

Discover more from The Muffin por Mauricio Cabrera
La adicción al chisme de los nuevos medios y creadores
El caso Try Guys en la era de la autoridad moral
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Confieso que me resistía a escribir sobre el tema.
Que me causaba extrañeza hablar del chisme desde el mismo título de este newsletter.
Pero es necesario hacerlo porque es una tendencia que se palpa incluso con mayor fuerza que antes.
El chisme domina las conversaciones de medios y creadores.
Y lo hace porque el chisme domina antes que todo las conversaciones sociales.
Leo en Vox una columna que da en el clavo: el chisme siempre había sido poderoso, pero es todavía más en la era de la autoridad moral.
Incluso se atreve a decir que el chisme es el nuevo true crime por su impacto en las grandes audiencias.
Si bien siempre había estado presente el juicio que hacemos de las historias que escuchamos, es una realidad que entre los más jóvenes hay un apetito por etiquetar entre lo correcto y lo incorrecto.
Entre el bien y el mal.
El pretexto por el que en Vox están escribiendo de eso es el mismo del que yo me valdré para adentrarnos en el poder del chisme entre los nuevos medios y creadores.
El escándalo de la infidelidad de uno de los miembros de The Try Guys.
Pero a eso iremos más adelante…
Ya en algún momento les había contado que en TikTok abundan los chismosos.
Que a la imagen cuestionada pero a la vez altamente consumida de “periodistas de espectáculos” o “chismosos pagados” de la televisión había que sumar una nueva generación de creadores que han hecho del chisme una tendencia global.
Entre los que han aparecido en mi FYP de TikTok hay algunos que sí que consumo y otros que no, pero que el sistema me sigue mostrando porque me he quedado algunos segundos de más viendo sus videos.
Malleza, por ejemplo, tiene 1.9 millones de seguidores en TikTok y más de 54 millones de Me Gusta.
Lo mismo alcanza millones de views contando qué pasa con el odio hacia Kimberly Loaiza que las supuestas infidelidades de Kylie Jenner a Travis Scott con Drake.
Ella es una creadora generación Z por excelencia.
Su chisme no es en el que se concentran los programas de chismes de TV abierta.
Es más global y más actualizado.
Contempla tanto a las grandes celebridades, particularmente de Hollywood, como a los grandes creadores que se meten en escándalos.
Importa lo que cuenta, pero sobre todo el cómo lo cuenta.
No es, salvo contadas excepciones, información exclusiva.
Pero a la gente le gusta que sea ella la que haga de informadora, de árbitro moral y de acompañante en las historias sobre otros.
Pablo Chagra también suma 1.9 millones de seguidores y 50 millones de likes.
Su aproximación es más local.
Habla de la edición mexicana de Master Chef.
De la boda de Maite Perroni.
De la reaparición de Eugenio Derbez.
Y hasta de “Siempre Reinas”, la serie con la que Netflix atienda a las señoras de más de 55 años mediante la reunión de grandes actrices y celebridades mexicanas de antaño.
Lo suyo es el “chismillennial”.
De hecho toda su marca se ha construido sobre ese concepto.
Es el creador del “chismillennial”.
Ac2ality, el medio de la generación Z por excelencia en el mercado hispanoparlante, tiene el chisme como uno de sus elementos más constantes.
Habla lo mismo del pleito entre Angelina Jolie y Brad Pitt que del escándalo de la supuesta homosexualidad de Iker Casillas que terminó siendo una mala broma.
A nivel audio, incluso en una temática no tan de nueva generación, el mayor éxito de Podimo en México ha sido el de las dos temporadas de “Dinastías del poder”.
Un podcast en el que Beto Tavira demuestra que no hay mejor herencia que un buen apellido.
Y a partir de ello se monta a explorar las relaciones entre grandes figuras políticas y del espectáculo.
Comenzando, por supuesto, por la de Enrique Peña Nieto con Angélica Rivera y pasando por otras tan controvertidas como la de Carlos Salinas de Gortari con Adela Noriega.
Vamos, que el chisme no se va a ningún lado.
Se asienta cada vez más en su relevancia cultural frente a un mundo deseoso de apuntar al bien y al mal sin que los matices importen.
Lo que asombra del chisme entre los nuevos medios y creadores es que no sólo tiene la capacidad de generar conversación sobre aquellos que ya conocemos, sino también de instalar en la conversación a quienes hasta entonces no conocíamos.
Con 8 millones de suscriptores es natural que algunos en Estados Unidos ubiquen The Try Guys.
Pero nunca antes ese grupo de jóvenes creadores que se emancipó de Buzzfeed para irse por su cuenta había tenido relevancia nacional y hasta internacional como ahora que han echado a uno de sus miembros por haberle sido infiel a su esposa.
El impacto ha sido tal que Saturday Night Live ha hecho un sketch sobre el video que ellos mismos subieron para hablar con toda seriedad de la decisión que tomaron una vez que se había hecho pública la infidelidad.
Aquí el sketch:
Aquí el video original:
El salto a la escena mainstream de The Try Guys no se ha dado por el mérito creativo con el que han construido su audiencia.
No se produjo tampoco a partir de la historia de 8 años (4 como estudio independiente) que los ha llevado a generar 6 millones de dólares al año por su contenido.
Ese salto a la escena principal en Estados Unidos y a distintos espacios internacionales se ha dado porque Ned Fulmer le ha sido infiel a su esposa Ariel.
El video en el que se anuncia la salida de Ned alcanza ya más de 10.4 millones de views.
Pese a lo “difícil” del momento, quienes todavía son miembros de The Try Guys no tuvieron problema con que el video fuera monetizado.
Y también consideraron pertinente hacer un podcast de una hora para seguir hablando sobre ello.
La decisión de prescindir de Ned se da no tanto porque el resto de miembros se declare defensor de la fidelidad como por una cuestión de negocio.
Ned se había construido una imagen como el “Wife guy” por haber convertido su matrimonio en su propio sello distintivo.
Con aquello roto muy poco podía hacerse para que él siguiera sumando a The Try Guys.
Lo que muchos cuestionan es que se tome la decisión de expulsarlo de The Try Guys hasta que la infidelidad se hizo pública.
Y no desde hace tiempo, cuando los otros miembros de The Try Guys se enteraron de lo que Ned estaba haciendo.
La historia de The Try Guys pronto se convertirá en anécdota.
Lo que se mantendrá vigente es el poder del chisme en una sociedad sedienta de condenar y elevar sin matices.
Puede que las nuevas generaciones tengan preocupaciones más avanzadas como el calentamiento global, la equidad y la inclusión.
Pero también es cierto que estas nuevas generaciones tienen el poder y el deseo de llevar el chisme a nuevas proporciones.
Cuando el chisme se combina con tiempos de autoridad moral y de lo políticamente correcto, el resultado es tan explosivo como tener a las nuevas redes plagadas del chisme de siempre.
Sobre todo si en el centro están TikTok y Shorts para que en cuestión de segundos el chisme se propague como pólvora.
Cambian los nombres y los tiempos, no la naturaleza humana.