¿Qué significa el lleno de la Kings League en el Camp Nou?
¿Qué significa el lleno de la Kings League en el Camp Nou?
Y por qué los creadores sí tienen mucho que enseñarle al deporte
Storybakers:
Los creadores de la tercera edad también la rompen.
Detrás de los Silver Creators está la muestra de que no todo en digital es para los jóvenes.
De que también hay oportunidad para que los referentes de siempre se reinventen en nuevas plataformas.
Para que capitalicen sus comunidades.
Para que pasen de las plataformas tradicionales a las nuevas sin caer en la obsolescencia.
La Silver Economy tendrá que ser una de las grandes tendencias de los próximos años.
Vale la pena analizarla.
Atender de vez en cuando lo que se ha reinventado.
Dejar espacio para analizar qué hay detrás de figuras que van más allá de una plataforma y de una generación.
Aquí el nuevo episodio de Upload Inc.
La Kings League hizo historia en el Camp Nou.
Sólo así puede describirse que una liga comandada por 12 creadores reuniera a 92 mil personas que pagaron entre 15 y 300 euros para poder entrar.
La Kings League ha resultado más que un circo.
Durante tres meses ha demostrado una capacidad atípica para mantenerse en el foco de atención.
Para evitar que sus éxitos se convirtieran en simples anécdotas.
Lo del Camp Nou fue más que la presencia de Ronaldinho unas semanas atrás.
Lo de Ronaldinho fue más que la participación de Chicharito en la primera jornada.
Todo ha ido en ascenso hasta concluir con una primera parte de la historia que merece un aplauso unánime.
Se trata de un concepto que ha llevado a jugadores desconocidos a ser coreados por uno de los grandes templos del futbol mundial.
Y cuando no han sido los jugadores ha sido una streamer tras fallar un penal en el partido por el título.
Lo de Espe apapachada por el Camp Nou después de volar su disparo ha sido uno de los más grandes momentos comunitarios en torno al deporte de los últimos tiempos.
Esa misma comunión se manifiesta con el apego a un árbitro que ahora provoca nuevo tema de conversación en torno a la Kings League tras anunciar su renuncia por no haber sido considerado para alguno de los juegos definitivos.
Gerard Romero no se equivoca cuando habla de que se trata de un bombazo para los que seguimos la Kings League.
Se trata del único árbitro que fue coreado al unísono por todo el Camp Nou.
Se trata, podemos decir, del único árbitro a nivel mundial que tuvo la atención de un estadio para algo más que mandarlo al carajo.
Me tocó estar en primera fila.
Ser parte de esos 92 mil asistentes que fuimos a ver futbol sabiendo que aquello no sería exactamente futbol
Que por una vez llenaríamos el estadio para ver partidos en los que no teníamos favoritos a muerte.
Que íbamos por el equipo de Juan Guarnizo, por el de The Grefg, por el de Adri Contreras o por el que fuera, pero que al final íbamos para apoyar un concepto.
Por eso lo de Espe tuvo lamentos y apoyos antes que burlas.
Por eso Titos puede ser reverenciado aún siendo árbitro.
Por eso en la tribuna abundaban niños que iban felices a ver a sus streamers, a ver eso que parece futbol y a divertirse con sus papás.
Por eso si no encontrábamos las bufandas que buscábamos, comprábamos las de otro equipo.
Como yo hice comprando la de Pío cuando en realidad quería la de Porcinos.
Dicen los aficionados al futbol de siempre que cómo se puede considerar nuevo futbol al que tiene como highlight mediático que el Camp Nou clamara por el regreso de Messi al Barcelona.
Pero ese tipo de hechos hacen a la Kings League aún más fuerte.
La Kings League no depende sólo del juego.
No va de la calidad de sus futbolistas.
El juego es un pretexto para ver a los streamers reaccionando.
Para que la comunidad interactúe.
La Kings League hace lo que ninguna otra liga deportiva puede hacer.
Se permite meterse en la polémica del Barcelona y el arbitraje.
Lo hace con Piqué, Casillas o el Kun desde los streams de la propia Kings League.
Se permite meter ruido mediático sobre el soñado regreso de Messi desde el mismo Camp Nou con 92 mil 500 personas.
De la Kings League se habla mucho más allá de los partidos.
No es el futuro del futbol.
No es, por tanto, el nuevo futbol.
Pero sí es una nueva forma de entretenimiento que tendrá como mínimo aterrizaje en Brasil y México.
Para la edición brasileña ya han sido anunciados Ronaldinho y Neymar como presidentes.
Será complicado superar el lleno en el Camp Nou.
Será complicado mantener una dinámica de reinvención constante.
Pero la primera tarea se ha conseguido.
La Kings League tiene la atención mediática que cualquier nueva competencia deportiva envidiaría.
Tiene una base de aficionados que en su conjunto llenaron el Camp Nou.
Una base de aficionados que tuvo como resultado global en su stream del Final Four una media de espectadores de 1.3 millones en todas sus plataformas.
Un minuto de oro de 2.16 millones de personas en un stream de 7 horas de duración.
Ya quisiera algo así un equipo de bajo perfil en cualquier liga de alto nivel.
Ya quisiera algo así un jugador profesional que no es identificado como alguien de renombre.
La base está constituida.
Los equipos de la Kings League son de manera natural el verdadero segundo equipo de todos.
Abrazarlos como propios no representa en sentido alguno ir en contra de los equipos a los que ya seguimos en el futbol tradicional.
Seguirlos no exige más que cuarenta minutos a la semana.
Y para hablar sobre ellos hay contenido en grandes cantidades en redes sociales.
El éxito de la Kings League pasa por el que es hoy el éxito de los grandes streamers.
Pasa por la tendencia de reaccionar.
Porque ahí donde los creadores han de hacer sin derecho a utilizar videos o imágenes de las grandes ligas, se sirven con cuchara grande en lo que respecta al uso de jugadas y grandes momentos de la Kings League.
La conversación es igual a la relevancia cultural.
A la Kings League no le afecta que se coree el nombre de Messi en el Camp Nou antes que el de uno de sus jugadores.
Tampoco le duele que el evento termine siendo también una congregación de aficionados al Barcelona.
Lo que consigue con eso es que se hable de ella.
Que cuando no se habla de que El Barrio fue Campeón se hable de Iker diciendo que sueña con una final en el nuevo Bernabéu.
Que cuando no se habla de la salida de Titos se hable de cómo se la pasó Laporta en la final.
O de Neymar como presidente de un equipo de la Kings League en Brasil.
La Kings League ha dado en el blanco.
No será para siempre.
Dudo que lo sea.
Pero sí que durará varios años.
Sobre todo porque entre mas historia más complejo será para los presidentes/streamers mantenerse ajenos a lo que despierta la competencia deportiva.
Para la segunda edición ya habrá presidentes tocados en el ego y el orgullo.
Ibai no querrá volver a fracasar.
Tampoco TheGrefg o DJ Mariio.
El Kun sacará ese gen competitivo que hace que quiera ganar en todo.
Cuando se vuelvan a enfrentar Aniquiladores y El Barrio estará el recuerdo de lo que pasó.
Así se construyen las rivalidades deportivas.
Así se construyen las pasiones.
La Kings League, además, con el foco puesto en los dolores del deporte tradicional.
Mientras Piqué y 12 de los más grandes creadores de contenido de habla hispana se pasan horas pensando cómo entretener, la FIFA crea la Ley Anti Dibu para impedir que los penales tengan esa provocación callejera que podemos amar u odiar pero que algo le daba a un futbol cada vez más ajeno a los deseos de la gente.
Mal harían en pensar que un lleno en el Camp Nou es cosa de cualquier día y de cualquier evento.
El circo es más que eso.
Y aunque lo fuera, a veces los payasos vestidos con máscara de reyes saben algo más de entretener que los trajeados.
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sobre la trascendencia en Twitch, literal seguí 5 de las 7 horas y nunca pasaron de 1 millón de views en directo, ese minuto de oro de 2 millones no sé cuando se dio, prácticamente todo el tiempo los views estuvieron entre 800K y 900K, buenas cifras, pero en México una novela tiene un rating de 3 millones para un capítulo intrascendente, es más la Rosa de Guadalupe es vista diariamente por 2.8 millones de personas, sólo en México.
La transmisión de la final de la Kings League a nivel mundial, a nivel mundial tenía a lo máximo una media de un millón, así que si me dan oportunidad, creo que estamos haciendo más grande algo que es muy bueno, pero no tan relevante a nivel mundial como lo venden