TikTok: ¿popularidad condenada a hacer negocio en otras plataformas?
Los movimientos desesperados de TikTok por atender nuevas tendencias de interacción más humana
Storybakers:
Hoy cumplo 40 años.
Se los comparto porque mi vida no sería la misma sin la comunidad que aquí hemos creado.
Gracias a ustedes puede escribir con libertad.
Sin depender de un medio.
Sin depender de intereses de un tercero.
Sin depender de un algoritmo.
Gracias a ustedes me levanto a diario sabiendo que lo que escriba tendrá una audiencia dispuesta a leerme y escucharme.
Gracias a ustedes he confirmado que es posible crear espacios de contenido más humanos, más directos y más auténticos.
Gracias a ustedes sigo pensando que como medios y creadores podemos vivir de nuestra obra.
Y que esa obra puede ser la que queremos.
Esa por la que decidimos estudiar periodismo.
Esa con la que soñamos cuando de niños vivíamos como seguidores coberturas de las que queríamos ser parte.
Esa que configuró parte de lo que decidimos ser por el resto de nuestras vidas.
Gracias a todos los que han confiado en mí para apoyar sus proyectos.
A los que me han hecho parte de sus sueños a través de talleres, conferencias y eventos.
A los que han comprado mi libro.
A los que han decidido suscribirse para recibir a diario este newsletter.
Los 40 son motivo de conflicto existencial.
Para ser honesto, sí que he padecido la previa al segundo tiempo de la vida.
Pero también me ha servido para agradecer todo lo que tengo.
Y eso que tengo es en gran parte gracias a ustedes.
TikTok es por mucho el gran verificador de lo que trasciende a nivel cultural.
La Casa de los Famosos México no habría sido lo mismo sin los más de 27 mil millones de views que sus tres hashtags principales generaron en TikTok.
La película de Barbie no se habría convertido en la película más taquillera del año sin los 85 mil 600 millones de views en la plataforma.
O sin los más de 17 mil millones de views entre los hashtags #barbiemovie y #barbiemovies.
Es altamente probable que el juicio entre Johnny Depp y Amber Heard hubiera tenido un desenlace más equilibrado de no ser por la diferencia entre los más de 22 mil millones de views para el hashtag #justiceforjohnnydepp frente a los 222 millones de #amberheard.
Para muchos efectos TikTok es el nuevo Twitter.
Más poderoso por ser en video.
Más viral por el funcionamiento de su algoritmo.
Más aspiracional por entregar tanto protagonismo al autor de los contenidos.
Pero también, como Twitter, lleno de deficiencias para hacer negocio como creador o medio de comunicación.
Hasta la fecha TikTok no ha logrado replicar lo que funciona en otras plataformas.
Ha fracasado de forma notoria en su intento de ser YouTube.
Aunque promueve la realización de videos de hasta 10 minutos, los usos y costumbres de la plataforma apuntan en sentido contrario.
YouTube ha sido más exitoso con Shorts que TikTok apostando por el video largo.
Pero incluso ahí está abierto el debate sobre qué tan bien le ha caído a YouTube su apuesta a lo TikTok.
Reporta el Financial Times que veteranos de YouTube se cuestionan si la desaceleración en los ingresos de la plataforma está relacionada a que el video corto ha afectado el negocio publicitaria.
YouTube no ha encontrado el modelo de negocio correcto para el video corto.
Sus creadores se debaten entre la necesidad de producir Shorts para ser descubiertos por la audiencia y el negocio principal que sigue estando en el video horizontal.
Como Twitter en el caso del texto corto, TikTok no ha dado con la tecla a nivel negocio.
TikTok presenta más promesas actuales que cualquier otro como puerta de entrada.
TikTok es la puerta más obvia para alcanzar la fama e influencia detrás de la Creator Economy.
Tiene 39 mil creadores por arriba del millón de seguidores.
Más que cualquier otra.
Seis mil más que los 33 mil creadores por arriba del millón en YouTube.
Dieciséis mil más que los 23 mil creadores por arriba el millón en Instagram.
Y en mucho menos tiempo.
Pero para la mayoría de esos creadores el negocio está en YouTube o Instagram.
O incluso en Facebook, donde una audiencia relativamente abandonada en prioridades resulta un océano azul para monetizar video largo y beneficiarse con los anuncios en la plataforma.
A nivel livestreaming, TikTok no ha logrado ser Twitch.
Para los grandes creadores de contenido en vivo TikTok es una ventana secundaria en sus transmisiones.
La Kings League, por ejemplo, promueve principalmente sus transmisiones en Twitch y en YouTube.
TikTok no es sino un complemento al que no se le entrega el protagonismo que sí se le da a las otras plataformas.
A esos problemas existenciales y de monetización se suma una tendencia que ha sido atendida con mayor celeridad por Meta.
Como lo he escrito, Adam Mosseri ha reconocido que la gente pasa más tiempo enviando y leyendo mensajes directos que viendo Stories.
De ahí que Instagram impulse cada vez más los canales de difusión.
De ahí que WhatsApp esté apurando el lanzamiento de sus propios canales.
Entre las redes sociales TikTok es una excepción.
Quizás porque para la Generación Z es más un buscador que una red social.
Quizás porque el propio TikTok se considera a sí mismo una plataforma de entretenimiento antes que una red social.
La tendencia no apunta a las redes abiertas en que importa lo que todos tengan que decir.
La tendencia apunta a lo directo, a lo humano, a lo conversacional.
A ese respecto, Sara Fisher escribe en Axios sobre cómo TikTok está contratando gente apuntando en esa dirección.
TikTok, según apunta Fisher a partir de la descripción de los perfiles que busca, pretende incrementar los niveles de interacción entre los usuarios.
Los mensajes directos son el camino más obvio.
Pero a la vez uno de los más complicados dado que se trata de una plataforma en la que el following está muy poco relacionado a la cercanía directa con una persona.
Si la gráfica de intereses benefició a TikTok para efectos de ser el nuevo Google, también podría perjudicarlo para efectos de promover mayor comunicación personal entre sus usuarios.
Mientras TikTok no resuelva los dilemas de monetización para su formato principal, sus esfuerzos por conquistar otras áreas parecerán más una improvisación que un crecimiento natural.
Ya fracasó con su réplica de BeReal.
Ha fracaso también con la intrascendencia de sus propias Stories.
TikTok es en muchos sentidos el nuevo Twitter.
Aunque quizás a lo que deba aferrarse es a su rol como el nuevo Google.
Falta que lo acepte y se ponga a trabajar sobre ello.
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