Relevo: ¿por qué un buen concepto es un pésimo negocio para Vocento?
Relevo: ¿por qué un buen concepto es un pésimo negocio para Vocento?
La difícil realidad de los medios en que los buenos productos no garantizan la monetización esperada
Storybakers:
Otra vez un buen concepto que se convierte en un dolor de cabeza.
Otra vez un dardo que da en el blanco como producto que no encuentra cómo ser un buen negocio.
Desde sus inicios Relevo fue distinto.
El sello deportivo de Vocento en España apostó por ser una marca de nueva generación.
Por ser referente en video corto y largo.
En TikTok, en Instagram y en Twitch.
Por ser consumido en su propio portal más como una red social que como el típico medio saturado de publicidad.
La aproximación le valió elogios.
Se requería, y continúa requiriéndose, esa valentía para buscar nuevas soluciones a viejos problemas.
Relevo acertó con la humanización de su talento.
Dejó de lado la tradicional invisibilización del talento humano en los medios fundamentados en el texto para construir marca sobre los creadores de contenido que integraban su redacción.
Y sí que hubo resultados.
Muy pronto su presentador en Twitch alcanzó notoriedad como un periodista de nueva generación.
El problema, como pasa ahora en la tensa relación entre medios y creadores, es que más han tardado en posicionarlo que éste en convertirse en talento de DAZN especializado en NFL desde España.
Lo que ha decidido Diego Campoy no es una anomalía.
Es incluso comprensible.
No porque un medio te habilite un espacio público vas a permanecer ahí en señal de agradecimiento.
Pero entonces, ¿cómo puede hacer un medio para atender el apego de las audiencias por las personas antes que por los corporativos sin exponerse a esa fuga de talento?
¿Cómo la corporación puede y debe invertir cuando el resultado es tan endeble como una oferta externa que pueda llevarse a esa marca personal que para entonces resulta de valor para la empresa?
Sobre Relevo aplica también el cuestionable valor de las audiencias en redes sociales.
Aunque el modelo que impera de acumular millones de páginas vistas para saturar de banners dista de ser el adecuado, es aún una alternativa que ofrece más certezas que el éxito en las grandes plataformas.
Para efectos de negocio 750 mil seguidores en TikTok casi dos años después de haber sido lanzado significa muy poco.
A la fecha TikTok se mantiene como un grifo instantáneo de audiencia que después carece de vías de monetización que aseguren que esos números sirven de algo.
Lo mismo pasa con los recursos invertidos para alcanzar 235 mil seguidores en Twitter (X).
Los usuarios en Twitter ni generan un tráfico significativo ni representan grandes oportunidades de negocios desde la misma plataforma.
En Instagram 282 mil seguidores significan muy poco cuando Marca cuenta con 4.4 millones de seguidores y el Diario As con 1 millón de seguidores.
Pasa que la categoría de deportes está sobrepoblada.
Que si se trata de volumen ahí están las grandes cabeceras legacy con sus números que trascienden en los rankings de Comscore.
Y si se trata de trascender como una marca de nueva generación ahí están creadores que por sí solos, sin toda esa carga de costos en la que incurre un corporativo, tienen iguales o mejores números que un medio con un equipo de varias personas.
En Twitch Relevo ha bajado la cortina.
Hace meses que no prenden stream.
Y aunque lo hicieran, la economía de Twitch tiene el potencial de cambiar la vida de una persona pero difícilmente cumplirá con las expectativas de un gran grupo de medios como Vocento.
Desde aquel mayo del 2022 en que comenzaron publicaciones en redes, Relevo ha sido uno de los medios más reconocidos a nivel internacional.
WAN-IFRA le entregó el premio a Mejor Sitio de Noticias en el 2022 y a Mejor Cobertura en Video.
En los INMA Global Media Awards, Relevo fue nominado a cuatro premios: mejor nuevo producto de video, mejor uso de redes sociales, mejor nuevo producto digital y mejor innovación en la transformación de una redacción.
Fue ganador tanto en mejor nuevo producto de video como en mejor uso de redes sociales.
Todos esos premios más que merecidos.
Por el atrevimiento, por la disrupción, por la propuesta.
Y aún así Relevo está lejos de ser un éxito.
Porque ahora han echado de Vocento a su principal impulsor.
Tras trece años como consejero delegado, Luis Enríquez y Vocente han “acordado” su salida efectiva a partir del próximo 23 de abril.
Si bien esa salida se da en medio de diferencias que datan de años, los analistas coinciden en que el hueco financiero provocado por la inversión en Relevo ha sido la causa principal.
Desde su lanzamiento en 2022 ha generado 2.1 millones de euros en ingresos.
El problema es que, según reportes periodísticos, tiene un EBITDA de -6.2 millones de euros.
Desde el comienzo se habló de que Vocento estaba consciente de las pérdidas que habría en los primeros años.
Pero la paciencia se ha terminado por agotar ante una apuesta audaz que se excedió en recursos invertidos.
Los medios basados en creadores y en nuevas plataformas requieren una cocción a fuego lento que funciona más para particulares que para corporaciones.
La matemática de estos medios no cuadra con las expectativas macroeconómicas de los medios.
Es una pena dado que se tiñe de fracaso una propuesta de alto valor como Relevo.
Es una pena dado que historias como ésta mantienen anclada a la industria a un modelo disfuncional y que erosiona el valor del periodismo, pero que al menos permite la supervivencia.
Relevo fue una buena idea, un buen concepto, un buen producto.
Pero también un pésimo negocio.
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