¿Puede la IA acabar con Axios?
Storybakers:
Axios está en un predicamento.
Su gran marca registrada podría ser fácilmente replicable a través del uso de la inteligencia artificial.
A Jim Vandehei y su equipo hay que reconocerles la capacidad que hasta ahora tuvieron para acuñar el concepto de la Smart Brevity.
Esa brevedad inteligente que convirtieron tanto en un estilo como en una marca registrada atípica para los medios de comunicación.
Basados en la Smart Brevity, desarrollaron un ecosistema de newsletters generales, de nicho y locales.
Llegó a tanto su posicionamiento que terminaron lanzando una herramienta B2B para impulsar la comunicación efectiva al interior de las empresas.
El de la Smart Brevity es tan buen concepto como replicable.
Desde la publicación de su libro, Smart Brevity: The Power of Saying Less With More, hubo quienes advirtieron que pretendía venderse como el hilo negro lo que en realidad no era más que un ejercicio de síntesis.
Un ejercicio de síntesis que lograron sistematizar a grado tal que lo convirtieron en sello identitario y su razón de ser.
Pero en la práctica, la Smart Brevity aunque empaquetada como invaluable propiedad intelectual no deja de ser en el fondo, como sus críticos lo aseguran, un mero ejercicio de síntesis.
Y ahí sí la inteligencia artificial puede hacer el trabajo.
Ya sea reaccionando a un prompt específico relacionado a la información de un tercero o a la síntesis que se le pueda pedir adjuntándole el texto correspondiente.
Sobre la inteligencia artificial en lo específico, Jim Vandehei mencionó lo siguiente en su mensaje anunciando el despido del 10% de la nómina de Axios.
“AI is pushing us to a technological inflection point where models can summarize news, at the same time, Facebook, X and search are faltering as reliable traffic”.
Vandehei describe el momento actual de los medios como el más desafiante de la historia.
Y tiene razón.
Si ayer escribía que escalar un medio se está convirtiendo en una misión que apenas unos cuantos pueden alcanzar, hoy he de ratificarlo.
No es sólo la tecnología amenazando el modelo de Axios.
Porque podría decirse con argumentos que el ejercicio de síntesis que desde ya hace la IA carecería del talento periodístico detrás de esa curaduría y unión de puntos que lleva al contexto especializado.
Es también la fuga de talentos.
Un periodista de renombre podría con facilidad emprender por cuenta propia dado que no tiene ningún impedimento tecnológico ni de distribución para hacerlo.
El propio Vandehei lo coloca como uno de los grandes dolores de las organizaciones de medios.
“New rivals are emerging to go after our core business and our top talent”.
Oliver Darcy, por ejemplo, ha anunciado su salida de CNN, donde durante años publicó Reliable Sources, para emprender con Status.
Una publicación que replica lo que hacía en CNN.
Ante la turbulencia de los medios, serán cada vez más los periodistas que optarán por el camino propio.
Sobre todo el talento más capacitado, ese del que Axios ha tenido y tendrá que echar mano para seguir posicionado como referente en distintos nichos.
Para Axios el quebradero de cabeza no se detendrá.
La tecnología ha pulverizado el valor diferencial de la que era su marca registrada.
Su talento clave, ese que podría representar el salto de calidad ante los competidores, vive ante la tentación del emprendimiento propio o de aceptar mejores ofertas.
Axios sigue teniendo mérito.
El problema es que la meritocracia en los medios hace tiempo que quedó en desuso.
Aunque duela como industria, es altamente probable que los tiempos de oro de Axios hayan pasado.
Y que le ocurre lo que a Vox, donde sus más grandes marcas personales optaron por ser creadores antes que por seguir vinculados a la escuela en que se formaron.