

Descubra más de The Muffin por Mauricio Cabrera
Los nuevos medios serán hubs de interacción humana
Y por qué la conversación exige ponerse en el centro
Storybakers;
Ha llegado el momento de replantear por completo lo que los medios de comunicación como producto han de presentar y representar.
En el envío de ayer sobre Andrew Callaghan, el Borat estadounidense, les mencioné lo mucho que gustaba entre su audiencia que él se limitara a mostrar antes que decir.
En muchos de sus videos no hace más que preguntar “What’s on your mind today?”
Es un periodista que muestra para que sus espectadores conversen.
El Digital News Report no lo concluye de forma literal pero sí deja esa lectura sobre la mesa:
La gente está cansada de ver a los medios adoctrinando.
De percibir a los periodistas como propagandistas y como difusores de los mensajes particulares que por una u otra razón les interesan.
Desde que Chris Licht llegó a CNN se ha impulsado la idea de un periodismo menos protagónico y más concentrado en dar la información tal cual es.
En los medios en general existe un consenso de que hay que volver a las bases.
Más hechos y consignación, menos opinión.
Hacerlo en el contexto del modelo tradicional representa como mínimo un gran riesgo.
A gran escala, un potencial suicidio.
En las redes sociales de la Web 2 los extremos se premian con interacciones.
Las opiniones mesuradas se pierden dado que no aprietan los botones emocionales de ninguno de los sectores involucrados.
Pero lo que toca a los medios es construir las bases para que ese periodismo más recatado en sus posturas y más abierto a la conversación se produzca.
Y que además lo haga puertas adentro.
Ya no en la tierra rentada de las redes sociales sino en el producto propietario de los medios.
Los primeros pasos se han dado desde los medios de nicho.
Es natural que ocurra ahí.
Es en las grandes pasiones e intereses donde hay un arraigo y deseo por ver, saber, opinar y conocer más.
The Information anuncia que tendrá su propia red social para fomentar las conexiones entre sus seguidores.
Incluirá, de acuerdo a lo que publica Axios, perfiles para que sus suscriptores amplíen la información sobre ellos.
También estará la opción de mencionar con qué tipo de gente o de área de interés quieren conectar.
Además de poder habilitar el envío y recepción de mensajes directos de otros miembros.
Como si fuera Linkedin, The Information contempla un directorio para que resulte más sencillo conocerse entre miembros.
La especificidad de lo que ocurrirá ahí comparado con un Linkedin en el que abunda el spam y los contenidos de interacción fácil que buscan calidad antes que alcance hacen que desde ya la red de The Information se perciba como un producto que agrega valor.
Y los foros, donde los usuarios podrán compartir artículos o pensamientos bajo una dinámica de jerarquización semejante a la de Reddit.
Con votos hacia arriba y hacia abajo.
Esa red permitirá lo que bajo el pensamiento tradicional resulta impensable: compartir contenidos que no sean de The Information.
Mientras el medio tradicional actúa con recelo cuando de dar un crédito cualquiera se trata, los nuevos medios crean secciones para compartir conocimiento sin importar quién sea el emisor.
The Information da un paso natural para los medios de nicho.
La conversación y las conexiones humanas han de colocarse en el centro del producto medio de comunicación.
Se trata de habilitar espacios privados, con altos niveles de pertenencia y especialización, que permitan a los usuarios reunirse entre sí.
Con los periodistas participando, aportando lo que consideren relevante.
Pero con la gente guiando la conversación.
Emitiendo puntos de vista en los que podrá discrepar pero en espacios que por su naturaleza misma elevarán el nivel de conversación.
Lo de The Information parece innovador, y en cierto modo lo es, pero al que hay que reconocerle haber dado los primeros pasos es a Mario Gabriele con The Generalist.
Él incluso fue más allá.
Les cuento a continuación.
Antes, después de todo lo que acabo de escribir, supongo que les quedó claro que para mí la creación de comunidad y conversación lo será todo en el futuro inmediato.
Por eso los invito a ser parte del grupo de Story Baker en Discord.
Somos 424 y contando.
Importa el número de miembros, pero sobre todo, la calidad de sus aportaciones.
En Panmedials, los medios de la pandemia, hago un repaso a las decisiones que llevaron a los medios a su estado de crisis actual.
Propongo también un camino a seguir para salir de esa pandemia en la que nos metimos.
Adquiere aquí Panmedials, los medios de la pandemia, en versión física o digital.
Únete a los grupos de Story Baker en Telegram
Cheat Media Links and Talks: lo que tienes que saber de la industria sin tener que buscarlo en Twitter ;-)
La Podcastería: el punto de encuentro para creadores de audio con ligas, ideas y recursos.
La Creator Economy: historias y briefing diario sobre la economía de los creadores que está cambiando al mundo
News de News: Todo sobre Newsletters
Desde el metaverso: el futuro de nuestra existencia digital
La disrupción ha venido de un outsider.
De un escritor aficionado cuyo trabajo formal era el de ser parte de un fondo de inversión.
Mario Gabriele soñaba con ser un escritor de ficción.
Pero él, como yo y como muchos, optó primero por el camino de lo que llamo escritura utilitaria.
Primero creó un newsletter en el que reunía links de contenidos que le habían interesado.
Pronto concluyó, con acierto, que aquello no tenía ningún tipo de diferenciación.
Hizo entonces The Generalist.
Un newsletter, hoy plataforma, que va de entender cómo se construyen los grandes negocios y de dónde surgen los grandes inversionistas.
Al ver el impacto que tenían sus publicaciones se dio cuenta que podía cobrar por ellas.
Implementó un muro de pago.
Pero terminó quitándolo por considerar que ese muro de pago no hacía más que limitar su potencial crecimiento.
¿Qué hizo en cambio?
Convirtió a la comunidad en el producto de pago.
El contenido es gratuito para que cualquiera se enganche con la información que comparte.
Pero la interacción con otros miembros y los espacios exclusivos en que se producen las conversaciones tienen un costo.
Tiene 2 opciones: un pago anual de $499 y un pago de $1199 dólares para los Believers, que son aquellos que creen tanto en el proyecto que quieren una suscripción por tres años.
Lo de Mario Gabriele es tan vasto que también lanzó un juego basado en texto para jugar a ser Mark Zuckerberg
Ha apostado por NFTs que además de tener el valor ilustrativo de siempre, cuentan con hábitos y comportamientos que hacen aún más profunda y potencialmente valiosa la propiedad intelectual detrás de ellos.
Y acaba de lanzar su propio fondo de inversión para impulsar a empresas con foco en un storytelling de alto impacto.
Mario Gabriele vio aquello de lo que hemos venido hablando:
Hoy el trabajo de los medios no pasa por publicar contenido.
Pasa por provocar que esas historias que publica impacten en una comunidad viva, que se autogestiona y que construye junta un ecosistema conversacional que echamos de menos durante los primeros 20 años de digital.
Después de todo hemos vuelto a sentarnos en la mesa.
Falta que aprovechemos la oportunidad.
Como creadores de medios.
Como periodistas.
Y como usuarios.
Aquí profundizo en The Generalist:
Aquí envíos sobre la importancia de la conversación a partir de la comunidad: