¿Por qué la cancelación en televisión abierta no destruyó a Adrián Marcelo?
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Storybakers:
Es el mundo de los nichos.
De los medios y creadores idolatrados por algunos pero ignorados u odiados por otros.
De los medios y creadores que entienden que para triunfar no es necesario gustarle a todos.
Que, de hecho, es imposible gustarle a todos.
De los medios y creadores que se posicionan en los extremos sabiendo que de ahí saldrá la audiencia que se convertirá en una fiel comunidad.
Es la era de las definiciones.
De olvidarse del generalismo para reconocer que entre más específica y segmentada esté una marca más potencial de consolidarla.
Entre más campañas de cancelación ha sorteado, más fiel y arraigada se ha hecho la comunidad de Joe Rogan.
Cuando la colaboración entre ESPN y Barstool Sports no duró más que un episodio por la presión contra ESPN por trabajar con un medio calificado de misógino y violento, la comunidad de Barstool no hizo más que aferrarse aún más a esa marca que hoy es vista como una de las más grandes historias entre los medios de nueva generación.
A nivel político, Javier Milei, Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, por mencionar algunos, ganan popularidad entre más adversarios acumulan.
Para ellos hay números mágicos que les exigen gestionar entre su base fiel y la de los votantes que necesitan para que ellos o sus movimientos sigan vigentes.
Pero en el mundo de los creadores no existe esa limitante.
Corresponde a cada medio y creador determinar cuánta comunidad es suficiente para poder desarrollar su negocio.
En México, a partir de su controvertida participación en La Casa de los Famosos, hubo una campaña mediática y social de cancelación hacia Adrián Marcelo.
Televisa optó por evitar cualquier tipo de referencia a él tras su salida del programa.
Los patrocinadores, aún con el anuncio de su salida, sostuvieron la decisión de no pautar más en La Casa de los Famosos.
Se fueron Nestle, Domino’s Pizza, Didi, Vips, Lala y CKlass.
Se fueron casi todos.
Ya afuera del programa, una serie de marcas y operadores de centros de entretenimiento mantuvieron el “castigo” al cancelar las presentaciones que tendrían los Hermanos de Leche, dupla integrada por La Mole y Adrián Marcelo.
La cancelación a Adrián Marcelo fue producto de distintos dichos y comportamientos dentro de la emisión.
En algún punto señaló a una de las participantes de estar fingiendo y aprovechando su supuesta depresión para victimizarse.
En otro, ironizó con las acusaciones de ésta misma en su contra para asegurar que al menos en la placa de nominaciones estaba garantizado que habría una mujer menos para violentar.
Se metió también en el medio de una polémica con uno de los participantes al recomendarle que no lo volviera a nominar, porque si lo hacía sus hijos y su familia acabarían demasiado heridos ante lo que terminarían escuchando en el posicionamiento,
Las actitudes, todas, son cuestionables y dignas de análisis.
Televisa, como hizo ESPN con Barstool Sports, estaban en su derecho de determinar si lo que aportaba la marca Adrián Marcelo iba o no con lo que quería proyectar.
Los anunciantes también tenían la libertad de elegir patrocinar o no ese programa.
Lo que ha de cuestionarse es que todos corrigieran sobre la marcha.
Como si no hubieran estado conscientes de lo que aquella combinación implicaba.
Adrián Marcelo no fue en televisión nada que no hubiera sido en el día a día de su contenido.
La Casa de los Famosos se benefició de esos comportamientos hasta que la liga se estiró demasiado.
Fue con Adrián Marcelo cuando TelevisaUnivisión pudieron salir a presumir que La Casa de los Famosos era ya el fenómeno mediático más relevante de la historia.
Fue con Adrián Marcelo donde por primera vez se ha visto una campaña semejante de reproche público por parte de patrocinadores hacia lo que se estaba presentando en televisión.
Contra lo que muchos pronosticaron, Adrián Marcelo no está acabado.
Su base de seguidores creció de forma considerable.
Su nivel de awareness creció a niveles insospechados, aunque en muchos casos sea con gente que abiertamente lo odia.
Adrián Marcelo es ya una figura mediática masiva.
Una que divide como ninguna otra en México.
Pero ni esa animadversión ni el cierre de puertas de anunciantes que decidieron que era buena estrategia de marketing desvincularse de él tiene que representar el final de su marca personal.
Su comunidad sigue más fiel que nunca.
Su comunidad es más grande que en cualquier otro momento.
Él mismo lo presume en sus redes sociales.
Para Televisa y Adrián Marcelo fue, quizás, una decisión equivocada compartir el mismo espacio.
Como en su momento ESPN pretendió hacer con Barstool Sports.
A Televisa no le hizo tanto daño Adrián Marcelo como que una serie de patrocinadores salieran a exhibir su negativa a seguir promocionándose en el programa.
Es ahí donde la supervivencia de La Casa de los Famosos se ve amenazada.
Ya sea porque podrá haber patrocinadores pero difícilmente ese nivel de conversación, rating y relevancia cuando se han establecido límites.
O porque esos mismos patrocinadores que salieron a manifestarse públicamente se han encargado de provocar que haya otros tantos que se la piensen dos veces al patrocinar futuras ediciones del show.
Aunque pretenden salir limpios del conflicto, los anunciantes fueron los que convirtieron un debate legítimo respecto a que debe o no permitirse en televisión en una estrategia de marketing para salir a lavarse la cara.
Podían haberse retirado sin salir con tal vehemencia a señalar que ya no serían parte.
Podían haber hablado con Televisa para poner un ultimátum que no representara una afectación pública tan grande para el programa.
Los anunciantes sabían de qué iba La Casa de los Famosos.
Los anunciantes sabían desde antes que estaría Adrián Marcelo.
En cualquier caso, más temprano que tarde habrá una nueva temporada de La Casa de los Famosos México,
Estarán ahí nuevos patrocinadores.
O incluso los mismos pero poniéndose el mérito de haber puesto reglas claras a lo que se puede ver y a lo que no.
Para Televisa, sin duda, representará un quebradero de cabeza conseguir anunciantes de esas dimensiones.
La mayoría son empresas nacionales o transnacionales con presupuestos que para otras marcas pueden resultar difíciles de alcanzar.
Pero al final, porque así son las cancelaciones en este tiempo, habrá perdón para La Casa de los Famosos.
E incluso para Adrián Marcelo, aunque en realidad no lo necesita.
Porque mientras Televisa requiere de esas grandes bolsas de dinero, Adrián Marcelo puede vivir de los ingresos que le generan sus propios seguidores.
De sus presentaciones, de su merchandising, de los eventos adicionales que termine creandi.
Y hasta de la publicidad, aunque no sea una venta directa, que aparezca en su canal de YouTube.
Sí, habrá quienes señalen específicamente que no quieren que sus anuncios aparezcan en el canal de Adrián Marcelo.
Pero serán los menos.
Mientras tanto, centros de entretenimiento han salido a decir que ellos no pretenden censurar a nadie.
Que Adrián Marcelo y La Mole son bienvenidos a presentarse cuando quieran.
Lo mismo ocurrirá con marcas que convertirán la cancelación en una forma de posicionarse.
Como ya lo están haciendo centros de entretenimiento.
Como lo hace una comunidad antisistema que entre más críticas recibe, más se afianza.
En el mundo de los nichos una cancelación en la principal televisora abierta de México no es suficiente para derrumbar a un creador.
Un creador, a diferencia de una empresa, no vive obligado a tener que escalar su negocio.
No tiene presiones de nadie más que de sí mismo para elegir cuánto quiere percibir, cómo lo quiere generar y hasta dónde quiere llegar.
En lo que posiblemente se equivocó Adrián Marcelo fue en haber pretendido que la televisión abierta le sirviera para mostrar una faceta distinta a la que se le atribuye.
De haberlo hecho, hubiera traicionado su marca.
De haberlo hecho es altamente probable que su comunidad más fiel se hubiera decepcionado.
Advierto aquí que no defiendo ni justifico a Adrián Marcelo.
Que no comparto ni sus dichos ni sus hechos en el programa.
Pero sí aplaudo que hoy ni un grupo de marcas ni una televisora hayan tenido el poder de acabar con un creador de contenido.
Para Adrián Marcelo, la cancelación en su contra es ya un movimiento de resistencia a su favor.
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