Ualter AI, el asistente de lectura hecho para el periodismo utilizado por el Clarín
La síntesis de la búsqueda conversacional que los medios nunca se preocuparon por resolver
Storybakers:
Hace tiempo ya que sostengo que el problema no es la IA, es el clickbait.
Que la molestia de los medios ante los chatbots pasa, en parte, porque la búsqueda conversacional extraerá la grasa de sus contenidos para quedarse con la sustancia.
Va más allá del entrenamiento debido o indebido de los modelos con contenidos de los publishers.
Aquello, como ya está ocurriendo, tendrá que encontrar un marco regulatorio que cimiente las bases.
El verdadero problema pasa porque el modelo de negocio imperante de los medios nunca privilegió las necesidades de la audiencia.
En parte porque a Google tampoco le interesó más que para sí mismo.
Google para los medios siempre prefirió que estos se atiborraran de banners mientras que como buscador, de a poco, empezó a ofrecer la sustancia de terceros.
Con los chatbots entramos de lleno a la era de la síntesis con profundización opcional.
De esa síntesis que los medios casi nunca quisieron atender.
De esa síntesis que se aleja mucho del consumo obligado hasta el final de una nota repleta de grasa para descubrir la promesa del titular que era saber en qué plataforma y a qué hora pasarán un partido.
Por eso me ha gustado cuando Julián Gallo me escribió desde Argentina para contarme de Ualter.
Un asistente de lectura desarrollado con inteligencia artificial para atender necesidades del periodismo.
Y de la experiencia del usuario frente al periodismo.
Me ha gustado porque representa un intento por trasladar al propio ecosistema de los medios lo que los chatbots ofrecen fuera de los medios.
Me ha gustado porque tanto Julián, como Marcelo Liberini y Mario García son muestras evidentes de que la innovación y la relevancia no está peleada con la experiencia ni siquiera en un mundo digital tan obsesionado con lo nuevo.
Que los años no son obsolescencia. (Perdón Julián por exhibir las canas)
Pero es que quizás la clave es esa.
Que lo nuevo no necesariamente es joven.
Lo nuevo lo puede crear cualquiera.
Sobre todo porque es a partir de referencias previas donde surgen las ideas.
Julián me comparte que Ualter tiene, por ahora, seis funciones principales.
1.- Produce un resumen del 20% de la extensión del texto original.
En el Clarín de Argentina, el primer medio en implementar Ualter, se muestra como una alternativa dentro de cada nota.
Así se ve antes de abrirlo.
Como una alternativa para quien desee ver el resumen.
Al momento de desplegarlo, Ualter despliega la síntesis así.
2.- Organiza los hechos en orden lógico o cronológico con entre 5 y 10 puntos.
3.- Extra las declaraciones textuales dentro de la nota.
4.- Extrae números, cifras y datos materiales, clasifica esos números y crea tablas de dos columnas para su visualización.
5.- Produce un índice onomástico de todas las personas e instituciones citados en una nota.
Se ve así antes de desplegar la información.
Y así cuando se decide profundizar en el contenido que refiere a un nombre en particular.
6.- FAQ: la noticia convertida en preguntas y respuestas
Hoy los chatbots ofrecen desde sus plataformas síntesis a partir de la información de terceros.
Los medios han puesto el grito en el cielo.
Lo absurdo es que, aunque fuera a través de los humanos, los medios nunca quisieron atender esa necesidad inminente.
Tan es así que en Twitter muchos incluso hoy siguen optando por el clickbait antes que por la sustancia directa.
Veamos, por ejemplo, en una aproximación humana que no requiere de la IA para evidenciar a los medios.
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¿Resultarán relevantes esas herramientas para la audiencia?
La de la síntesis quizás.
Si detrás no estuviera la limitante del modelo de negocio y la importancia del tiempo de estancia del usuario, lo más natural sería que primero se recibiera la síntesis para después abrir la puerta a profundizar más allá de lo elemental.
Como ya ocurre en los chatbots.
En cierto modo, Ualter en el Clarín funciona así.
Pero a la vez no dado que para ver la síntesis el usuario ha de desplegar de forma intencional esa alternativa.
El resto de funcionalidades son más útiles para los propios periodistas que para la audiencia.
Aunque no deja de ser un servicio agregado para los usuarios.
La IA, como lo muestra Ualter, contribuirá no sólo a la capacidad de generar contenido automatizado, sino también a generar nuevos contenidos y formatos en menor tiempo.
A veces con módulos cien por ciento responsabilidad de la IA.
Otras con esas piezas de analizas específicas que sirven como punto de partida para crear un video, un newsletter o un video explicativo a partir del FAQ desarrolado por Ualter y otros asistentes.
La hipótesis merece atención.
Frente a la IA regresará una de las grandes interrogantes que siempre persiguen a los medios.
¿Debo tener un foro de opinión y comentarios cuando ya la conversación se centra en las redes sociales?
¿Debo invertir en tecnología cuando ya otros lo hacen por mí?
¿Valdrá la pena que incorpore un chatbot o un asistente de lectura cuando la gente está usando de forma masiva ChatGPT y Bard?
La respuesta de la industria ha sido casi siempre en sentido negativo.
Yo soy de los que opina lo contrario.
De los que piensan que los comentarios y los foros de opinión son de las grandes oportunidades desperdiciadas de los medios.
Que la inversión en producto propietario vale la pena cuando no te dedicas a imitar sino a construir soluciones que tú necesitas.
Como el NYT invirtiendo en desarrollar sus propios juegos.
O como Pictoline lanzando Dilemmo.
A los medios y al periodismo, aunque no les guste, les toca aprender a ser más que historiadores.
Les toca experimentar.
Les toca pensar cómo montarse en tendencias que deriven en un mejor negocio, en una mejor experiencia para el usuario y en un incremento del valor de su propiedad intelectual.
A los medios no les conviene seguir fungiendo como cementerios de notas que caducan a cada instante.
A los medios les conviene tener la capacidad de utilizar su base de datos y sus propios contenidos para generar historias profundas, con sustancia y con cifras que al segundo estén disponibles para sus periodistas y para sus usuarios.
Para eso Ualter y la IA en lo general serán de utilidad.
A menos que los medios vuelvan a decidir lo contrario.
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