La relación de los jóvenes con las noticias está trastornada por una vida en internet. Eso es positivo.
Storybakers,
Si bien entre la generación productiva más joven (ya más para el lado de lo que viene después de la Gen Z que de los millennials) el contenido es toda una forma de vida; desde la identidad que otorga qué se consume, hasta el anhelo de formar una carrera creándolo, el mito es que las noticias no son precisamente la prioridad.
Al menos no en un modelo tradicional de medios y verticales, ya que en tiempos híper informados, un TikToker random genera engagement, otorga conocimiento pero puede que no esté creando marca o fidelidad. Mismo caso con postales desagregadas en Instagram o tuits virales.
Un reporte reciente del Reuters Institute pone en perspectiva la relación de los jóvenes con las noticias, y como es tradición en The Muffin y Story Baker, aquí te compartimos lo que aprendimos.
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¿Qué es una noticia para los jóvenes?
En esfuerzo coordinado por Konrad Collao, fundador de la consultora Craft Human Intelligence, el reporte The Kaloidoscope presentado por el Reuters Institute tiene la premisa de que la relación de los más jóvenes con las noticias simplemente no puede ser como la de los millennials porque los primeros ya crecieron inmersos y en medio del consumo digital de contenido.
Los jóvenes distinguen entre “noticias” y “las noticias”. Esto es bastante fascinante porque “las noticias” se suelen equiparar a algo aburrido como políticos y asuntos recientes, algo más propio de marcas poco sexies como CNN o el Washington Post.
Algo demasiado serio o acartonado.
Por otro lado el concepto abstracto de noticias puede ser el tiktoker viral que comparte información nueva, postales en Facebook o hilos con conocimiento.
Aquí entra una narrativa recurrente en nuestro newsletter: las noticias, notas periodísticas y reportes informativos se han degradado a ser una categoría más de contenido. De hecho, lo mismo ha pasado con la música o la ilustración, donde sus artistas creadores tienen que aceptar migrar a ser creadores de contenido.
Lo mismo, bajo la lógica del reporte y el análisis constante de la industria que hemos tenido en The Muffin, sucede con los periodistas. Son un grupo más de creadores, que resulta escriben acerca de noticias y/o periodismo.
El cuerpo del estudio fueron 72 jóvenes en Brasil, Reino Unido, y EEUU, de entre 18 y 30 años. Se les pidió reportar en formatos cotidianos como Stories, vlogging, blogging y screenshots, con más de 378 horas totales computadas. Esto fue a inicios del 2022.
Las noticias no serán las mismas y es culpa del internet
Aunque internet como concepto puede ser el verdugo de las empresas noticiosas, también es el formador de los hábitos de consumo de las nuevas generaciones. Tal como se ha mencionado, una vida en internet ha vuelto más amplio qué es una noticia y dónde puede consumirse.
Aquí algunos insights del reporte:
TikTok gusta porque no te exige seguir gente y el algoritmo forma una programación de acuerdo a tus gustos e intereses.
Instagram te exige, hasta ahora, curar tu feed. Los jóvenes ven ambas plataformas como dos usos diferentes. (Que alguien avise a Meta)
Algunos no leen medios, consumen noticias que aparecen en sus feeds sociales.
Es un mundo más complejo que el de los diarios locales, cableras y outlets nacionales. Los jóvenes tienen que navegar y discernir entre miles de opciones, sin más guía que su criterio para saber qué es noticioso, real y de importancia.
Se identifican tres categorías enormes de noticias:
La #1 “Se necesita Saber”, entraría a lo que se define como “las noticias”, contra la 2 y 3 que son “noticias”.
De hecho, la categoría #3 “Diversión” tiene una frontera con el entretenimiento y periodismo de servicio, entre notas de cotilleo y listas de BuzzFeed del lado recreativo.
El #2, “Interés Personal” es una consecuencia directa de una vida en internet, es dónde hasta el más oscuro interés (por ejemplo, coleccionismo de figuras o música africana) es objeto noticioso.
La especificidad puede darse en el #2, mientras que el #3 es más como lo que se encontraba en las revistas de caja de supermercado, la versión comida chatarra de la información.
El #1, son las marcas legendarias e inamovibles, lejanas para los jóvenes en “las noticias”.
Contrario a lo que se piensa, los jóvenes pueden discernir dónde y cuándo “las noticias” están presentes gracias al mejor activo de dichas marcas dinosaurio: su credibilidad, a pesar de verse como estáticas o lejanas.
Noticias como un platillo más del menú de contenido
Una parte interesantísima del reporte es que estudia un secreto a voces: hay gente que realmente no quiere tener que ver con noticias, al menos en algún período de su vida. Si bien el grueso de la audiencia de The Muffin somos junkies de la información, existe gente más común que es feliz con entretenerse y no saber el último escándalo político, crisis mundial o resultado electoral.
El reporte integra testimonios de temas trigger como el COVID-19, noticias sobre violencia sexual, Brexit, y la guerra cultural entre progresistas y conservadores.
Así cómo hay nuevas categorías de noticias también las hay en audiencia
Por supuesto, el abánico de oferta y la competencia por varios frentes en contenido (Netflix, Twitch, Podcasts, mundo real, metaverso y videojuegos) nos da un universo de lectores diferente al de los tiempos de los diarios o portales.
En el extremo “desenganchado” vemos a los típicos consumidores que no leen más que las cabezas, mientras que en medio está el lector casual y del lado izquierdo al entusiasta, aquel que lee todo de un tema o bien medios enteros.
Posdata
Entender el tipo de consumo y tipo de lector, debe volver a los creadores, publishers y medios más empáticos respecto a la realidad donde el periodista (o hacedor de noticias) es una hoja más del árbol de creadores de contenido.
Los grandes medios, con el activo de credibilidad que ninguna fortuna nueva o número de seguidores pueden comprar, tienen su oportunidad en grandes momentos al ser nombres reconocidos.
Pero los newsletters emergentes o tiktokers pueden destacar en nichos particulares.
Por otro lado, los medios orientados a SEO o contenido divertido pero con poca fidelidad, siempre serán el comodín orientado a dinero por clics o vistas.
¿De qué lado estamos?