Inteligencia artificial: el nuevo ángel y demonio de los medios
Inteligencia artificial: el nuevo ángel y demonio de los medios
Y cómo, de nueva cuenta, las redacciones nunca volverán a ser las mismas
Storybakers:
Hoy el tema me lo dicta la agenda.
Dado que a las 11:00 am (Tiempo del centro de México) estaré hablando sobre el rol de la inteligencia artificial en los medios he decidido que ustedes me acompañen en la reflexión.
Se trata de una que parece distante pero que hace rato ya que nos toca.
No seríamos tan adictos a TikTok si no hubiera montado el algoritmo más inteligente del que se tenga memoria.
Y por tanto el más poderoso.
Se estima que después de una o dos horas de ver videos ya tiene un perfil elaborado sobre lo que nos gusta y sobre lo que no.
Aunque muchas veces el que es ajeno a TikTok podría desestimar lo dicho, queda claro que lo suyo es mucho más efectivo que el motor de recomendaciones de Instagram que tanto hizo enojar a las Kardashian.
Ankur Patel explica a la perfección por qué la inteligencia artificial es más efectiva para entender la personalidad de alguien que cualquier otro ser humano.
Connie Chan le adjudica a TikTok el mérito de ser el primero que hace de la inteligencia artificial el producto.
"TikTok is the first mainstream consumer app where artificial intelligence IS the product. It's representative of a broader shift." (Source)
Que si aquello es positivo o no es debatible.
A estas alturas es mejor que una plataforma nos muestre contenido que nos gusta que uno que no nos guste.
Pero como consecuencia llega la adicción.
La obsesión que nos hace quedarnos por horas.
Y el conocimiento que les entregamos a las plataformas para que con nosotros hagan lo que quieran.
Incluso sembrarnos ideas e intereses que se supone que conocen de nosotros pero que en realidad podrían estar incubándonos.
¿Llegará el momento en el que TikTok nos conozca mejor que nosotros mismos?
Ben Smith, aún en el New York Times, por ejemplo, retoma la historia de una mujer que asegura que TikTok entendió su sexualidad mejor que ella misma.
TikTok lo hace a través de tres elementos clave:
a) Visión artificial
b) Procesamiento de lenguajes naturales
c) Metadata
¿Iluminador? Sí, pero también atemorizante.
Como pasa también con el uso de imágenes generadas a través de la inteligencia artificial.
Un primer vistazo apunta a que de esa forma se hará más sencillo ilustrar contenido sin tener que pagar a una agencia o una colección de imágenes de stock.
Hipertextual, Chequeado y otras organizaciones ya lo están haciendo.
Se trata de un avance que todos hemos deseado en algún momento.
En Medium o en Substack, por ejemplo, e incluso para cuando queremos imágenes que utilizar de fondo en TikTok y otras redes de formato vertical, es un punto de dolor para los autores.
Tras escribir miles de caracteres o invertir tiempo escribiendo un guión, el mayor desafío pasa por encontrar una imagen libre de derechos que además no te haga ver como un comodino que ha elegido una imagen digna de la peor presentación de PowerPoint en la historia.
Entre más se democraticen las posibilidades de publicación de contenido, más equitativo será el terreno para los creadores del mismo.
Pero claro que habrá damnificados.
En un futuro cercano podrían verse afectados fotógrafos y personas que trabajan en bancos de imágenes.
Por ahora podría decirse que están más o menos a salvo.
Pasa que quienes hemos utilizado alguna herramienta de imágenes creadas por inteligencia artificial a partir de texto hemos visto las inconsistencias.
A veces el resultado son dedos cortados u omitidos.
Otras imágenes que se distorsionan a tal nivel que resultan incomprensibles.
Pero eso se acabará resolviendo.
Y si bien aún habrá que pagar por el servicio.
La cifra es radicalmente menor.
Como lo cuenta Pau Garcia
El mismo Garcia ha escrito un hilo a detalle sobre lo que implica el uso de herramientas como Dall-e y la evolución que tendrá.
No es menor que los propios creadores de la plataforma jueguen con el recuerdo de Wall-e para dar con su nombre.
Esa película, aunque infantil, se ha demostrado como una de las de mayor clarividencia.
Junto a Ready Player One, es quizás la que mejor manifiesta la relación entre los humanos y la tecnología.
En Ready Player One por el traslado de ésta al metaverso frente a las complicaciones del mundo que conocemos.
En Wall-e mediante la demostración de una sociedad pasiva que se ciñe a los intereses de una gran corporación.
La tecnología revoluciona los medios en cada una de sus facetas.
Aporta claridad en conocimiento de audiencias, en retención y en elaboración de muros de pago.
Democratiza alternativas para ilustrar contenidos por medio de imágenes.
Y permite también automatizar la publicación de contenidos.
Lo que aún está por verse es cómo se acomodan las redacciones y los creadores a estas nuevas realidades.
Los algoritmos, al final, operan para las plataformas que los crearon.
Y ellas se encargan de diseminar el contenido de los creadores que les convienen.
Al tiempo que esos creadores ganan fama, el algoritmo los pone como muestra para que otros se monten a hacer exactamente lo mismo.
De ese modo los algoritmos se quedan siendo únicos.
Los creadores, en cambio, cada vez se parecen más entre sí.
Una de tantas consecuencias del avance tecnológico que está ya tomando por asalto las redacciones.
Para bien y para mal.
En Panmedials, los medios de la pandemia, hago un repaso a las decisiones que llevaron a los medios a su estado de crisis actual.
Propongo también un camino a seguir para salir de esa pandemia en la que nos metimos.
Adquiere aquí Panmedials, los medios de la pandemia, en versión física o digital.
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