The Kardashians: el reclamo a Instagram
Y cómo con su rediseño podrían perder a las celebridades
Storybakers:
Para entender a plenitud este envío es necesario que conozcan el nuevo Instagram.
Aquí el envío en el que vienen todos los detalles.
Y aquí la invitación al Discord de Story Baker, donde ya se conversa sobre la nueva copia de Instagram y las consecuencias que le está trayendo.
Hace unos meses Elon Musk minimizó el valor de Twitter al hablar del abandono por parte de las grandes celebridades.
Habló de que la mayoría de los usuarios más seguidos en esa red o no posteaban o lo hacían con muy poca frecuencia.
Para las celebridades Twitter se ha convertido en una red de anuncios y comunicados cuando han de sumarse a alguna causa social o cuando han de protegerse de una cancelación.
De ahí en fuera, Twitter es prescindible para ellas.
Con las palabras suelen ser menos efectivas que con las imágenes.
El ambiente es más de cancelación que de idolatría.
Twitter no es un espacio para enamorar con lo visual y aspiracional.
Instagram nunca había tenido ese problema.
Dado que desde sus inicios había privilegiado la belleza estética, el estilo de vida lujoso y las vacaciones soñadas, para las celebridades era natural aterrizar y publicar ahí.
Lo mismo lo hacían con una imagen gustada millones de veces que con una Story que les llevaba a ellas o a su equipo apenas unos segundos de esfuerzo.
Instagram es la red que normalizó que a los futbolistas los viéramos más como modelos y celebridades que como deportistas.
Ahí Cristiano Ronaldo expone la gran vida que se da mientras viva el antes inimaginable escenario de no tener equipo.
También ahí las Kardashian encuentran la plataforma perfecta para estar en contacto con sus seguidores.
¿Cómo?
Compartiendo la gran vida que llevan a través de imágenes e historias que extienden la relación con su comunidad.
Instagram era cómodo para las celebridades.
Era un terreno seguro.
Libre de toxicidad en las conversaciones, superficial por naturaleza y sencillo de actualizar incluso sin un equipo de producción detrás.
Pero Instagram a lo TikTok es otro cantar.
La primera en gritarlo a los cuatro vientos ha sido Kylie Jenner.
Después lo hizo Kim Kardashian.
Entre ambas tienen 686 millones de seguidores.
Kilye con 360 millones y Kim con 326 millones.
Son la segunda y la sexta cuenta más seguidas de Instagram.
Si nos vamos al impacto familiar, las Kardashian tienen mil 400 millones de seguidores.
Y están a disgusto con lo que ha hecho la plataforma.
Como lo está la gran mayoría de usuarios que encontraba en Instagram el espacio para publicar las imágenes que pasaban el filtro de calidad y aspiracionalidad que debía proyectarse.
Si las celebridades se van, Instagram perderá uno de sus máximos activos dentro de la cultura popular.
Es posible que lo hagan si la transformación es definitiva.
Para las Kardashian TikTok no ha sido una prioridad.
Dentro de sus estándares, el alcance de las Kardashian en TikTok es bajo.
Más por decisión propia que por falta de convocatoria.
Kendall tiene 3.8 millones de seguidores con apenas 2 posteos.
Kourtney tiene 6.4 millones con 30 publicaciones.
Khloe alcanza 4 millones con 11 posteos.
Kim ni siquiera tiene una cuenta propia sino una compartida con su hija.
Y Kylie, la única que ha publicado de forma recurrente con más de 100 publicaciones llega a 44.3 millones de seguidores.
En el 2018, Kylie ya le provocó una pérdida al valor de las acciones de Snapchat por un 6.1% por un tuit en que expresaba abandonar la plataforma por el deficiente rediseño.
El valor de ese impacto fue de mil 300 millones de dólares.
Pero ahora Instagram se juega más que la valuación.
Si de verdad se trata de una serie de pruebas, como ha salido rápidamente a comentar Adam Mosseri, es una torpeza haberlo hecho con las cuentas de Kylie y de Kim Kardashian.
Y aunque Mosseri se defiende advirtiendo que la experiencia a pantalla completa irá mejorando con el tiempo, el mensaje no se modifica:
El video es y será el elemento protagónico en el nuevo Instagram.
Dentro del mismo video, Mosseri advierte que las fotografías seguirán teniendo protagonismo.
Que no se irán a ningún lado.
Pero el tema no es menor cuando se habla del contraste entre lo que representa publicar en TikTok y en Instagram.
Instagram premia la perfección, el aprecio al detalle.
TikTok incentiva el contenido imperfecto, un tanto improvisado.
TikTok, a la vez, demanda también una presencia constante del usuario frente a la cámara y el micrófono.
Es más absorbente que Instagram, donde puedes estar presente a través de imágenes que hayas almacenado hace tiempo o de Stories donde no haces más que mostrar aspectos de tu vida.
En su afán por replicar TikTok, Instagram abre la puerta a que esas celebridades que se habían mantenido ajenas a la tentación del video corto terminen abrazándolo.
Lo que estaría por verse es si llevarlos a ese terreno no provocaría que la apuesta estratégica de esas celebridades sea TikTok y no Instagram.
La premisa del consumo líquido o multiformato es clave.
El Culture & Trends Report de YouTube valida que existe disposición de los usuarios a navegar entre distintos formatos.
Aunque con foco en video, se concluye que el usuario está dispuesto a consumir tanto contenido corto como largo.
Hasta la fecha, Instagram era el que más normalizado tenía el traslado de imágenes a video y Stories.
Pero sumergir a los usuarios en una dinámica claramente pensada en video con la exposición de imágenes e historias como elementos ocasionales puede provocar que esos usos y costumbres se pierdan para quedar con una experiencia carente de diferenciación frente al resto.
Las redes, en su afán por competirle al que más brilla en el momento, están llevando a los usuarios a hacerse preguntas que antes se omitían.
Las personas ahora se preguntan para qué.
Hoy no solo cualquier mortal sino también las Kardashian se cuestionan para que seguir en Instagram si este ha decidido ser TikTok.
Las recomendaciones anti-Instagram de una familia con más de mil millones de seguidores pueden ser más efectivas que las recomendaciones hechas por el algoritmo.
Mosseri lo sabe.
Por eso ha salido a aclarar que nada es definitivo.
Salvo la nueva hegemonía del video corto.
Y entonces volvemos al punto de partida.
¿Para qué tener Instagram?
En Panmedials, los medios de la pandemia, hago un repaso a las decisiones que llevaron a los medios a su estado de crisis actual.
Propongo también un camino a seguir para salir de esa pandemia en la que nos metimos.
Adquiere aquí Panmedials, los medios de la pandemia, en versión física o digital.
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