estaba lista en el escenario.

Y las tomas abiertas mostraban las sillas plegables que parecían más dignas de una ceremonia escolar que de la gran plataforma de entretenimiento de la actualidad.

Las plataformas han de pensársela bien al decidir organizar una premiación.

YouTube cometió un error de sensibilidad en su relación con los creadores.

Spotify rápido se dio cuenta de que perdía más de lo que ganaba intentando reconocer a los mejores cuando es juez y parte.

TikTok ha dado un espectáculo bochornoso justo cuando más necesita que sus creadores sean valorados.

Al menos en premiaciones, los creadores son más que las plataformas.

Como los Esland de TheGrefg y la comunidad de streamers fueron más que los TikTok Awards.

Si quieren una versión corta de esta reseña, pueden verla aquí:

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