Noticias sin corazón: la gran falla del periodismo en español
KPop Demon Hunters se convierte en la película más vista de Netflix; TVN anunció el lanzamiento de TVN Vertical; Spotify habilitó la función Mensajes; Netflix adquiere los derechos del WBC en Japón
Storybakers:
Los medios en español necesitan ir más allá de las noticias.
Tienen que convertirse en espacios de lectura concentrada.
En refugios narrativos.
En centros de atención a las historias que nos unen como seres humanos.
A nuestros dolores y pasiones.
A nuestras dudas, heridas y contradicciones.
Pero ocurre con frecuencia que la sensibilidad pareciera no hablar español.
Que las fibras humanas están prohibidas en las redacciones hispanoparlantes.
Que la empatía se pierde entre las demandas de los algoritmos y la rigidez del viejo periodismo.
Mientras tanto, en un día cualquiera en el New York Times, es posible encontrar una reflexión sobre las crisis del final del día tras vivir horas complicadas.
Ahí mismo, una terapeuta analiza la insensibilidad de un esposo ante la pérdida de memoria de su pareja.
O un autor invitado comparte lo que no sabía al cumplir 40 años.
The Economist, por su parte, promueve, incluso con pauta en redes sociales, una investigación sobre la inmadurez de las nuevas generaciones.
“Adulting is hard”, advierte su titular.
No se trata de grandes nombres ni de celebridades.
Son historias anónimas o de personas con nombre y apellido que podrían ser cualquiera.
Y que impactan justo por eso: por ser espejo de lo que miles están sintiendo.
¿Por qué cuesta tanto encontrar eso en los medios en español?
¿Por qué nuestras redacciones parecen ajenas a lo emocional?
¿Por qué hemos renunciado a contar las historias que duelen, que conmueven, que abrazan?
¿Será que las redacciones no cuentan con verdaderos contadores de historias?
¿Será que nos enseñaron a escribir desde la distancia, desde la objetividad mal entendida, desde el deber sin emoción?
¿Y si el periodismo dejara de blindarse detrás del dato frío?
¿Y si los sentimientos y las dudas humanas fueran el nuevo motor de los medios que vienen?
Este no es un llamado a dejar el rigor.
Es un llamado a ponerle alma.
A rehumanizar el periodismo.
A recordar que en tiempos de automatización, lo que no se puede automatizar es justo lo que más importa.
En esta edición encontrarás:
¿Por qué a los medios les urge abrazar la empatía?
El valor de los escritores y terapeutas en los medios
¿Puede la inteligencia artificial ser parte de la solución?
Shots para llevar
¿Por qué a los medios les urge abrazar la empatía?
Sé que la primera descalificación a esta propuesta vendrá del periodista que piensa que no tiene valor dedicar tiempo a esas historias ante un entorno de violencia como el que vivimos en Latinoamérica.
Que editores de vieja generación apuntarán a la eficiencia de recursos para advertir que las prioridades editoriales las ponen los hechos.
Que hay que ir tras la información detrás de hechos violentos.
Que hay tener reporteros en calle para dar con verdades que han permanecido ocultas.
Que cuando no es poner el foco en materia de seguridad, es en la política, o en la economía.
Que en la lista de prioridades el amor, la superación personal y los gustos gastronómicos han de ir hasta abajo.
Aún si se quitan esos reparos, llegan las coberturas impuestas.
La atención dada a funcionarios que ameritan cobertura no por lo que hacen o dicen sino porque pagan.
Esa relación dependiente, además, limita el valor de esas coberturas estelares dado que con frecuencia se topan con la pared de los intereses afectados.
Es entonces, en ese círculo de añejos paradigmas y compromisos vigentes, que la mayoría de los medios priorizan e invierten en la cobertura de temáticas sobrepobladas, condicionadas a nivel editorial por intereses comerciales, y con escasa diferenciación.
Los medios, dicho en otras palabras, cubren lo que corresponde sin, en muchos casos, poder hacer aquello por lo que destacarían.
No tanto por inhabilidad de sus reporteros como por la agenda a la que se deben.
Desierta queda la parte humana.
La parte libre, en la mayoría de los casos, de intereses políticos que pudieran afectar la estabilidad de una organización.
Dejan en vista la oportunidad de construir su propia agenda.
Prescinden de la construcción de comunidades no dependientes de un breaking news para estar ahí.
Se olvidan de la aproximación personal que tanta pertenencia genera.
Y es en estas últimas líneas en las que se sustenta la alta prioridad que deben ocupar este tipo de temáticas que son más bien necesidades y momentos humanos.
Tiempo de estancia: las narrativas humanas funcionan mejor que las noticias para el tiempo de estancia.
El cómo se cuenta puede habilitar que un usuario permanezca enganchado a la historia por varios minutos e incluso que vuelva si en algún punto ha tenido que dejar inconclusa la lectura.
Entre más tiempo se invierte de forma concentrada, más posibilidad hay de generar un vínculo con el lector.
2. La serialización de las necesidades humanas: Los medios, particularmente los dedicados al flujo informativo, suelen adolecer de contenido serializado.
Por más que se generan estrategias en torno a notas relacionadas, los medios padecen para llevar a un usuario de un lugar a otra.
Esa misma dinámica, ante el uso normalizado de asistentes de búsqueda conversacionales, carece de sentido cuando se trata de una misma temática dado que el resultado recibido en dichas plataformas toma en consideración varias historias para entregar los ángulos más relevantes.
La cobertura de necesidades humanas, en cambio, ofrece la bondad de la serialización.
De la entrega episódica.
Del despliegue de ángulos, visiones y experiencias.
Las necesidades humanas, para decirlo de otra forma, hacen producto.
First Party Data: hay dos grandes hilos de los cuales tirar cuando se trata de que el usuario se suscriba a un producto o servicio. El primero, es el interés profesional; el segundo, el interés personal.
Esos dos rubros son más poderosos que el deseo de estar informado. Sin la información de lo que ocurre en el mundo se puede vivir, pero si se quiere escalar en un trabajo es necesario acceder a los conocimientos de dicho sector.
Y si se quiere mejorar como ser humano o se requiere compañía en un momento particular, es posible que un usuario decida ser parte de una comunidad en la que se sienta entendido y representado.
A nivel coloquial, existe una frase para señalar al que aún viendo la catástrofe no reacciona: “ves la cruz y no te hincas”.
Los medios la están viendo desde distintos ángulos.
El creciente desinterés de la audiencia por las noticias.
Lo comprometidos que están a nivel económico e incluso a nivel seguridad de sus colaboradores como para hacer una cobertura que destaque.
Las búsquedas de cero clics.
La necesidad de generar first party data.
Y pese a todo, no se hincan.
El valor de los escritores y terapeutas en los medios
Para llegar a ese nivel de conexión, no será suficiente con las notas utilitarias carentes de aproximación especializada y diferenciada.
Se requieren especialistas más que redactores SEO.
Se requieren escritores más que periodistas que por escribir entienden redactar notas informativas.
Las redacciones en español están sobrepobladas de periodistas limitados a nivel narrativo.
Es posible, porque lo he vivido en carne propia en mis trabajos de consultoría para distintas organizaciones, que muchos no sepan escribir un newsletter.
Y peor aún, que ni siquiera consuman newsletters.
Es también habitual que no exista quien quiera tomarse en serio este tipo de necesidades.
Pero estos narradores, terapeutas o insiders, según sea la necesidad, han de ser parte tan protagónica de un medio digital como los especialistas que desfilan uno a uno por un programa matutino.
Aquí, incluso, con mayor valor.
Porque al programa matutino se invita al doctor especialista para cubrir cinco minutos.
En un ideal, informa y entretiene.
Pero este tipo de contenido en un medio digital, como ya lo he dicho, tiene valores agregados.
Genera tiempo adicional de un usuario en la plataforma.
Permite atraer anunciantes y posibilidades ajenas a las múltiples condicionantes del flujo informativo.
Y construye vinculación humana.
Se quejan los medios de que la audiencia no lee.
Se les olvida concluir que para que eso ocurra primero hay que saber escribir.
¿Puede la inteligencia artificial ser parte de la solución?
Para mí esa pregunta tiene una respuesta clara.
Aunque no les guste a muchos.
Aunque salga el argumento de siempre para descalificar lo que la inteligencia artificial puede generar.
Mi respuesta es sí.
La inteligencia artificial puede convertirse en gran aliado para explorar las distintas necesidades humanas.
Para ser “especialista” en un tema se requiere el conocimiento de múltiples fuentes y el cruce de esas mismas fuentes para dar con una perspectiva.
La inteligencia artificial, por su propia naturaleza, puede ser un punto de partida.
Con el entrenamiento adecuado y las instrucciones narrativas correspondientes, los medios podrían construir aproximaciones para dar cobertura a aquello que escapa de sus posibilidades.
Pero para que eso ocurra, primero tendría que haber un interés humano por conectar con la audiencia.
Por navegar los conflictos humanos y profesionales.
Por contar buenas historias en vez de seguir vomitando datos.
Y por cautivar más que por ser parte del ruido.
Nota del autor: Si te interesa acceder a mis primeros casos de éxito utilizando la inteligencia artificial para contar historias con alto valor narrativo y emocional, envíame un DM.
Shots para llevar (presentados por La Sociedad del Contenido)
La película animada KPop Demon Hunters se convirtió en la producción más vista en la historia de Netflix al superar los 236 millones de reproducciones desde su estreno.
El anuncio coincidió con el lanzamiento en cines de su versión Sing-Along, que agotó más de mil 300 funciones en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, alcanzando el primer lugar de taquilla en Norteamérica el 24 y 25 de agosto.
Su banda sonora colocó cuatro temas en el Top 10 del Billboard Hot 100 y llegó al segundo sitio del Billboard 200. El filme está disponible en Netflix.
TVN anunció el lanzamiento de TVN Vertical, un nuevo proyecto de ficción pensado para dispositivos móviles. La iniciativa estará dirigida por el actor y director Boris Quercia, quien realizará 50 capítulos de un minuto y medio cada uno.
El formato vertical busca adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo audiovisual, impulsados por redes sociales y plataformas de streaming.
Con esta propuesta, el canal chileno experimentará con un modelo narrativo distinto al de las teleseries tradicionales y reforzará su presencia en el mercado digital, orientando sus contenidos hacia las audiencias que consumen producciones en pantallas móviles.
Spotify presentó Mensajes, una nueva función que permitirá a los usuarios enviar canciones, pódcast y audiolibros directamente dentro de la aplicación. La herramienta comenzará a implementarse esta semana en mercados seleccionados y estará disponible en dispositivos móviles para mayores de 16 años con cuentas Free o Premium.
El sistema funcionará mediante conversaciones individuales con opciones de texto y emojis. Solo se podrá interactuar con contactos previos en listas colaborativas, Blends, Jams o planes familiares.
Las conversaciones estarán cifradas y contarán con controles de seguridad. Spotify confirmó que la función llegará a más territorios en los próximos meses.
Netflix transmitirá en exclusiva en Japón el Clásico Mundial de Béisbol 2026, tras un acuerdo con World Baseball Classic Inc., conformada por la MLB y su Asociación de Jugadores.
Será la primera vez que la plataforma ofrezca en el país la cobertura en vivo del torneo. Los suscriptores podrán seguir los 47 partidos en directo y bajo demanda, incluida la participación de Japón, campeón en 2023.
El certamen se jugará del 5 al 26 de marzo en Tokio, San Juan, Houston y Miami, con 20 selecciones nacionales y figuras de Grandes Ligas. Próximamente se anunciarán más detalles de programación.
Searchlight Pictures presentó el primer tráiler de Is This Thing On, la nueva película dirigida por Bradley Cooper, que llegará con un estreno limitado a cines el 19 de diciembre.
La historia sigue a Alex, interpretado por Will Arnett, un comediante en Nueva York que enfrenta la mediana edad y un divorcio, mientras Tess, papel de Laura Dern, lidia con decisiones familiares y la crianza compartida.
El guion fue escrito por Cooper junto a Arnett y Mark Chappell. El elenco incluye a Arnett, Dern, Andra Day, Amy Sedaris, Sean Hayes, Ciarán Hinds y Cooper, también productor de la cinta.