Jack Dorsey confiesa los conflictos existenciales de Twitter
Se sabe que Facebook experimenta tantos conflictos existenciales que acabó queriendo ser como Snapchat. También que Instagram hizo lo mismo. Ahora es Twitter el que por otras razones se plantea cambiar para hacer un bien a la sociedad.
Como parte del Wired 25 Summit, Jack Dorsey reconoció que al interior de Twitter se preguntan qué deben hacer para incentivar una conversación sana. Reconoce que la obsesión por los followers y los likes provoca que la gente priorice el alcance y la popularidad sobre los mensajes que benefician a la sociedad.
“Muchas personas vienen a Twitter y no ven un servicio. Ellos ven lo que parece una plaza pública y tienen la misma expectativa que en una plaza pública, y eso es lo que debemos corregir”, dijo Dorsey para enseguida reconocer que aún no tiene las respuestas sobre cómo lograr que la plataforma contenga discusiones sobre los temas que verdaderamente deberían tener prioridad, como el cambio climático o la pobreza.
Las innovaciones de Twitter, obra de los usuarios
Dorsey advirtió que los cambios podrían ser profundos. Llegar incluso a seguir temas en vez de personas específicas. Pero también recordó que las principales innovaciones de Twitter se produjeron a partir de lo que los usuarios hicieron con la plataforma.
“Cuando iniciamos la compañía, no estábamos pensando acerca de esto. Una de las cosas interesantes sobre Twitter ha sido este experimento de crear con otros. El hashtag, los hilos, el tuit, todos han sido inventados por la gente utilizando nuestro servicio, no por nosotros”, mencionó Dorsey.
Instagram y YouTube también tienen problemas
No sólo Jack Dorsey pierde el sueño por la responsabilidad social que acarrea su plataforma. La CEO de YouTube, Susan Wojcicki asumió la responsabilidad de garantizar que el contenido mostrado en la plataforma cumpla con las políticas de publicación y con lineamientos para combatir el trolleo y la desinformación.
Explicó que al día de hoy YouTube cuenta con más 10 mil moderadores de contenido, la mayoría dedicados a remover videos que violan las reglas comunitarias de YouTube. Según su reporte, en el segundo cuarto de este año, los moderadores y la inteligencia artificial que han desarrollado les permitieron remover 10 millones de videos, con un 75% de ellos sin siquiera haber alcanzado una reproducción.
Por su parte, Kevin Systrom, fundador de Instagram y quien hace unas semanas saliera de la empresa a partir de supuestas diferencias con Mark Zuckerberg respecto a las estrategias de crecimiento del producto, aceptó que las plataformas sociales están aprendiendo lo que significa tener la responsabilidad de alcanzar a miles de millones de personas en un instante.
Descartó sentirse culpable por haber creado una plataforma a la que ahora se le señala de permitir el acoso, como publicó The Atlantic hace unos días, En su opinión, Instagram resolvió un problema social desde que fue concebido. “Las fotos carecían de calidad y la gente estaba insegura de compartir sus fotos, nosotros añadimos filtros”.
Systrom, que negó haberse peleado con Zuckerberg, aseguró que la solución a los problemas de acoso en Instagram en realidad es más simple de lo que parece. “Sólo tenemos que enfocarnos en los seres humanos y en los problemas que tienen”. Claro, lo dice a la distancia, cuando el problema ha dejado de ser suyo.