Los eSports encuentran resistencia, hasta en los propios fans.
El sinuoso camino de los deportes electrónicos ha encontrado un nuevo obstáculo. Y es que la fanaticada del Young Boys suizo arrojó a manera de protesta controles de PlayStation al terreno de juego en un partido de la liga local.
Los hinchas aseguran que los eSports “no tienen nada que ver con nuestro deporte y los valores de nuestra asociación”. Reclaman que sea por beneficios económicos y no piensan en los niños que están frente a las consolas en lugar de hacer deporte con sus amigos. Además, de que los valores se han perdido por culpa de los videojuegos.
No son los únicos en contra de esta nueva modalidad. Una encuesta global de la firma de auditoría PwC realizada a 400 ejecutivos de la industria del deporte en 42 países, señala que el 57% se opone a que los eSports se conviertan en deportes olímpicos. Mientras el 28% dijo que no califican como deporte, el 29% asegura que deberían crecer de forma independiente a los Juegos Olímpicos.
Cada vez hay más equipos de eSports.
Mientras ellos se quejan, el Villarreal español presentó a su nuevo equipo de eSports. Por su parte, el West Ham United inglés participa en eventos para promover el deporte físico en adolescentes, pero también a que practiquen los eSports.
Finalmente, el club argentino River firmó un acuerdo con Konami y PES 2019, que ahora se convierte en uno de sus patrocinadores oficiales. El acuerdo durará tres años y se suma al que contaban para los uniformes, los jugadores y que el Monumental saliera en el vidoejuego a partir del PES 2018.