París 2024: el triunfo absoluto de YouTube como la nueva televisión
Storybakers:
YouTube se ha llevado el oro olímpico.
En Latinoamérica no tuvo competidor.
Se convirtió en la plataforma por excelencia para seguir los Juegos Olímpicos.
Demostró que su algoritmo y su capacidad de descubrimiento social pueden mucho más que la televisión convencional aún trasladándose al streaming.
Durante París 2024, la gente no habló de la transmisión de Televisa en México.
No hubo mayor mención para la transmisión de los Juegos Olímpicos a través de Vix.
Y cuando los hubo fue más para criticar el nivel de la cobertura antes que para destacar algo.
Para ClaroSports se trató de un nuevo gran triunfo.
Fueron ellos los responsables de priorizar el deporte antes que el entretenimiento.
Fueron ellos los que tuvieron el acierto de entregar a Alberto Lati la conducción de la Ceremonia Inaugural y de Clausura de los Juegos Olímpicos.
Y fueron ellos, a final de cuentas, los que abrieron la puerta a que sus derechos de transmisión explotaran una vez más a través de YouTube.
Pero es YouTube el que ha dejado claro que ha tomado la estafeta como la nueva televisión.
Es una televisión accesible y atractiva para todos.
Desde niños que han sido cautivados por Cocomelon hasta boomers que encuentran a quienes antes protagonizaban los noticieros estelares de la televisión conduciendo shows en vivo a través de YouTube.
La de los Juegos Olímpicos ha sido la más contundente demostración de los tiempos que vivimos como espectadores.
Esos que quieren consumir el deporte que les interesa en el momento en que ocurre.
Para ello, YouTube destinó 10 canales simultáneos con distintas disciplinas olímpicas.
Esos que buscan el highlight exacto sin tener que destinar mucho tiempo esperando a que se le presente.
Para ello, YouTube y ClaroSports generaron más de dos mil clips para que la audiencia pudiera revivir los momentos clave de París 2024.
El impacto de la transmisión de los Juegos Olímpicos a través de YouTube deja de manifiesto que es ya una torpeza adquirir derechos de transmisión sin incluir digital.
En México, Televisa tuvo esa limitante.
Y ahí radicó la irrelevancia mediática de su cobertura frente a la de ClaroSports.
Si careces de derechos de transmisión digitales, la relevancia cultural se va hacia otro lado.
De Televisa en estos Juegos Olímpicos no se recordará nada dado que estuvo condenado a la intrascendencia al no tener derechos digitales.
El predicamento para la televisión más allá de los olímpicos es mayúsculo.
Mientras que YouTube te permite descubrir, interactuar, compartir y complementar con el consumo de otros videos, la televisión convencional, incluyendo las plataformas de streaming, se encuentran rezagadas en el consumo pasivo.
A YouTube y a ClaroSports les faltó darle significado a la conversación social.
La conversación directa con la audiencia no fue atendida de la mejor forma.
Es más, fue ignorada.
Dentro de este triunfo contundente de YouTube sobre Vix y otras plataformas de streaming, queda como área de oportunidad la máxima capitalización de YouTube con sus herramientas de interacción social.
En no tanto tiempo habrá de producirse el cambio en que la transmisión o las transmisiones estén pensadas más para digital que para la televisión.
Porque lo que tuvimos en YouTube fueron narraciones hechas para televisión amplificadas en digital.
Por cierto, no libres de momentos bochornosos como ese en que el narrador de ClaroSports aseguró que México había amarrado medalla de bronce en Taekwondo con Carlos Sansores cuando en realidad no había hecho más que empatar en puntos.
YouTube es, por mucho, la herramienta interactiva más arraigada en su uso desde televisores inteligentes.
Se le utiliza para seguir en vivo los grandes eventos deportivos.
Para ver programas de análisis.
Para consumir tutoriales o descubrir a dónde viajar.
Y hasta para escuchar música o ver/escuchar videopodcasts.
YouTube es la nueva televisión.
Lo es a nivel consumo.
Pero también a nivel generación de contenido.
Ya nos tiene a los creadores.
Ya tiene a numerosos medios digitales optando por generar una oferta de streaming.
Y cada vez más las grandes televisoras terminan por reconocer que muchas de sus oportunidades de trascender están ahí.
Si Google hoy se ve amenazado como buscador, a YouTube no se le ve quién pueda competirle.