Eleven Labs Iconic Voices: medios y creadores compiten contra los vivos y contra los muertos
Storybakers:
A la sobrepoblación de medios y creadores habrá que sumar a los muertos.
Ya no sólo para repasar su obra pasada.
También para conocer su nueva obra.
O sus nuevas expresiones creativas aún después de morir.
La más reciente manifestación de ese encuentro creativo entre la vida y la muerte la ha producido Eleven Labs a través de Iconic Voices.
Un anuncio que se suma al reciente lanzamiento de su app de lectura para poder escuchar pdfs, newsletters, e-books, artículos y cualquier texto desde nuestro smartphone.
A ese golpe quirúrgico que ya de por sí representa el lanzamiento de un producto que funge como la mejor vitrina para demostrar todo su potencial en la clonación de voces, le ha sumado un acuerdo con artistas icónicos para que estos se encarguen de dar lectura a los textos solicitados por los usuarios.
En Iconic Voices se incluyen por ahora las narraciones de Judy Garland, James Dean, Burt Reynolds y Sir Laurence Olivier.
Judy Garland, por supuesto, puede narrar El Mago de Oz.
Sir Laurence Oliver también puede narrar Sherlock Holmes.
El acuerdo lo firmó con CMG, la empresa que representa la obra y legado de estas figuras fallecidas hace unos años.
Más allá de la novedad que tarde o temprano terminará en normalización, el anuncio no estuvo libre de controversia.
Distintos medios y usuarios se encargaron de recordar cómo Judy Garland fue explotada por su madre para poder mantenerse despierta en sesiones de grabación de hasta 72 horas.
Lo mismo ocurrió en Brasil cuando Volkswagen “revivió” a Elis Regina para reunirla con su hija María Rita.
En ese caso, historiadores y la audiencia misma recordaron que Elis Regina en vida se había expresado en contra de las grandes corporaciones y a favor de los sindicatos.
Argumentaron entonces que la obra y los ideales de Regina podían verse comprometidos a partir de una decisión que no fue tomada por ella.
El tema escaló a grado tal que fue elevado al Congreso para intentar dar con una regulación que otorgue derechos y protecciones a la obra y el legado de personas ya fallecidas.
Más allá del debate ético que representa, Eleven Labs ha tejido una estrategia maestra para intentar convertirse tanto en el gran generador de voces a través de inteligencia artificial como en el lugar en que esas narraciones de voz se consumen.
Si se consolida su oferta, Eleven Labs podría apuntar también a ser una aplicación de audiolibros que compitiera con Audible, con Spotify, con Storytel, y con cualquiera que se encontrará en dicho mercado.
A nivel periodístico, Eleven Labs emerge como potencial competidor de Audm en su integración a la app de audio del New York Times.
A mayor calidad en el catálogo de voces, mayor oportunidad de convertirse en la aplicación por excelencia para pasar del texto al audio.
Para los creadores, Eleven Labs será también una nueva forma de expresión creativa.
Un escritor, por ejemplo, podría diseñar una voz que recomiende para dar lectura a su obra.
En un futuro, con total certeza, se normalizará la inclusión de múltiples voces relatando la misma obra.
Los creadores y los propios usuarios tendremos una especie de casting permanente para determinar exactamente qué es lo que queremos tanto para escuchar la obra de un tercero como para relatar la propia.
Son tiempos apasionantes para crear.
Pero también tiempos turbulentos.
Porque a la competencia en un terreno sobrepoblado de creadores en vida, habremos de sumar a los artistas que aún muertos logran trascender.
Si nos ponemos existencialistas, la inteligencia artificial también dará un nuevo sentido al concepto de inmortalidad y legado.
Si ya antes nuestra potencial aspiración era escribir o participar en una obra que fuera consumida aún después de muertos, ahora podríamos obsesionarnos por ser objeto de interés para que alguien decida mantenernos vivos a través de la inteligencia artificial.
Trascender más allá de la vida cobra un nuevo significado a través de la tecnología.
Cada quien decide si se agobia o lo disfruta.
O si será siempre un poco de las dos.