Perplexity: del plagio a nueva fuente de ingresos para los medios
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Storybakers:
Las plataformas de inteligencia artificial son las nuevas frenemies.
Ocurría ya con ChatGPT que mientras firma acuerdos con publishers alrededor del mundo está demandada por el New York Times.
Y ocurre ahora con Perplexity.
Un motor de búsqueda de nueva generación que al tiempo que provoca la molestia de Forbes y Wired por el robo de contenido apunta a desarrollar una nueva fuente de ingresos consistente para los medios.
Perplexity se presenta como un Google mejorado a través de la inteligencia artificial.
En voz de su fundador, Perplexity aspira a ser el matrimonio perfecto entre Wikipedia y ChatGPT para terminar superando a Google.
Así describe Aravind Srinivas el racional de Perplexity para AP.
“Perplexity is like a marriage of Wikipedia and ChatGPT that can instantly answer a person’s questions without the huge cluttered mess of Google’s conventional search results”
A partir de ese argumento se defiende de las acusaciones de Forbes y de Wired de haber plagiado artículos pese a la negativa expresa por parte de dichos medios.
Menciona que su motor no se entrena con el contenido de nadie más dado que lo suyo es la agregación de contenido a partir de lo que otros motores de empresas IA generan.
Señala que lo suyo es en realidad agregación de contenido con el crédito correspondiente antes que robo de información.
Y considera que su único error es en realidad un área de oportunidad para mejorar el reconocimiento a los generadores de dicha información, que al mismo tiempo se benefician del tráfico generado desde Perplexity hacia sus sitios.
“It was accurately pointed out by Forbes that they preferred a more prominent highlighting of the source. We took that feedback immediately and updated changes that day itself. And now the sources are more prominently highlighted.”
Perplexity está lejos de ser Google.
Cuenta apenas con 85 millones de usuarios mensuales.
Cifra notoriamente menor a los 2 mil 400 millones de usuarios que utilizan el motor de búsqueda de Google.
Pero más allá de los reclamos por uso indebido de contenido, Perplexity apunta a un modelo de generación de ingresos en modalidad rev-share.
Hasta ahora no se han dado a conocer los detalles.
Pero la intención de Perplexity pasa por entregar a los medios parte de los ingresos que se generen por la exposición de publicidad a partir de las búsquedas en que estos sean protagonistas.
No importa cuántos conflictos ni disputas legales se terminen dando, jugadores como Perplexity formarán parte del ecosistema entre los medios de comunicación y los usuarios.
Durante años fue Google el que se encargó de gestionar ese delicado balance entre la síntesis de información y la derivación de tráfico hacia sitios de terceros.
En la era de la IA, esa relación será aún más complicada dado que el usuario se habituará cada vez más a saciar su necesidad sin la necesidad de múltiples clics.
Por ahora ChatGPT ha sido el más decidido en prescindir de ese paso intermedio para finalmente llegar a un medio que entregue la información completa.
Si atendemos tanto a las necesidades de los usuarios como al status de la tecnología, esa ida a una plataforma de terceros obedece y conviene únicamente a los medios.
No a los usuarios que pretenden resolver sus inquietudes en el menor tiempo posible.
No a las plataformas conversacionales que en su definición misma llevan inscrito el objetivo de resolver todo a través de una dinámica de preguntas y respuestas.
Perplexity, el nuevo enemigo en turno, como lo escriben en Semafor, ofrece para los medios un camino aún más amigable que el de ChatGPT.
Porque como mínimo se incrustan cuatro opciones de derivación de tráfico por cada búsqueda.
Y porque tras el quebradero de cabeza que representaron los reclamos de Forbes y Wired, más los que seguramente vendrán, se plantea un modelo de generación de ingresos para medios que en algo puede servir.
A los medios les tocará decidir cómo gestionar estas nuevas relaciones de frenemistad.
Como las siguen teniendo con Google y Facebook, aunque con ésta cada vez menos.
Y como deberán tenerlas con Perplexity y OpenAI aunque quisieran lo contrario.
En algo los medios pueden cantar victoria.
Esta vez las conversaciones sobre monetización están ocurriendo en etapas más tempranas.
Esta vez los medios han sacado las garras antes de ir a abrazarse de los gigantes tecnológicos.
Actúan con cautela.
Defendiendo su propiedad intelectual.
Pero es también cierto que al menos antes las tecnológicas ofrecían la generación de un tráfico inimaginable hasta entonces o un alcance viral para sus producciones de videa .
En la era de la búsqueda conversacional esas promesas no pasan más que por dinero.
No hay hasta ahora, al menos en términos de exposición de contenido, un motivo de esperanza para que el alcance de los medios vaya a más.
Corresponderá a los medios desarrollar la lealtad de su audiencia más allá de los intermediarios.
Y corresponderá a los medios sacar el máximo provecho económico de una relación que sólo así podrá ser medianamente equitativa.
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