Otra vez una batalla perdida del periodismo. Otra vez un proyecto que muere a manos de las plataformas sociales. Otra vez la frustración del storyteller que quiso hacer una plataforma que fuera para todos. Como le pasó a Circa en 2015. Como seguramente le pasará a otros. Storify dejará de existir el 16 de mayo del siguiente año.

El anuncio se hizo a través de un aviso a los usuarios. El mensaje fue el de siempre. Un agradecimiento a todos los que fueron parte, una fecha de defunción y un llamado a ir a las preguntas frecuentes para recibir más información.

Storify fue, en algún momento, una plataforma innovadora, que prometía incentivar el armado de historias a partir de la inclusión de los elementos generados por los usuarios en plataformas sociales. Era disruptivo en 2011, tanto que la revista Time lo puso entre los mejores sitios de ese año, tanto que ganó el Knight Batten a la Innovación periodística.

Pero Twitter, Facebook y las demás plataformas pronto entendieron la oportunidad que había detrás de ofrecer el embed de sus contenidos para los publishers que quisieran llevarlo. Y entonces Storify se volvió prescindible, recibió una sentencia de muerte que Adobe, como dueño de Livefyre, propietario de Storify desde 2013, decidió no postergar más.

Circa, Storify y los que vengan. Para triunfar hace falta más que una buena idea…