

Discover more from The Muffin por Mauricio Cabrera
No necesitamos más contenido, necesitamos nuevos acuerdos digitales
Y por qué todos nos hemos olvidado de los problemas de fondo para hablar de cómo crear más contenido
Storybakers:
Nada brilla tanto como la inteligencia artificial.
El 2023 ha sido el año en el que ChatGPT llegó a la escena mainstream para gritarle al mundo que la inteligencia artificial es ya una realidad tan sonora que no podremos eludirla.
Desde entonces, las redes se han inundado de especialistas y pseudo especialistas que te entregan fórmulas para crear cada vez más contenido en menos minutos.
Todo va de prometer (y a veces recibir) grandes resultados a partir de los prompts correctos.
Todo va de hablar de lo que podremos hacer con las miles de herramientas que utilizan inteligencia artificial para hacernos la vida más fácil.
Tan fácil que quizás en algún punto dejemos de ser necesarios.
Pero mientras vivimos preguntándonos qué será de nosotros en el futuro a partir de la inteligencia artificial, olvidamos preguntarnos qué será de nosotros en el presente a partir de la inteligencia artificial.
¿A qué voy?
A que hasta ahora la mayor consternación de los seres humanos pasa por cómo la inteligencia artificial amenaza con sustituir el esfuerzo y talento humano.
En el sector creativo no existe quién no se sienta cuando menos mínimamente amenazado por la disrupción tecnológica.
Nos preocupa que la inteligencia artificial se encargue de hacer lo que nosotros hacíamos.
Pero el mayor problema no está en realidad en la creación de contenido dado que hace tiempo que tenemos un exceso del mismo.
El mayor problema está en crear un nuevo sistema de gobernanza para reconocer a los creadores de contenido de todos los niveles, de todas las plataformas y en todos los momentos en relación con los demás.
En la huelga de escritores y actores de Hollywood, por ejemplo, sí debe generar atención entender hasta qué punto los estudios se valdrán de la inteligencia artificial para crear nuevas historias.
Pero amerita mucha más atención el tema de los extras de las series y películas siendo pagados una sola vez aunque los estudios a través de la inteligencia artificial los termine utilizando cuantas veces quiera.
La amenaza más tangible no es tanto la del trabajo hecho por la inteligencia artificial que sustituye al humano como la inteligencia artificial siendo utilizada para devaluar el trabajo del humano.
En el NYT, Sriram Krishnan, general partner de Andreessen Horowitz, habla de cómo las redes sociales también padecen el mismo problema que los medios de comunicación ante la inteligencia artificial.
En el caso de los medios, la industria entera se plantea cómo ser remunerada de forma justa dado que la inteligencia artificial tiene información gracias a ellos.
En el caso de las redes ocurre exactamente lo mismo.
Cuando la inteligencia artificial no se alimenta de los medios, se alimenta de las redes.
Se alimenta, por tanto, de cada uno de nosotros como usuarios y creadores de contenido.
En cierto sentido, las redes buscan ahora el mismo reconocimiento que en términos generales no les fue dado a los creadores.
En ambos casos, tanto las redes como la inteligencia artificial, se han beneficiado del contenido de un tercero para ser útiles, atraer visitas y generar un modelo de negocio.
Krishnan apunta al caso de Reddit como uno de los más emblemáticos.
Al comprender que en la era de la inteligencia artificial resulta un suicidio facilitar a terceros el uso de sus datos, Reddit optó por incrementar sus tarifas.
La respuesta fue negativa.
Usuarios y desarrolladores se manifestaron en contra de tales medidas.
En realidad, los verdaderos destinatarios de dichas medidas no eran ni la mayoría de aplicaciones de terceros más utilizadas ni los propios usuarios, eran las herramientas de inteligencia artificial que además de no pagar por el uso de datos, no deriva en tráfico y, en muchos casos, ni siquiera en el crédito correspondiente.
La reacción más natural, que es la de Reddit y la de los medios, consiste en cerrar ese acceso.
El problema es que esa dinámica parece un contrasentido en la era de la información abierta, de la creación de contenido por parte del usuario y del trabajo colaborativo.
Para evitar que la inteligencia artificial encuentre la forma de nutrirse de otros sin la retribución correspondiente haría falta un acuerdo universal que involucre a medios de todos los tamaños y países, a redes sociales e incluso a plataformas de conocimiento colectivo como Wikipedia.
En el camino, por habérnosla cargado con los NFTs y las criptomonedas, nos hemos olvidado de la Web 3 como una fuente rica en propuestas de nueva gobernanza para la humanidad.
A estas alturas ni siquiera es relevante si esas soluciones se dan o no utilizando las herramientas propuestas por la Web 3.
Lo que resulta relevante es ir a ella para evaluar las hipótesis que ha propuesta en lo que respecta al reconocimiento a la obra intelectual.
La creación de un nuevo marco de colaboración se hace aún más imperiosa con la inteligencia artificial.
Ya los dolores de cabeza no pasan sólo por identificar cómo crear nuevas figuras para el trabajo colaborativo entre humanos.
Pasan por preguntarnos cómo reconocer al humano como generador de prompts que derivan en una obra realizada por la tecnología a partir del conocimiento de otros humanos y plataformas que también tendrían que recibir la atribución correspondiente.
En digital corren tiempos en que es recurrente preguntarse para qué.
¿Para qué otro contenido de futbol?
¿Para qué una noticia igual a la de muchos otros medios?
¿Para que una película más en una plataforma de streaming cuando no va a mover la aguja ni en lealtad ni en nuevos suscriptores?
¿Para qué una galería de imágenes hechas con inteligencia artificial si al final no tiene ni la más mínima barrera de entrada?
A los creativos suelen gobernarnos los impulsos e inspiraciones.
A los creativos suelen gobernarnos los sueños de hacer algo único.
Sólo por esta vez valdría la pena ser parte de la conversación que deberá construir los cimientos de la nueva sociedad digital.
Para atenderla con la suficiente amplitud, hemos de pensar no sólo en cómo crear más contenido, sino en cómo reconocer a los creadores que ya están haciendo contenido.
No necesitamos más contenido, necesitamos nuevos acuerdos digitales.
Web 3, el marco filosófico que necesitamos: en alianza con LUMO Media Lab, hemos realizado una publicación especial sobre la Web 3 y su impacto en la industria de los medios.
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