"Los lectores nos abandonan en un minuto": El caso a favor de tener sólo notas cortas en los medios
¿O por qué en la era de la atención, los medios a veces solo aspiran a segundos del lector?
Storybakers:
Les traemos el tradicional muffin dominical para ese bajón del día, con ideas y anotaciones de inspiración para triunfar en la semana laboral.
¡Disfruten!
¿Cómo fue que el quinto podcast más exitoso de Spotify en EEUU logró un convenio de 60mdd?
Call Her Daddy es un podcast de estilo de vida y sexualidad que apela a cierto público desde un tipo de humor denominado raunchy (obsceno, si somos muy puristas del lenguaje) y alejado de producciones categoría prestige como Serial o Song Exploder. No precisamente es material para adaptar a serie de Netflix o recibir premios por su periodismo o producción.
De cualquier modo, junto con el podcast de Joe Rogan, es parte de una estrategia de Spotify en EEUU para llegar a todos los denominadores de audiencia y los números no mienten: para los suecos es un trato de 60 mdd.
El aterrizaje de Call Her Daddy en Spotify, cuya figura visible es su co-creadora y conductora Alex Cooper, se da luego de un par de años como parte de Barstool Sports, el polémico sitio de deportes que también apunta al más bajo denominador de audiencia (es decir, no precisamente es New Yorker) y que con dicho podcast vio la oportunidad de apelar a su audiencia masculina y atraer nuevas mujeres a la marca.
Además, y esto fue crucial para el valor del show hacia Barstool, vieron una oportunidad de comercializar mercancía relacionada desde los canales de venta y distribución que ya tenían en el medio. No hay que olvidar que ya habían vendido más de un millón de botellas de tequila.
¿Cómo fue la separación? Trung Phan, articulista de negocios, lo explica así:
Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports, conoció Call Her Daddy una vez que Alex Cooper y Sofia Franklyn ya lo estaban distribuyendo de manera indepediente. Oficialmente, el hallazgo fue por medio de un clip en Instagram.
(En otro caso de estudio hablamos de la importancia de los clips en Facebook y plataformas fuera de Apple/Spotify para uno de los podcasts más grandes de México)
Sofia y Alex comenzaron el podcast luego de volverse amigas en un bar y ver que sus historias sobre sexualidad y relaciones tenían una tracción considerable en las reuniones con amigos.
Portnoy realizó una oferta a las creadoras, pero especialmente a Alex (quien editaba el programa y llevaba los negocios): 70 mil dólares de salario, porcentaje de venta de mercancías y bonos por rendimiento.
Importante: Barstool logró retener la propiedad intelectual de la franquicia. Es decir, si las conductoras violaban el contrato, Portnoy podía colocar voces nuevas y tratar de replicar el éxito.
En el segundo año, ambas lograron 3.5 veces más del convenio original gracias a los bonos y rendimiento de venta de la mercancía oficial, y al ver que realmente tenían algo valioso decidieron renegociar. Era 2019.
Ahora querían 1 millón de dólares al año sí o sí, dejar de ser parte del staff de Barstool y más bien contratistas independientes (¡no iban a estar sujetas a contratos!), 50% seguro de mercancía, ser dueñas de la marca.
Portnoy no mordió el anzuelo y se enteró de que ellas buscaban una salida más lucrativa.
En 2020 no se logra un acuerdo y se suspende la temporada. Salen avante ya que incrementaron 3 veces su salario original, sólo les restaría año y medio de contrato, ahora son dueñas de la marca (¡su marca!). Tienen algo de porcentaje de mercancía.
Sofia decide no tomar ese contrato. Alex se queda.
Alex, de 26 años, firma con Spotify por 60 mdd. Claramente, un porcentaje irá a Barstool, que además se queda con toda la operación de mercancía oficial aunque una parte irá a las arcas de Alex.
Portnoy, un personaje polémico por sí mismo, es crítico del trato de Spotify pero declaradamente está contento de tomar el dinero.
Nada mal para una conversación entre dos mujeres que acababan de conocerse en un bar.
Por esto los medios tienen que mutar a marcas: la oportunidad de fidelizar a la audiencia vía el D2C
En el blog de la FIPP (organismo internacional que agrupa a editoriales legacy y top a nivel mundial) han expuesto un caso realmente interesante: las extensiones de marca de publicaciones de renombre para lograr negocios D2C (direct-to-consumer) que trasciendan la línea de negocio del producto editorial.
Un ejemplo claro es Sports Illustrated, que hoy en día destaca más por su licencia para productos de consumo cotidiano (tazas, camisetas, novedades) que por su trabajo como medio de comunicación. Justamente, luego de su venta por Time Warner, cayó en manos de Meredith (publisher especializado en mujeres) quienes al no ver que entraba dentro de sus canales habituales decidieron desahogarlo a una empresa especializada en licencias.
Sin embargo, Meredith mantiene esfuerzos enfocados al público femenino como Real Simple, revista convencional que acaba de lanzar una línea de bolsas de mano en sociedad con QVC, el canal de televentas líder en EEUU
Para lograr este tipo de sinergías, Meredith tiene 75 empleados enfocados en el tema para sus más de 40 marcas.
Otros ejemplo que aprovecha la creatividad y propiedad intelectual de una marca top es el de la tienda de New Yorker, que tiene listadas camiseta, pijamas y tote bags inspiradas o totalmente basadas en las famosas ilustraciones de sus páginas.
Tomando una pista del fast fashion, las cantidades son limitadas y de colección, por lo que los entusiastas de la marca deberán estar al pendiente para conseguir el producto antes de que se acabe.
El siguiente mapa lo incluimos en La Creator Economy (nuestro grupo en Telegram, al que puedes sumarte aquí) pero no podemos dejar de compartirlo aquí: los podcasts que más dinero generan en el mundo.
(Puedes verlo en grande vía Top Dollar)
En México sería el de Martha Debayle y en Argentina, Venganzas del Pasado. La metodología es polémica (números de reproducción Pocket Casts conjuntados con los tops de Chartable) pero es un buen norte hacía las preferencias de cada región.
¿Y si contamos la mayoría de las historias en menos de 600 palabras?
Business Insider, que desde su compra por Axel Springer ha mutado a un medio de experimentación y algo de innovación dentro de los confines de la agregación de contenido con eventuales investigaciones, vuelve a dar de qué hablar entre los periodistas estadounidenses.
Nicholas Carlson, director de contenidos, acaba de dar un mandato contundente: las notas regulares, a menos de que sea explícitamente solicitado, ya no deben exceder las 600 palabras.
La decisión tiene algo de sentido y no, ya que en teoría el internet y lo barato del hospedaje web vuelve estéril la discusión sobre si incluir 2 mil palabras o 200. Cuesta prácticamente lo mismo y el periodista haría lo mejor para su historia.
Aunque el límite guarda algo de sentido ya que la educación en periodismo en universidades (o informalmente por parte de editores veteranos) suele irse a costumbres que más bien surgen de requerimientos impresos. Y más bien, Carlson plantea algo pensado 100% en la web:
-Dice- los lectores pasan 51 segundos promedio en el sitio
“Los lectores sólo leen 250 palabras por minuto”
600 palabras o menos, “hoy estamos en 700 promedio por nota”
Sólo leen 212 palabras antes de dejar BI
“Si los editores piden 200 o 300 palabras, está bien”
“Bastantes de nuestras historias están en menos de dicho límite”
La joya: “Está bien y de hecho impulsamos, escribir varios posts del mismo tema en diferentes ángulos si hay mucho que decir”.
Algunos miembros de la comunidad Story Baker, expertos en SEO, deben estar con un pequeño infarto pero hay que recordar que BI se movió de un modelo basado enteramente en SEO a una combinación de historias detrás de un paywall, slides optimizados para redes, asuntos para buscador -por supuesto- y periodismo de investigación.
Carlson no anunció que por medio de software en el CMS del medio se vaya a forzar dicha práctica, pero confiará en su redacción y en caso de detectar historias largas no solicitadas se le dirá a los editores correspondientes que las ajusten.
¿Qué opinas? ¿Pioneros o es una locura?
Bonus: El podcast más escuchado de España por fin es un podcast
En Apple, Estirando el Chicle (una exclusiva de Podium Studios, formato revista y no ficción) ya llegó al primer lugar del top general, con una diferencia clara con los otros formatos de PRISA que vienen de la radio: esos están listados como SER Podcast.
The Coffee-to-go: Links para llevar
La Disney que quiere cambiar al mundo: Abigail E. Disney es crítica de la empresa de su ancestro, quiere cambiar al capitalismo y cumple varias décadas de activismo.
Lo que hay que saber de la nueva película sobre los Beatles, por Peter Jackson
Charlie Warzel, en su nuevo Substack, sobre los peligros de las culture wars hacia los miembros más vulnerables de las redacciones: reporteros y escritores.
En Discourse Blog: una crítica a BuzzFeed por su modelo de contenido generado por el usuario