Los errores históricos de los medios que los llevaron a su crisis actual
Un puñado de reflexiones de Kara Swisher sobre el periodismo, los medios y las grandes tecnológicas
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Han sido días negros para los medios de comunicación.
En realidad, han sido años negros para los medios de comunicación.
Pero en días recientes ha ocurrido que los dos buques insignia del periodismo digital se han terminado de desplomar.
A BuzzFeed no le quedó de otra que desprenderse de Complex por casi tres veces menos de lo que pagó apenas hace tres años.
Anunció también, como si aún quedara mucho por recortar, una nueva ola de despidos que afectará al 16% de su plantilla.
La caída de Vice ha sido aún más dolorosa.
Pasó de ser una empresa valuada en 5 mil 700 millones de dólares a convertirse en una boutique de contenidos.
En una generadora de contenidos para terceros.
En este mismo contexto, The Messenger murió antes de si quiera haber cumplido su primer año.
Aunque a diferencia de los otros dos, éste jamás tuvo un camino prometedor.
Fue más bien una inversión absurda enfocada en un modelo decadente de clicbait, SEO y expectativas irreales de monetización.
Los tres a su manera se convirtieron en una burbuja que tarde o temprano iba a reventar.
BuzzFeed en algún punto se creyó aquello de que era una empresa de tecnología.
Se atrevió incluso a enlistarse como empresa pública sólo para ver sus acciones caer en más del 95% de su valor inicial.
Vice quiso ser todo.
Desde símbolo de buen periodismo hasta relator de las más oscuras historias de Internet.
Pero al final se ha expandido tanto que aquello ha reventado.
Y The Messenger pensó que invirtiendo mucho dinero habría ingresos igualmente significativos.
Ingresos que, además, debían entrar en tiempo récord.
Kara Swisher tiene opiniones sólidas respecto a esta crisis de medios que les he descrito.
Coincide con mucho de lo que les he dicho en Panmedials.
El libro en el que repaso uno a uno los errores históricos de los medios.
Comienza, en una entrevista con CNN, por advertir que la responsabilidad de lo que está ocurriendo no es de las tecnológicas.
Es de los medios.
Let’s be clear: A lot of what’s happened is the fault of the media … it’s a fault of the media letting technology take the business — like really impact the business in ways they did not anticipate.
Habla de cómo los medios no supieron entender de qué iban las grandes tecnológicas.
De qué iban las redes sociales.
Y de cómo los medios fueron incapaces de verse a sí mismos como generadores de entretenimiento.
And they didn’t anticipate that these tech companies were going to get into media. They were going to become media. And they are media. They are entertainment. What is Instagram except entertainment? For them to just think they were huge techies as a big error.
En retrospectiva, me queda la sensación de que los medios se tomaron tan en serio a sí mismos que jamás lograron dimensionar que sí que competían con proveedores de entretenimiento.
Que aunque al periodismo no le guste, el consumo de noticias es tan opcional como ver La Casa de Papel o jugar Fortnite.
Y lo que es peor, como lo expresa Kara en el quote que les comparto, dejaron pasar la oportunidad de ver a tiempo que las redes terminarían convirtiéndose en medios de comunicación por sí mismas.
Deja claro que sí que hay futuro para los medios.
Pero advierte que ese futuro será para unos cuantos.
Que no todos lograrán transicionar a la nueva era de los medios y el periodismo.
Una en que el periodista actúa como emprendedor.
Una en la que el periodista se interesa por el desarrollo de su marca personal.
Una en la que el periodista desarrolla su propio método de sustento antes que depender de un medio establecido.
Being entrepreneurial is critical to being in the media. We’ve got to reinvent ourselves with the right cost structures and the right size. You can have enormous influence. I haven’t worked for a big media company in years. I have lots of influence.
Los nuevos medios reclutarán o serán creados por los máximos talentos de la industria.
Pero estarán libres de esa clase media de periodistas que alimenta la generación de contenido a destajo.
Habrá más para unos cuantos.
Pero habrá cada vez menos para la gran mayoría.
Porque no tiene sentido pagar tanto por contenido que está en todas partes.
Porque de poco sirve crear contenido que no resulta memorable.
Que no genera fidelidad.
Que no asocia al lector con un nombre específico al que seguir.
Kara lo dice con cierto recato.
Buscando que el escenario no resulte tan apocalíptico.
Pero lo es.
Sí que lo es.
So there are all these opportunities to break free and do all these creative and interesting and impactful things. It’s just going to be at a different cost structure and with a different employee base. And that’s going to be smaller. I don’t know how to say it in a nice way, but it’s going to be smaller.
Son, como menciona Kara en el marco de la presentación de su nuevo libro, tiempos en que es posible contar grandes historias a muy bajo costo.
Pero son también tiempos en que esas mismas facilidades hacen innecesario emplear a tantas personas.
Los periodistas viven temiendo que la inteligencia artificial amenace su trabajo.
En realidad, hace tiempo ya que la tecnología lo viene haciendo.
Entre más facil sea crear contenido, menos necesidad de seres humanos para realizarlo.
Toca emprender.
Toca construir marca personal.
Toca destacar en medio de tantos que no han querido ver la inminente necesidad de transformación.
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A dos años de ese post, sigue existiendo la pregunta para México: ¿dónde están los nuevos medios? Ni el panorama electoral (que no ha elevado los ánimos de leer noticias, a mi parecer, a diferencia de otros procesos de elecciones) ha impulsado el surgimiento de nuevas iniciativas.
En 2018, al menos recuerdo a mexico.com y Fusion (ambos fracasaron rotundamente, eso sí) Hoy, ninguno.
Estás bien cabrón Maca. Neta, espero poder algún día conversar contigo, soy Omar Cruz, específicamente, sobre el futuro de su contraparte, los publirrelacionistas, que también en mucha medida, están esperando a hacer las cosas tal y como se venían haciendo, porque así siempre se han hecho. Punto y se chingo. Saludos