TikTok: ¿qué he aprendido con 10.5 millones de Me Gusta?
TikTok: ¿qué he aprendido con 10.5 millones de Me Gusta?
Y por qué los creadores corren el riesgo de solo estar alimentando las intenciones de TikTok como buscador
Storybakers:
Este es uno de esos envíos en que me convierto en protagonista.
Reconozco que no me gusta tanto.
No me gusta porque estoy convencido que cada quien ha de recorrer el camino sin que otros le digan qué esperar.
También porque estoy cansado de quienes viven de enseñar antes que de hacer.
Y esa tendencia irá a más, muy pronto habrá gente que quiera vivir de enseñar lo que la inteligencia artificial le diga.
Ya ni siquiera el famoso viaje del héroe que te cuentan para convencerte será una producción original.
Pero lo hago porque he superado la meta que me había establecido para volver a hablar de mi viaje en TikTok.
Escribí por primera vez sobre el tema cuando llegué a los 100 mil seguidores.
Les prometí entonces que lo retomaría cuando llegara a los 250 mil.
Lo logré justo en un contexto en el que los tiktokers se vieron peor que nunca.
Fue, paradójicamente, en un evento organizado por TikTok.
Los TikTok Awards fueron un fallido evento para TikTok y una pesadilla innecesaria para sus creadores.
En plena transmisión en vivo, no supieron leer el prompter, no supieron improvisar cuando no supieron leer el prompter, no dieron mensajes sustanciosos y eran desconocidos para la mayoría.
De eso escribí hace unos días.
De eso también platiqué con César Fajardo en el más reciente episodio de Upload Inc.
Ahí nos preguntamos qué va a pasar con los tiktokers en el futuro.
Esa pregunta me lleva a mi propio recorrido como tiktoker.
Advierto antes de seguir que mientras no llegue al millón de followers me resistiré a hacer propio ese título.
Para mí hay tres generaciones de creadores en TikTok.
1.- Era rítmica:
El primer gran boom se experimenta a través de adolescentes y jóvenes no mayores de 23 años que a través de bailes y lip syncs alcanzan una popularidad que sirve como jugada maestra de TikTok para posicionarse como la nueva llave del éxito.
Esta era tiene a Charli D’Amelio como gran referente.
Ella representa un cambio generacional que la lleva incluso a construir una especie de intento familiar de convertirse en el equivalente a las Kardashian de la Generación Z.
A TikTok no le importaba que sus creadores tuvieran qué decir.
Le importaba cómo se veían, cómo se movían y lo simpáticos que pudieran ser tanto para que otros los vieran como para que otros hicieran lo mismo.
2.- Era pandémica:
A TikTok pronto le llega el momento de madurar.
De mostrar como plataforma que puede ser algo más que entretenimiento adolescente basado en la música y el ritmo.
Opta entonces por buscar llenar ese vacío de información abriendo la puerta al crecimiento acelerado de quienes decidieran crear contenido de forma consistente en torno a temáticas que antes le resultaban ajenas a la plataforma.
Se abre la puerta a las noticias, a los deportes, al entretenimiento e incluso a la política.
En esa etapa de vacío de información, estar creando contenido de forma constante tendía a ser suficiente para crecer en seguidores.
El algoritmo estaba abierto para cualquiera que hiciera lo que la plataforma necesitaba tanto por legitimidad como por negocio.
Estos creadores tienen, en su mayoría, muchos followers sin que la cantidad de likes sea determinante.
Se podía crecer, incluso, sin contenido original.
Podcasters, streamers y youtubers comenzaron a publicar extractos que rápido se convirtieron en cientos de miles de followers y, por tanto, en una sensación de éxito.
En esta era, que encaja en tiempos con el confinamiento por la pandemia, no importaba tanto la narrativa, el estilo o la profundidad.
Lo que trascendía era que estuvieras ahí.
Creando para que la plataforma llenara sus propios vacíos temáticos.
Son esos creadores, junto a los de la era rítmica, los que quedaron tan expuestos en los TikTok Awards.
Creadores con followers que se cuentan en millones que en muchos casos no son creadores versátiles ni con aptitudes para hacer presentaciones en público.
El contraste ha sido marcado frente al resultado de los streamers con los Premios Esland.
Mientras los streamers son capaces de hablar por horas y de gestionar los tiempos muertos, los tiktokers más populares no lograron tener apariciones afortunadas de dos minutos en vivo.
Confieso que, más allá de sus fragilidades, este fue el timing perfecto para conquistar la plataforma en caso de que quisieras hacer algo más que bailar.
3.- Era post-pandémica:
Es la era marcada por el factor tiempo.
Mientras los creadores de la era pandémica tenían tiempo para subir su contenido sin que hubiera competencia excesiva, la era post-pandémica sí tiene el breaking news como una de sus más grandes oportunidades de éxito y crecimiento.
A estas alturas, TikTok ya no tiene un vacío de información.
Tiene más bien una abundancia de información.
El qué (la nota o el hecho como tal) ya no es una carencia en la plataforma.
A ese ecosistema de competencia, alimentado tanto por creadores como por medios que encuentran en la maquila su más grande oportunidad de crecer a bajo costo, se suma el escaso valor que la propia plataforma le da al hecho de que alguien te siga o no.
Hoy los usuarios están más habituados que antes a confiar en que el algoritmo les acercará el contenido que quieren ver sin necesidad de tener que estar siguiendo a esos creadores.
Por un lado, los usuarios ya siguen a determinada cantidad de creadores.
Por el otro, la naturaleza misma de la plataforma hace que seguir a nuevos creadores resulte secundario y hasta cierto punto irrelevante.
Crecer en esta etapa es más complicado que en las dos anteriores.
A las complejidades mencionadas hay que sumar los deseos de TikTok de consolidarse como el gran buscador de la generación Z.
Después de que se dieran a conocer estudios en que un 60% de jóvenes de la Generación Z afirma utilizar TikTok como buscador antes que Google, TikTok ha hecho movidas estratégicas para afianzar ese hecho.
Lo que para TikTok es una oportunidad, para creadores y medios significa ruido y competencia.
En TikTok ya se libra una batalla parecida a la de los medios optimizando y creando contenidos para Google.
Para en verdad competir en esa batalla se necesita volumen y se necesita reaccionar a tiempo.
En ese sentido TikTok empieza a ser más llevadero para los medios o colectivos que para los creadores independientes.
Encuentro entonces tres formas distintas de crear contenido.
O de alcanzar la madurez como creador en tiktok.
Breaking news:
No importa tanto cómo lo digas ni con qué nivel de producción o narrativa.
Capitalizas una tendencia y dado que la audiencia tiene apetito de saber más es altamente probable que tengas relevancia en términos de views.
La contra es que es un contenido efímero.
Que unos minutos después habrá perdido valor.
Y que en realidad no resulta tan trascendente para la audiencia quién lo está contando.
2.- Contextual:
Detrás de las tendencias, ya sean a nivel general o de interés profundo para un nicho específico, hay oportunidades de elaborar análisis y opiniones en las que importa el tono, la narrativa y el estilo.
Su oportunidad de crecer no está dada tanto por el hecho en sí (ya cubierto en el breaking) sino por las emociones y conocimientos que generes con eso que estás contando.
Se requiere un trabajo más profundo en guión y en edición para que tu video destaque en medio de todo lo demás que ya se ha dicho y creado en torno al tema.
Así como es más difícil tener impacto, la cantidad de creadores que tienen la capacidad de hacer este tipo de contenido es significativamente menor.
3.- Identidad:
Este es el escenario ideal para los creadores en TikTok.
Y diría que en cualquier plataforma.
Es cuando logras que incluso en una publicación que no vuela en el algoritmo haya comentarios que muestran una identificación de tu audiencia más fiel con eso que le estás contando.
Su éxito no siempre pasa por los views aunque el hecho de ser identificable sí que puede influir en que te sigan viendo o no, sino también por la conformación de una comunidad que sirva como base para que tus videos empiecen a tener un mínimo garantizado.
En mi caso, por ejemplo, cualquier cosa por debajo de las 50 mil reproducciones puede considerarse un fracaso.
Y esa cifra se va incrementando conforme más seguidores y afinidades tengamos.
La identidad trasciende a la plataforma.
Crea códigos comunitarios que escapan al algoritmo.
Los creadores que llegan a este nivel tienen más posibilidades de trasladar a sus audiencias a otros espacios.
Por tanto tienen más posibilidades de trascender a nivel monetización.
Timeline personal desde que llegué a los 100 mil seguidores (hoy tengo 273 mil)
Julio 2022: 100 mil seguidores (escribo este post)
Ago/Sep 2022: me cuestiono qué hago invirtiendo tiempo en TikTok, paso por una especie de crisis personal que me lleva a dudar de mí y a publicar de forma muy esporádica.
Mi crecimiento se estanca.
No es sólo TikTok, es mi vida en general.
Ene 2023: mi curiosidad por la Kings League se convierte en un nicho en el que me especializo para crear contenido.
A la fecha publicaciones sobre el torneo de Gerard Piqué me han representado más de 6 millones de views desde su lanzamiento en TikTok.
Feb 2023:
Los TikTok Awards representan otro gran impulso a mi “trayectoria” como tiktoker.
Primero con un video en el que hago una reseña sobre lo mal que han ido los TikTok Awards.
Ese video, por cuestiones algorítmicas que no comprendo, no pasa de las 200 mil reproducciones.
Pero un creador que se ha “inspirado” (por no decir copiado descaradamente) mis videos sube en un 85% mi mismo guión dos horas después y alcanza los 2 millones de reproducciones.
Es hasta ahora, y por mucho su video más visto.
La gente me empieza a etiquetar para avisarme que eso ha ocurrido.
Me monto a la tiradera de beef en su contra.
Pero más allá de eso opto por darle la vuelta a ese video que había sido plagiado planteando el tema central de lo que quería comunicar.
Preguntarme si son los tiktokers los peores creadores de contenido.
Ese video alcanza hoy los 3.3 millones de views.
En TikTok, como en todos lados, abundan las imitaciones, las inspiraciones que en realidad son plagio, y la competencia, pero al final todo pasa por nuestra resiliencia para seguir contando historias y creando contenido.
Sobre el yo tiktoker sabrán cuando llegue a los 500 mil followers.
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