Fallece Oscar Yasser Noriega, pionero de la prensa de videojuegos y emprendedor serial
Oscar Yasser Noriega tuvo una trayectoria notable dentro de la industria mexicana de los medios y el sector de videojuegos. Para empezar, fue un pionero de emprender medios en internet al comenzar Limit-X en línea y sólo de manera posterior, complementarlo en papel con la revista Atomix sin descuidar nunca la parte digital.
Ayudó a iniciar la primer conferencia de videojuegos en México, el Electronic Game Show, que incluye la hazaña de organizar al sector e incluso conseguir patrocinadores de alto calibre, junto a sus socios.
Cuando el impacto del papel y sus finanzas apretaban, Akira tomó decisiones complicadas como cancelar la versión impresa de Atomix y meter toda la carne al asador en el sitio web y experiencias propietarias para iOS. Con éxito y demostrando que fue la mejor decisión.
Si hoy los contenidos en televisoras comunes (Azteca, Imagen, Televisa) sobre videojuegos apenas despegan y la verdad no son tan comunes en relación al alcance de dicha industria, el buen Oscar apostó por el formato de múltiples maneras:
Atomix TV en Canal Once, con un contenido de calidad en televisión pública y con sinergía comercial en la distribuidora GamePlanet.
Atomix TV en su versión sólo para web, experimentando con reproductores dedicados antes de que YouTube pudiera albergar contenido de tamaño extendido o hubiera partners.
Nerdcore Podcast y Nerdcore clásico, antes de que los streams y los podcasts fueran la normalidad. Hace más de 10 años.
Además, desde México impulsó que se desarrollarán alternativas a los builders de revistas digitales (contrario al pack carísimo de Adobe que usaban en Conde Nast, por ejemplo, para iPad) e incluso probó el caso con Atomix Mag, un ejercicio celebradísimo sobre lo que debía ser una revista interactiva para el nuevo siglo.
Eso, en cuanto a medios de comunicación. Porque incluso tuvo la misma general idea que Snapchat: poner filtros interactivos en las caras de las personas, pero esa es otra historia. Al final, dicha compañía (que la armó en Japón, otra de sus grandes pasiones) fue vendida y regresó a América para seguir experimentando en innovación.
Y ni hablar de cómo en tiempo récord hizo muchísimo por el desarrollo de videojuegos en México. ¿Los juegos de la AAA y el Chavo del Ocho? Akira tuvo un rol ahí, junto a sus socios.
Descansa en paz, gigante.