Messi en Twitch con el Kun en pleno Mundial: el “periodismo” entre amigos es la tendencia
Y cómo el futbol exige cada vez más ser tomado con menos seriedad
Storybakers:
El servidor de Discord de Story Baker se ha convertido en lo que debe ser.
Una plataforma abundante en recomendaciones que amplían nuestro entendimiento del impacto de los contenidos en la sociedad.
Y de cómo ésta los consume, procesa y recibe.
Los espero aquí para que sean parte de una comunidad en la que ya se encuentran 759 periodistas y creadores
Ha vuelto a ocurrir.
Messi se ha pasado por un canal de Twitch antes que por los medios de comunicación.
Como en su momento estuvo con Ibai antes que con cualquier otro en su llegada como jugador del PSG.
O como Luis Enrique que se hizo streamer en pleno Mundial para crear sus propias conferencias de prensa.
Hasta el propio Lio está sorprendido.
Le ha expresado al Kun su incredulidad ante el hecho de relajarse en plena concentración apareciendo frente al público.
“Quién iba a decir que yo iba a estar acá”, le soltó al Kun Agüero.
Lo hace además en un estado de expectativa máxima.
Para Argentina está por comenzar el verdadero Mundial.
A partir de ahora no habrá más equipos sorpresa ni rivales que llegaron en crisis a la Copa del Mundo.
Se le vienen encima los Países Bajos de Van Gaal.
Y en ese contexto Messi ha hecho un alto para ponerse a streamear con el Kun.
Después se le han unido De Paul, Leandro Paredes y el Papú Gómez.
Ha sido una hora con 25 minutos de stream.
El video alcanza 1.6 millones de reproducciones.
El Kun también ha roto su marca personal en Twitch con 247 mil personas viendo el stream.
Pero lo más relevante de esto que está ocurriendo es que el futbol está clamando a gritos dejar de ser tomado tan en serio.
Tras la eliminación de España, Luis Enrique envió ese mensaje.
Que es futbol, que la vida sigue y que lamentaba no haber entregado los resultados esperados.
No hizo drama.
Se dijo orgulloso de sus jugadores.
Y se fue.
Los medios lo tomaron como una falta de autocrítica.
Como un lavado de manos inadmisible.
Lo catalogaron de caradura.
Pero la realidad del nuevo futbol apunta más hacia allá que hacia el melodrama.
Luis Enrique quiere divertirse antes que sufrir.
Para sufrir ha tenido suficiente con el fallecimiento de su hija en el 2019.
El Kun desde antes de tener que dejar el futbol había optado por ponerse a streamear.
Lo hizo en el pico de la pandemia.
Desde casa como cualquiera.
El Chicharito Hernández se relaja en Twitch sin que una victoria o derrota determine si se aparece por ahí.
Y ahora hasta Messi se abre a esa realidad pasándose por los canales de sus amigos.
Es la era del “buddy-journalism”.
Del periodismo compa.
De deportistas de alto rendimiento que antes rendían cuentas frente a los medios y que ahora, pase lo que pase, comparten entre amigos.
A los medios las puertas no se les volverán a abrir.
No importa lo que hagan.
Se han convertido en intermediarios indeseables para los deportistas.
Es en cierto modo un deslinde de responsabilidades de los atletas de alto rendimiento.
Pero también en muchos sentidos es una respuesta natural al acoso, hostigamiento y descalificación constante por parte de los medios.
¿Qué tan en serio debe tomarse el futbol?
¿Es positivo que un jugador que acaba de perder un partido pueda ponerse a streamear como si nada hubiera ocurrido?
El debate amerita un debate profundo.
Es solo un juego.
Es entretenimiento.
Es, además, un paso que ha de darse por encajar en el consumo de las nuevas generaciones.
A ellas no sólo les importa el resultado.
Les importa lo que hay más allá del resultado.
En la era de las marcas personales lo que se busca es cercanía.
Es saber qué piensa, siente y hace la persona a la que se ha decidido seguir.
El deporte profesional tenderá cada vez más al entretenimiento que a la búsqueda de resultados.
Por naturaleza la WWE es sportainment en su máxima expresión.
Y sus acciones vuelan con respecto a las más grandes compañías de medios.
La NBA se ha convertido en la competencia de alto rendimiento que mejor combina el deporte con el estilo de vida.
Sus atletas generan aspiración.
Marcan tendencia y estilo.
El futbol debe ir cada vez más hacia allá.
Para los jugadores representa un terreno más deseable que el de ser crucificados cada que se les cruza una derrota en el camino.
La audiencia, de a poco, termina aceptando que un deportista existe también como persona.
Y que como tal es libre de hacer lo que le plazca en su tiempo libre.
Los medios son los principales afectados.
Se quejan de no tener más un acceso que ellos mismos se han ido cerrando.
¿Para que serán necesarios los medios en el nuevo futbol?
Esa es la pregunta que tendrán que hacerse una vez que termine la Copa del Mundo.
Tienen una oportunidad si generan historias a partir de datos.
O si construyen historias que vayan más allá de la descalificación directa.
Como cuando The Athletic explica que uno de los problemas de Bélgica a últimas fechas fue una cuestión de idioma.
Que en su momento Roberto Martínez optó por hacer del inglés el primer idioma de comunicación dado que algunos de sus jugadores preferían el francés y otros el flamenco.
Pero que eso que en su momento le funcionó se echó a perder desde tiempo atrás.
O como cuando Marca va y pide a la gente que califique a cada uno de los jugadores y técnico de España.
Un ejercicio democrático, de participación.
Contenido hecho junto a la gente.
Los medios habrán de buscar por otras vías.
Valerse de datos para contar historias sólidas y argumentadas.
Trabajar en que sus periodistas sean algo más que plumas punzantes que frente a la falta de narrativa acuden a la descalificación directa.
Desarrollar ecosistemas de conversación que se sitúen más en los matices que en el sensacionalismo.
El periodismo relacionado al futbol tendrá que parecerse más al de la NFL o al de la NBA.
Un periodismo menos subjetivo, menos visceral.
Más fundamentado en la data, en las explicaciones a fondo.
El futbol, ese deporte global, se parecerá cada vez más al deporte en Estados Unidos.
Uno en el que se procura la alta competencia.
Pero también en el que se entiende que la maquinaría ha de funcionar para todos.
Y que para que eso ocurra se ha de crear un ecosistema que entretenga, que haga pasar un buen rato.
Como la reunión de Messi con el Kun.
O como Ibai charlando tranquilamente con quien sea.
Los futbolistas son seres humanos.
Tienen derecho a pasarla bien.
A no estar recluidos en una concentración que se extiende por varias semanas.
A no avergonzarse en su cotidianidad cuando la pelota no ha decidido entrar.
A esa nueva realidad se enfrentan los medios deportivos.
Únete a los grupos de Story Baker en Telegram
Cheat Media Links and Talks: lo que tienes que saber de la industria sin tener que buscarlo en Twitter ;-)
La Podcastería: el punto de encuentro para creadores de audio con ligas, ideas y recursos.
La Creator Economy: historias y briefing diario sobre la economía de los creadores que está cambiando al mundo
News de News: Todo sobre Newsletters
Desde el metaverso: el futuro de nuestra existencia digital