The Economist te invita a aprender de sus errores en desarrollo de producto
Sin caprichos es mejor. También sin asumir erróneamente lo que los usuarios quieren. El equipo de producto de The Economist ha explicado cuáles son las claves para lanzar nuevos desarrollos en esquemas convenientes de tiempo y dinero, y siempre pensando en la retención y adquisición de nuevos suscriptores.
Ante la crisis generalizada en ingresos publicitarios, The Economist puso en marcha un plan a cinco años desde el 2016. El objetivo primordial: modificar la proporción en el revenue generado por marcas interesadas en anunciantes y dinero pagado por los usuarios, lo que ha logrado con éxito al llegar a 70% de ingresos por concepto de suscripciones, aunque aún con pérdidas en el balance general de la empresa.
En lo que respecta a digital, la prioridad ha sido diseñar un sitio que despierte la curiosidad de usuarios que a partir de esa primera experiencia se conviertan eu suscriptores. La app, en cambio, es el siguiente paso. Su meta es retener suscriptores, “ayudarlos a descubrir y disfrutar el mejor periodismo en un solo lugar”.
EN UN MUNDO IDEAL, INVIERTE EN TUS PROPIAS PLATAFORMAS
No dejes todo en manos de terceros. Para Denise Law, Head of Product de The Economista, contar con plataformas propias permite establecer un mayor control de la comunicación con tus usuarios, ser menos vulnerable ante los cambios de plataformas ajenas y entender mejor las necesidades de los usuarios.
En México son contados los casos de publishers con plataformas propias. Pictoline, parte del grupo de Gustavo Guzmán, cuenta con Swarm, plataforma de listening social que le permite analizar tendencias y medir el resultado de sus contenidos. Juanfutbol, por ejemplo, ha desarrollado Frada desde hace 4 años, CMS propio que permite diseñar artículos de Long Format a través de Nemo (codename vinculado a la profundidad en que navegan los peces), armar quizzes y enviar notificaciones, entre muchas otras herramientas.
Law hace énfasis en la importancia de colocar las necesidades de los usuarios por encima de las del equipo y pone como ejemplo que mientras ellos pensaban que entregar un listado personalizado de contenidos iba a ser del agrado de la audiencia, ésta prefería la versión curada por The Economist, ya que valoraban el juicio editorial del medio.
Finalmente, llama a no excederse en la incorporación de nuevos features. Más vale poco que funcione que mucho que confunda. En su caso, para la app, sólo incluyeron como novedades de lanzamiento una selección de contenidos bajo el nombre de Daily Picks, un briefing matutino llamado The Espresso, acceso a las ediciones print y de audio y la capacidad de hacer bookmarks.