¿Por qué Spotify compró el Clubhouse de los deportes?
12 meses después de haber nacido, Clubhouse es un commodity
Storybakers:
Muchas gracias por su respuesta a través de correo electrónico al posteo sobre insiders vs periodistas. Si ustedes tienen interés en ser parte de un curso de acceso limitado impartido por mí a ese respecto, con el paso a paso para convertirse en referentes de sus respectivas industrias, por favor contáctenme para darles más información del próximo lanzamiento de dicho programa.
También aprovecho para recordarles que los espero mañana a las 10:00 hrs. (Tiempo de México) en nuestro room en Clubhouse como parte del club de periodistas en español que hemos abierto con Almudena Ariza, creadora de Plano Corto, podcast especializado en contar historias bajo la modalidad del periodismo lento, corresponsal de guerra y con coberturas internacionales tan memorables como la que hiciera del atentado de las Torres Gemelas de Nueva York.
Si les hace falta una invitación, favor de escribirme para hacérselas llegar ya mismo.
A todos nos queda claro que los fundadores de Clubhouse tienen razones para sonreír. Un año después de haber lanzado su plataforma, son vistos como los creadores de una nueva forma de consumo a través del audio social y tienen una empresa valuada en mil millones de dólares. Pero una vez que el festejo concluye, ha de reconocerse que sobre Clubhouse hay más nubes que sol, sobre todo tras días como este 30 de marzo, en que Spotify decidió tomar un atajo para tomar por asalto el audio en vivo mediante la adquisición de Locker Room y Betty Labs, la empresa que lo creó, por una cifra cercana a los 50 millones de dólares, de acuerdo a información del Wall Street Journal.
Para entender a fondo lo que implica, aquí una serie de puntos que resumen lo que se sabe respecto al modo en que Spotify planea utilizar Locker Room en su ecosistema y el origen de esta plataforma.
-Locker Room fue lanzada en octubre de 2020 como el equivalente al Clubhouse de los deportes.
-De acuerdo a data de Crunchbase, Locker Room levantó más de 9 millones de dólares de organizaciones como el Amazon Alexa Fund, Lightspeed Venture Partners y Google, quien encabezó la ronda de inversión.
-Entre los deportistas que han abrazado la plataforma se encuentran figuras del deporte estadounidense como el jugador del Miami Heat Andre Iguodala y el guardia de los 76ers de Philadelphia Seth Curry, además de una serie de podcasters
-Con aproximadamente 19 mil instalaciones en comparación a las más de 15.6 millones de Clubhouse, queda claro que Spotify adquiere la empresa no por el alcance que ha conseguido, sino por contar con un producto que le permita acelerar su incorporación al audio en vivo
-Al momento de anunciar la adquisición, Spotify informó que sus planes consisten en realizar un rebranding de la app para que también se convierta en una herramienta de conversión en vivo enfocada ya no solo en deportes, sino también en música y cultura
-Si bien el nuevo Locker Room se mantendrá como aplicación independiente, Spotify refuerza sus intenciones de crear nuevas herramientas de interacción y monetización para podcasters, escritores, atletas, músicos y compositores para que sostengan conversaciones en vivo en modo de debate, discusiones y sesiones de Ask Me Anything.
Debo decir, no con falsa modestia, que hace unas semanas hice notar la amenaza que representaba Spotify para Clubhouse, ahora se valida. Fortalezco a continuación mi análisis:
1) Los podcasters son audiencia clave de Clubhouse, Spotify será mejor solución: a través de los distintos rooms que organicé pude comprender que el abrazo masivo a Clubhouse se producía sobre todo en aquellos creadores de contenido que encontraron en el podcast su primera ventana para construir una audiencia.
Mientras que una generación de creadores consideraba poco productivo hacer un esfuerzo adicional por ganar audiencia en Clubhouse dado que ya tenía grandes cantidades de seguidores en Twitter, por lo que terminarán abrazando Spaces, había otros que aseguraban no tener el following necesario para pensar que les iría mejor con la solución propuesta por Twitter que con Clubhouse, dado que hoy resulta más sencillo crecer en ésta, como atestigua el hecho de que los usuarios que más tiempo pasan en la plataforma contabilizan miles de decenas de seguidores.
El problema es que esa ventaja de la audiencia podcastera que no tiene suficiente presencia en Twitter se evaporará en cuanto Spotify lance un servicio semejante, lo que además estará apalancado de opciones de monetización desarrolladas por Spotify tanto en modo suscripciones como en modo publicitario.
El funnel de conversión de un podcaster que no tenía popularidad social hasta antes de iniciar su show consistía básicamente en el propio Spotify como primer canal, en Instagram como segundo y en Clubhouse como la nueva ventana. Habrá que ver si Clubhouse sigue siendo necesaria ante la posibilidad que tendrán los podcasters de entablar comunicación directa con su audiencia más fiel directamente en Spotify.
2) Las conversaciones de temas generales ocurrirán en Spaces, las de los nichos en Spotify: el siguiente argumento para hablar de Clubhouse como la nueva gran red social era la calidad de las conversaciones que se generaban ahí en contraste con lo que pudiera ofrecer Spaces.
Se decía (aún se menciona) que dada la proliferacion del discurso de odio y de la cultura de la cancelación en Twitter, Spaces nunca podría ser una ventana que replicara la confianza y comodidad con que la gente se expresa en Clubhouse.
A este respecto, además de pensar que Twitter tiene cómo resolver ese punto mediante el cruce de audiencias y el programa de suscripciones que ha lanzado, queda claro que la ventaja competitiva de Clubhouse se evapora ante la próxima incorporación de Spotify como un player del audio social.
Clubhouse busca convertirse en referente de las conversaciones de nicho. El problema es que esa segmentación está dada por la granularidad del ecosistema de podcasts de Spotify. En mi caso, por ejemplo, tengo una audiencia instalada de creadores de contenido, periodistas e inversionistas de los medios a la que podré acceder a través de Spotify. Será obligado preguntarme si tiene sentido seguir optando por Clubhouse cuando además ganar un follower en Spotify me dará mayor valor, dado que un usuario se estaría también suscribiendo a mi podcast, que el significado que tendría un follow en Clubhouse.
Spaces de Twitter será el espacio en que imperarán los rooms para grandes temas como breaking news, política y deportes. De hecho, cuando analizamos los resultados de la fase beta, es posible percatarnos del alcance de dichas conversaciones en Spaces. Spotify, por su parte, al menos en comparación a Clubhouse, tiene todo para apoderarse de las conversaciones de nicho en audio.
3) Anunciantes por concepto más que por room: la integración del audio en vivo a Spotify permite pensar que llegado el momento se ofrecerá la posibilidad de incorporar anuncios directo desde Spotify Audience Network, lo que representaría que una marca podría estar presente al comenzar, durante o al cierre de un room en Spotify, donde se permita que el anunciante elija una serie de segmentos en los que quiera participar y su campaña sea servida tanto como parte de un podcast en toda forma como a través de un room, ya sea parte de una conversación aislada o bien de la grabación de un podcast en vivo.
Para el podcaster también se incrementa la posibilidad de realizar una venta directa al simplificar el uso de plataformas. En vez de tener que evangelizar respecto al potencial de Clubhouse, para el podcaster, que en muchos casos no cuenta con un equipo de ventas propio, será más fácil unificar su discurso de venta e incluso la entrega de resultados y monitoreo de conversión directo desde Spotify que pensar en utilizar Clubhouse como un canal adicional.
4) La industria musical será la gran embajadora del audio en vivo en Clubhouse: no cuesta imaginarse el lanzamiento de un álbum seguido por una charla en vivo con el cantante del momento. Será un playlist que además incluya el resultado de esa conversación con que determinado intérprete realizó el lanzamiento de su material a través de Spotify.
Ante la influencia de la que goza Spotify a ese respecto, nada podrá hacer Clubhouse. Si Paul Davison y Rohan Seth se valieron de los iconos de Silicon Valley para ganar tracción, Spotify podría tener a Shakira, Maluma, The Weekend o J Balvin. Parece claro quién ganará.
La comoditización de Clubhouse
Para Clubhouse los problemas no terminan ahí. Si ya les he hablado de la comoditización de las plataformas, he de decir que el caso más representativo es justamente el del audio social por la forma acelerada en que ha sido adoptado por otros, lo que provoca no solo cuestionamientos respecto a quién será el ganador, sino incluso al valor que pueda tener el audio social como una aplicación independiente en contraste con un feature adicional para una aplicación existente.
De un lado Clubhouse, del otro Spotify (más allá de que Locker Room se mantendrá como app independiente) y Twitter, que planea convertirse en la súper app de los escritores. Si aquello no fuera suficiente, aquí una lista de competidores conocidos y por conocer de Clubhouse.
1) Linkedin: mientras Spotify anunciaba la adquisición de Locker Room, LinkedIn reconocía oficialmente que está próximo a iniciar la fase beta de su propia herramienta de audio social en vivo. Ya incluso TechCrunch nos permite conocer un avance de cómo se verá:
Si ya de por sí Spotify resulta un lugar adecuado para segmentar audiencias en torno a nichos particulares, Linkedin tiene mucho que decir respecto a conversaciones sobre industrias específicas, además de sobre aspectos generales relacionados a la superación personal y el desarrollo profesional.
2) Anyone: considerada una de las startups más prometedores en la categoría de medios de acuerdo a distintos fondos de inversión, esta plataforma creada por David Orlic y Alfred Malmros ofrece la posibilidad de tener conversaciones de cinco minutos a cambio de una tarifa establecida por el propio speaker. Aquí una imagen de cómo se ve el producto:
3) Quilt: el Clubhouse del bienestar. Impulsa la apertura de salas con tres categorías fundamentales: Espiritualidad y desarrollo personal, carrera y propósito; y relaciones, sexo y familia.
4) Fireside: aplicación que cuenta con inversión de Mark Cuban. Apuesta no solo por la realización de salas en vivo sino también por la integración de éstas a la publicación de un podcast, semejante a lo ofrecido por Spotify a ese respecto. La premisa tiene sentido: ¿en verdad es necesario separar una sesión en vivo del ecosistema on demand?
5) Slack: por si no fuera suficiente competencia en el sector de las conversaciones profesionales, Slack ha iniciado un programa piloto que incorpora herramientas de audio social a su ecosistema para conversaciones más informales, que no requieran de ser agendadas o de los protocolos que suelen requerirse para las reuniones. A diferencia de Clubhouse, que se limita al audio, Slack ofrecerá la opción de compartir elementos gráficos en vivo.
Además de los competidores aquí enlistados vale recordar que Discord, Telegram, Instagram a través de Live Rooms, y el propio Facebook que prepara su propia versión, cuentan con herramientas de audio social que también dinamitan la oferta de Clubhouse
Predicción: más temprano que tarde se anunciará una alianza o fusión entre Substack y Clubhouse. La hipótesis cobra aún más fuerza cuando se toma en cuenta el hecho de que Andreessen Horowitz es el principal inversionista tanto en Clubhouse como en Substack, que apenas ayer recibiera una inversión de 65 millones de dólares para alcanzar una valuación de 650 millones de dólares.