El indispensable periodismo de élites o aspiracional
El FOMO que los medios deben generar como industria
Storybakers:
Antes de ir al envío de hoy, quiero contarles que hemos comenzado la publicación independiente de cada uno de los autores que participaron en Tendencias 2022: encuentro de creadores y periodistas en la nueva economía.
Aquí entradas ya disponibles para ustedes:
-Las facultades de periodismo del futuro, por Alfonso Sánchez Tabernero
-Se buscan mentores, por Homero Hinojosa
-¿Cómo pasar del negocio de los medios al de otras industrias?, por Bibi Barud
-Construir comunidades, el gran desafío de los medios, por Miquel Pellicer
Si prefieren escuchar cada una de las colaboraciones, sigan el podcast de Story Baker Academy
¿Por qué es necesario el periodismo aspiracional o de élites?
Vamos al contexto:
1) El reporte de tendencias y predicciones del Reuters Institute revela que la mayoría de los medios dicen haber registrado un aumento en sus ingresos durante el 2021
Señala también que el principal foco de atención a nivel negocio serán las suscripciones con un 79%, que podría ser más si se considera que otro tipo de rubros como eventos o incluso los micropagos podrían ser parte de lo mismo.
Desde Axios consignan una señal de alerta ante el hecho de que haya cada vez más medios enfocados en las audiencias con alto poder adquisitivo, lo que podría llevar a que las audiencias que no tienen esa posibilidad se queden fuera del loop de conocimiento e información que generen estos publishers.
El tema lleva dándome vueltas a la cabeza desde hace algún tiempo, aquí las conclusiones a las que he llegado:
a) Si el periodismo gratuito fuera solución, no estaríamos como estamos:
Desde que Internet se masificó la norma había sido que los medios serían gratuitos y que ya se encargarían las marcas de sustentar el ejercicio periodístico.
Se hablaba entonces de la carretera de la información, del conocimiento libre para todos y de una nueva era para la humanidad.
En la práctica, esa carretera de la información derivó en desinformación, polarización y en una batalla por el alcance tanto de los usuarios, que buscan viralidad en redes sociales a partir de extremar sus opiniones, como de los medios, más obsesionados con los algoritmos que con los lectores.
La libre circulación de información no significó ni un mejor mundo, ni una mejor sociedad, ni un mejor estado para el ejercicio periodístico, sumergido en una crisis de la que incluso hoy se pregunta cómo podrá salir. .
b) La información está a la vista de todos, se paga por la contextualización:
Si la sociedad con acceso a plataformas digitales quiere informarse, abundan alternativas para hacerlo.
Un tuit puede contener el qué
Un hilo realizado por un especialista en determinado tema sintetiza el qué y lo acompaña con datos y análisis que están disponibles de forma gratuita.
Los medios fundamentados en alcance consignan el qué con rapidez.
Si hacemos búsquedas en Google de los grandes temas, encontraremos cientos o miles de resultados con un producto final ( noticia) muy semejante entre sí.
El medio de paga, por estrategia de adquisición, tiene que compartir datos y hechos clave de sus piezas de contenido para hacer ver su valía.
Y si no, los medios gratuitos se encargan de retomarlo.
El problema entonces no sería la ausencia del qué, sino la falta de contextualización, lo que me lleva a mi tercera reflexión.
c) El muro de pago genera deseos de profundizar en el consumo de contenidos:
Comenzaré por decir que para mí tendría que abolirse el término “muro de pago”.
Ese término separa, restringe y habla de una especie de castigo para quienes no están dispuestos a pagar o no están en condiciones de pagar.
Sugiero el término “franja de lealtad”.
¿Por qué?
Porque la decisión de invertir o no en un contenido tanto de un creador como de un medio depende básicamente del nivel de lealtad e interés que tenga una persona en el autor de esas piezas de contenido.
Que el usuario invierta por un contenido en esa franja de lealtad lo compromete a profundizar en su consumo.
Si paga y valora ese esfuerzo, intentará darse el tiempo para aprovechar el producto o servicio que está adquiriendo.
Como pasa con los gimnasios, habrá quienes abandonen y den de baja su suscripción, pero habrá otros que harán del consumo periodístico un hábito.
Y es mejor tener unos cuantos que lo hagan que una sociedad que borra de su agenda el consumo de periodismo y contenido a profundidad.
d) Para triunfar como industria, el buen periodismo debe convertirse en objeto del deseo:
Nike y Apple no son marcas baratas, pero sí son masivas.
Lo consiguen a partir de un posicionamiento que apunta al poder adquisitivo alto pero que también conquista a sectores más bajos.
El periodismo no va a triunfar comparando el valor mensual de su producto con el valor de comprar un six de cerveza;
Tampoco llamando a la comparación con lo que se paga por Netflix.
Esa técnica es tan fallida y lastimera como el creador que pide el favor de que lo apoyen para seguir haciendo el contenido que le gusta.
Las decisiones de compra de la gente no son objetivas.
El six de cerveza se disfruta en el momento; el buen periodismo no tiene nada qué hacer en una comparación de ese tipo.
El periodista y los medios, como los creadores, han de agregar valor con tal nivel de contundencia que a la gente le parezca indispensable pagar por él.
Y ahí va implícita tanto la calidad como el status que se genere.
El New York Times es una marca de calidad, pero también de status.
No es lo mismo que lo diga cualquiera a que lo diga el New York Times.
Y guste o no, los medios con mayor posibilidad de triunfo serán los que generen FOMO, los que acaben con la utopía del medio que es para todos.
Yo sufro si no leo Axios, si me pierdo algo de The Information, o si no leo una pieza de la que todos hablan en el NYT.
Y entonces, como con Nike o con Apple, estoy dispuesto a pagar/invertir con tal de ser parte.
e) Las suscripciones generan mejores ecosistemas:
El reconocimiento al trabajo periodístico permite:
1) Organizaciones periodísticas con el propósito antes que con urgencias comerciales
2) Mejores condiciones para quienes laboran en ese medio
3) Colocar al lector antes que a los algoritmos
Hasta aquí hablamos de beneficios en la producción del contenido y en la calidad de lo que va a recibir el lector, pero faltan otros elementos que serán clave para la existencia del medio como comunidad
4) Mejor interacción entre lectores y de estos con los periodistas
5) Conciencia de responsabilidad en lo que cada uno comenta y opina, dado que se conoce nuestra identidad real
6) Por tanto, se hace posible devolver el diálogo a una industria que pese a la horizontalidad de la comunicación en digital, había optado por verticalizarse más que nunca para evitar el spam y las ofensas entre miembros de su audiencia
Nótese el absurdo, donde abunda la información, escasea el diálogo, que entonces se enviaba a las redes sociales, plaza pública en que se cancela al más débil
f) El acceso al buen contenido siempre había sido pago:
En su momento, los libros fueron para las élites
Los servicios especializados en torno a una industria han sido siempre de pago.
Incluso accesibles sólo para corporaciones más que para individuos.
La gente ya pagaba por revistas y diarios
Hasta que se nos ocurrió que digital debía ser gratuito
Para más de ese error histórico, les sugiero leer mi libro: Panmedials, los medios de la pandemia
g) El periodismo pago desbloquea información inaccesible bajo la gratuidad:
Como he dicho, la información, una vez descubierta, termina siendo de acceso libre
Si no es el medio pago que la habilita para que los lectores puedan consumir la historia sin costo, alguien retoma la información en redes u otros medios se encargan de hacerlo.
Entre más periodistas e insiders tengan posibilidad de dedicarse a las historias que importan, más información saldrá a la luz.
Sí para los que pagan, pero también para los que utilizan ecosistemas gratuitos.
Nota personal: las suscripciones son, sin duda un mejor punto de partida para la industria, pero no soy tan optimista respecto a que muchos vayan a lograrlo.
En este tuit resumo el por qué. Querer ganar dinero de tus lectores, no significa que hayas demostrado querer a tus lectores.
Profundizo aquí en esa problemática:
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La Creator Economy: historias y briefing diario sobre la economía de los creadores que está cambiando al mundoNews de News: Todo sobre Newsletters
Desde el metaverso: el futuro de nuestra existencia digital
¿Qué hacer para mejorar el periodismo gratuito?
Aquí algunos puntos clave:
1) Exigir mejores medios públicos:
En la teoría, el gobierno tendría que ser el primer interesado en hacer llegar a la sociedad la información que necesita.
El problema todos lo conocemos: los medios públicos se utilizan como aparatos ideológicos y de propagando antes que como canales de información objetivos y plurales.
2) Impulsar el consumo consciente de medios:
La sociedad tiene que aprender a evaluar el contenido que está consumiendo.
De ahí va la importancia mundial que está adquiriendo la alfabetización mediática e informacional.
Pero más allá de juzgar si una pieza es verdad o mentira, ha de ejercitarse el deseo de la sociedad por saber más, por estar mejor informada, por entender el contexto de lo que pasa.
Si se logra eso, habrá mejores condiciones para la prensa en general, tanto la de paga como la gratuita.
Como ocurre en los países con mayor penetración de la prensa (Noruega, Suiza, Dinamarca), donde el deseo de consumo también se manifiesta en mayor número de lectores pagos.
Lo cuenta Miguel Carvajal en este hilo.
3) Impulsar ejercicios periodísticos que trascienden, no publicaciones de escasa repercusión:
Se ha vuelto costumbre que el periodismo gratuito sea sufragado por fundaciones o plataformas tecnológicas.
Pero esta dinámica suele tener algunos problemas:
a) Conflicto de intereses:
Se critica que un gobierno invierta en un medio privado pero se consiente que Facebook o Google apoyen a un medio.
No sería relevante de no ser por qué las Big Tech son de algún modo los nuevos gobiernos.
Y cada vez más han de ser vistas como fuerzas políticas sin fronteras que persiguen sus propios intereses.
b) Escasa trascendencia:
Se entiende que calidad no es directamente proporcional a alcance.
Pero son muchos los apoyos que se están yendo a organizaciones periodísticas que quizás cumplen con hacer periodismo de calidad, pero que no cuentan con la distribución necesaria para que su periodismo en verdad trascienda.
Lo saben las fundaciones y plataformas que apoyan el periodismo.
Si se quiere generar un impacto han de hacerse esfuerzos coordinados, incluso respaldados por grandes medios.
Para que esos ejercicios no terminen siendo más que una estrategia reputacional de las Big Tech y un salvavidas para periodistas, ha de ponerse la distribución en el centro.
Aquí más sobre ello:
4) Demandar mejores criterios a las Big Tech:
En la medida en que las grandes plataformas, en particular Google por su monopolio en buscadores, sean capaces de dar mayor valor a quien genera contenido de valor en vez de a quienes dominan el algoritmo, la sociedad se verá beneficiada.
El problema no pasa tanto por el qué, abundante en oferta, sino por la falta de priorización a contenido especializado, tanto de medios gratuitos como pagos.
Una oportunidad evidente para todos pasa por Google entendiendo que la Creator Economy está dinamitando el valor del generalismo.
Como analogía, Bitso se vale de patrocinar equipos de futbol para hacerse mainstream, pero sus usuarios estarán mejor informados una vez que lleguen a las fuentes que profundicen en la compra de criptomoneda.
El generalismo es awareness, los creadores y medios de nicho contextualizan y convierten a espectadores incidentales en lectores maduros.
Google ha de incentivarlos.