El inevitable choque entre CNN y el New York Times: el lifestyle envuelve a las noticias
Ante tanto estrés, los medios han de buscar el bienestar de su audiencia
Storybakers:
Meredith Kopit Levien, la CEO del New York Times lo tiene claro: “We want to be an essential daily habit for our readers”.
Sabe que para convertirse en ese hábito del que habla, el NYT ha de consolidarse como una empresa de lifestyle con énfasis en noticias.
El Times es periodismo, pero también crucigramas, deportes, series de ficción y no ficción para plataformas de streaming, documentales, recetas de cocina y todo lo que está por venir.
CNN, en vísperas del lanzamiento de CNN+, apunta invariablemente a lo mismo: a ser una empresa de lifestyle que tiene como ángulo principal las noticias.
Eva Longoria protagonizará Searching for Mexico, una serie de seis episodios que la mostrará viajando a distintos puntos del país y probando su comida.
El show es un spinoff de Searching for Italy con Stanley Tucci, quien será productor ejecutivo de la serie de Longoria.
Andersn Cooper, dentro de sus múltiples espacios en CNN y CNN+, conducirá “Parental Guidance”, show semanal en el que entrevistará a especialistas en materia de paternidad que responderán preguntas enviadas por los suscriptores.
Scott Galloway conducirá su propio show, en el que cubrirá la intersección entre los negocios, la tecnología y su impacto en la sociedad.
Jake Tapper tendrá su propio Book Club, que incluye tanto el show en CNN+ como un newsletter en el que su comunidad podrá recibir recomendaciones de libros, así como anuncios previos y memorias sobre las entrevistas que realice a a autores y personajes relacionados a las historias de los libros que analizará.
Frente a la necesidad de crear valor a largo plazo, y aunque CNN+ también promete un seguimiento en vivo de las noticias paralelo a lo que ya hace en su señal de cable, queda claro que la apuesta va por el lifestyle, con la intención de consolidar propiedad intelectual y de convertirse en un catálogo de contenidos lo suficientemente atractivo para atraer suscriptores.
A partir de este 29 de mayo, cuando CNN+ sea lanzado a un costo mensual de 2.99 dólares mensuales y de 5.99 dólares a partir de la quinta semana), quedará más claro que nunca que los caminos de CNN y el New York Times terminarán encontrándose en una batalla que ya no sólo será por informar mejor, sino por entretener mejor, por encajar como hábitos en la vida de personas que llegan a un medio de comunicación buscando contenidos que les agreguen valor en múltiples aspectos, no sólo en el descubrimiento del qué de una historia.
Esa máxima, aunque parezca exclusiva de los grandes presupuestos, tendría que estar presente en todos los medios. En breve explicaré por qué…
Al catálogo de nuevas producciones de CNN+ se sumarán producciones icónicas que hasta ahora habían sido parte de HBO Max, como el propio show de Stanley Tucci y las recordadas travesías culinarias de Anthony Bourdain alrededor del mundo.
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Desde el metaverso: el futuro de nuestra existencia digital
CNN+ se inspira en podcasts y newsletters: se consolida el poder de lo transmedia
La necesidad de informarse en vivo se mantiene, pero sólo cuando se trata de grandes eventos.
Se necesita de quien cubra conflictos armados como el de Rusia y Ucrania.
También de medios que tengan la información al momento de lo que ocurre cuando estalla una pandemia.
O de quienes den a conocer un atentado o siniestro.
Pero en estos tiempos de saturación informativa, esas curvas hacia arriba en el consumo de noticias son más la excepción que la norma.
Para todo lo que no tiene grandes implicaciones están Twitter y las demás redes sociales.
Y si no, medios que replican una y otra vez las mismas historias contadas de la misma manera.
Además, la capacidad de asombro de los seres humanos se ha diluido.
Sí, nos impacta que estemos en guerra, pero porque la habíamos descartado como posibilidad.
De ahí en más, con la pandemia como esa novedad tan duradera que terminamos fastidiados de consumir información sobre ella, es cada vez más difícil que una persona se obsesione con transmisiones en vivo de hechos noticiosos.
Por eso, CNN+, el proyecto que sustentará el futuro de CNN, sustenta su apuesta en la creación de contenido accionable (como entrevistas a grandes líderes que compartirán lecciones que la audiencia puede llevar a cabo), de autor (como Scott Galloway y Eva Longoria haciendo lo que también podrían hacer en un canal de YouTube o en un podcast, como de hecho Galloway lo hace) y transmedia (como el club de lectura de Jake Tapper que incluye un newsletter para que sus suscriptores entiendan su vínculo con el show en su bandeja de correo).
El de Tapper no es el único newsletter que inspira o forma parte de la parrilla de programación de CNN+.
Kate Bolduan conducirá 5 Things, show matutino que construye sobre la franquicia iniciada con el newsletter del mismo nombre y que también incluye un podcast.
Brian Stelter presentará Reliable Sources, nueva versión de su show de CNN, podcast y newsletter.
Y si pensamos en lo que funciona en el mundo del podcast por su naturaleza íntima, conversacional y cercana, CNN+ tendrá el show de Rex Chapman, ex jugador de la NBA que entrevistará a celebridades y atletas sobre cómo convertirse en un héroe cotidiano.
Para CNN+. como para el New York Times en su nueva faceta, consignar el qué es apenas una de las capas a ser cubierta.
El foco está más bien en generar una oferta que constituya un catálogo de contenidos que satisfagan múltiples necesidades de una misma persona.
Esas necesidades pasan sí por la necesidad de información, pero también por la necesidad de comprensión (alguien que contextualice y dimensione las historias), de realización (ideas, conceptos y guía sobre lo que puede hacer para bien de su vida personal y profesional) de estilo de vida (dónde ir a comer, qué libro leer, qué ropa está en tendencia) y de entretenimiento (a dónde viajar, qué música escuchar).
Ahora lo que prometía líneas arriba, ¿por qué todos los medios han de incorporar ese pensamiento?
La urgencia de medios que procuren el bienestar de sus lectores
Ante la guerra, como ante la pandemia, especialistas han vuelto a preguntarse qué hacer para evitar que las noticias afecten nuestra salud mental.
Para muchos, la cuarta ola de la pandemia no pasa por una nueva cepa, sino por la afectación a nuestra salud mental como una sociedad que ha quedado traumatizada.
Si a ese alto en el camino que significó la pandemia, con todo y la nueva normalidad en que vivimos, se suman los efectos de una guerra insospechada y la polarización en la mayor parte de la sociedad, los efectos para la salud mental son devastadores.
Confieso que yo mismo lo he padecido a últimas fechas.
El mayor logro que puedo atribuir al actual gobierno mexicano es el de haberme politizado.
Vamos, no es que antes ignorara la política, pero desde mi perspectiva todo se está haciendo tan mal en estos momentos que me he vuelto activo en el consumo de noticias y opiniones sobre lo que hace o dice el presidente de México.
Despierto para enseguida ir a Twitter a leer trending topics que no encajan con mi visión de la realidad.
Hoy, día exacto en que se inaugura el fallido nuevo aeropuerto internacional mexicano (que ha tenido que acudir al gobierno venezolano para tener un vuelo cada quince días y así poder colocarse la etiqueta de aeropuerto internacional) me descubro desgastado y ansioso por el hashtag #AIFAOrgulloNacional.
Ese hashtag que se convirtió en trending topic presenta miles de posteos con los que no concuerdo.
El problema es que los seres humanos ya ni siquiera nos estamos desgastando ante los hechos, sino también ante las opiniones de personas que no conocemos, personas que en muchos de los casos ni siquiera existen dado que son bots creados por los propios gobiernos o por sus respectivas oposiciones para incidir en la opinión pública.
Los medios también caen en el juego.
En vez de procurar el bienestar (palabra que la propaganda gubernamental mexicana se ha encargado de desprestigiar), se concentran en replicar una y otra vez lo que dicen los políticos mexicanos.
Ese ejercicio de consignación lleva a que las personas estemos encerradas en una cámara de eco de la que no podemos escapar, provocando con frecuencia que estemos molestos, enojados o preocupados por algo que de momento no está en nuestras manos.
Como negocio, a los medios les conviene asumirse como empresas de estilo de vida.
Hay más dinero detrás de agregar valor que detrás de consignar lo que ya se ha dicho.
Como servicio a la sociedad, a los medios les conviene tomarse su tiempo para dar a conocer lo que se desconoce y agregar valor multifactorial para la vida de las personas.
El podcast, el newsletter, ahora CNN+ y hasta el New York Times se han propuesto ser una especie de rincón tranquilo en medio de tanto ruido.
A los medios les convendría más estar de ese lado que como meros repetidores de la ya de por sí nociva atmósfera de las redes sociales.
El lifestyle puede incluir a Eva Longoria en CNN+, pero también la escritura dedicada de un periodista al que se le da el tiempo y la confianza necesaria para crear un producto de autor que alimenta sanamente a su audiencia.
Ya va siendo hora de que los medios asumamos que hemos de ser los “nutriólogos” que guían el consumo de contenidos, que apoyan a la sociedad para que encuentre aquello que le puede hacer bien a su salud mental.
Los seres humanos somos también lifestyle acompañado de un interés natural por las noticias.
Pero no somos sólo ni principalmente noticias…
Me ha gustado mucho, Mauricio. Muchas gracias. Me quedo con esta frase: "El problema es que los seres humanos ya ni siquiera nos estamos desgastando ante los hechos, sino también ante las opiniones de personas que no conocemos". Un abrazo desde Dubai