Kings League: el sports reality show llega a la TV
Kings League: el sports reality show llega a la TV
Y por qué sigue provocando reflexión en el deporte tradicional
Storybakers:
Escribo este envío desde Sevilla.
Estoy aquí para impartir un módulo sobre periodismo emprendedor en el Máster de la CNN Academy en la Universidad Loyola.
Los días fuera de México me han llevado a reflexionar sobre lo que me provoca la Kings League.
Y sobre lo que provoca en miles de aficionados que aunque sea van por la vida con una cosquillita inusual por saber cómo ha quedado tal o cual partido.
Pero antes de ir a ello los invito ver el más reciente episodio de Upload Inc.
Va sobre los podcasts nominados a los Ondas Globales.
Tuve oportunidad de ser jurado.
Y aquí una reflexión que hice apenas unas horas después de haber dado a conocer a los ganadores.
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La Kings League llega a la TV.
El deporte protagonizado por creadores sigue aterrizando en las pantallas de siempre.
Y en los deportistas de siempre.
Y en los periodistas de siempre.
Y en las audiencias de siempre.
La Kings League ha empezado como debía.
En su nicho, con su narrativa y con su audiencia base.
A diferencia de la XFL de The Rock, Piqué entendió que su formato necesitaba narrativas más allá del deporte para trascender.
La oportunidad del nuevo deporte no pasa tanto por la calidad competitiva como por la relevancia cultural.
Y ahí la Kings League hace pedazos a lo que la XFL ofrece en Estados Unidos.
La Kings League es un Big Brother en el que cada presidente tiene algo que decir.
Contrasta esa postura con la del deporte profesional en la que casi toda expresión de rivalidad está prohibida.
Mientras la Kings League se vale de las discusiones entre presidentes y medios y creadores lo retoman sin destruir, en la Liga MX se ataca al delantero estelar del América por festejar “marcando territorio” en la portería de las Chivas.
La Kings League acertó en construir su audiencia mínima viable con su producto mínimo viable.
Le habló a cada una de las 12 audiencias de los creadores presidentes.
Cuando ese primer impacto comenzó a estabilizarse, se valió de la presencia esporádica de jugadores de renombre para tener picos de audiencia.
En ningún caso, salvo hasta cierto punto con el regreso del Kun Agüero a las canchas y con la presencia de Joan Capdevila en Los Saiyans de TheGrefg, el jugador número 12 (como se le llama al jugador invitado a un partido en particular) ha marcado diferencia en la cancha.
Pero la aportación de Ronaldinho, Chicharito, Raúl Tamudo, el propio Kun Agüero e Iker Casillas ha estado en la notoriedad mediática.
As, Marca, Récord, Olé… todas las grandes cabeceras de habla hispana han tenido espacio para la Kings League.
La competencia de Piqué tiene a sus propios analistas y especialistas para los que son hardcore fans.
Me considero entre ellos tanto a nivel analista como a nivel consumidor.
Pero también encuentra en los medios tradicionales de deportes ese escaparate para sumar nuevos aficionados.
Los medios tradicionales caen en el anzuelo.
Algunos hasta se montan creando el fantasy league de la Kings League como ha hecho Marca.
Otros tantos llevan el minuto a minuto de cada jornada.
Pero lo más atractivo de la Kings League está por verse en estos días dado que por un momento la atención irá sobre el resultado deportivo.
Se vienen las finales en el Camp Nou de Barcelona.
Y por tanto la atención a los futbolistas que de a poco se han ido haciendo relevantes aunque al principio fueran desconocidos por la mayoría.
En la fórmula de éxito de la Kings League los futbolistas sí que tienen valor.
No han sido lo más relevante.
Quizás nunca lo serán.
Pero entre las finales y el mercado de fichajes que vendrá en próximas semanas se construye un tercer pilar que consolida la oferta de la Kings League como nuevo entretenimiento deportivo.
Los creadores con su comunidad bien enganchada fueron el punto de entrada.
Los jugadores de renombre fueron el caramelo que necesitaban los medios de siempre para acercarse al nuevo futbol.
Los futbolistas, respaldados por toda la narrativa construida desde los presidentes/creadores y por tanto desde las comunidades, complementan el circo de tres pistas.
Estos tres pilares se intersectan en la conversación.
Una que además tiene sus tiempos muy bien marcados para que siempre haya algo en torno a la Kings League.
La previa de la jornada con pique entre presidentes.
Los salseos después de la jornada.
Los clips de la polémica en cada juego socializándose sin restricción en las redes.
Los futbolistas convirtiéndose en streamers porque también detectan su oportunidad.
Los árbitros siendo parte del show.
El ruido ha sido tanto que tarde o temprano la televisión tenía que levantar la mano.
Anuncia Piqué que las finales serán transmitadas por TV-3 en Cataluña.
Que habrá transmisión en vivo del Final Four en el Camp Nou.
Que antes se presentará un documental de 30 minutos con el propio Piqué en su nueva vida después del futbol.
Y de paso, en su nueva vida después de Shakira.
Piqué en la Kings League es como Dana White en la UFC.
O como Vince McMahon en la WWE.
La Kings League ha tenido tal efecto que ha puesto en rol protagónico a Twitch entre grandes celebridades latinoamericanas.
Luis García, presentador deportivo estrella de TV Azteca en México, ya ha anunciado sus intenciones de convertirse en streamer para encajar en la Kings League.
Su hijo, como el de Shakira en su colaboración con Bizarrap, ha sido clave para que terminara enganchado con el nuevo futbol.
Desde que se anunció el próximo lanzamiento de una Kings League en México, creadores de todas las plataformas han expresado su deseo de ser parte.
La Kings League ha empezado por conquistar a los que no por fuerza consumían el futbol tradicional.
A los gamers, a los que siguen los e-Sports, a los que escuchan a los casters.
Pero ha terminado por encontrar a un grupo de aficionados al futbol que reconocen que hay otras formas de vivir el juego.
Y de ahí también han llegado las celebridades de plataformas tradicionales que se montan a la tendencia.
Lo de la Kings League en televisión será histórico.
El paso natural será que aquello no sea la excepción sino la norma.
Que televisoras paguen por tener los derechos de transmisión en distintos mercados internacionales.
Que lo hagan también por La Velada del Año.
O incluso por los Squid Craft Games.
El nuevo futbol comparte espacio con el viejo futbol.
No le compite, lo complementa.
Estarán los que sólo vean la Kings League o la Queens League.
Estarán los que vean la Kings League y el futbol de siempre.
Y estarán los que sigan concentrados en el futbol de siempre.
Lo que ha hecho Piqué es demostrar que se pueden instalar pasiones, curiosidades y entretenimientos.
No es que alguien sienta lo mismo por Ultimate Móstoles que por el Barcelona o por el Real Madrid.
No es que yo apoye a Pio como apoyo al América de México.
Pero sí que reconozco que al menos un gusanito de curiosidad me ha invadido ante la impotencia de no poder ver el partido por estar arriba de un avión.
La pregunta es si eventos como la Kings League habilitarán que se modernice el lenguaje televisivo.
Que lo haga no sólo a nivel producción sino también a nivel humano.
Los creadores no se limitarán en lo que dicen sólo por estar siendo vistos a través de la televisión.
La televisión podría estar abriendo la puerta a que por fin se hable en los estudios como hablan las personas.
Curiosamente los que más se acercan son los que más trascienden.
Como pasa con El Chiringuito.
Como pasa con realities en los que de pronto se van palabrotas que la televisión no acostumbra.
La Kings League llega a la tv de siempre.
Falta también que llegue al deporte de siempre para provocar cambios que son necesarios para no morirnos de aburrimiento.
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