El caso a favor del periodismo post-Facebook
Y la responsabilidad social sobre volver la plataforma menos atractiva para medios innovadores
Storybakers:
Hace unas semanas hablábamos de lo invencible del texto como vehículo para transmitir ideas, conocimiento y novedades. Incluso, cuando la misma industria de los medios (en teoría su principal impulsora) empuja otros formatos que de fondo son enteramente dependientes de la capacidad de redacción de alguien más.
¿Esos vídeos tipo Playground? Son una peor experiencia que otorgar una lista en un blogpost o tuit. ¿Un pequeño documental? Requirió investigadores que plasmaron en texto el guión.
¿Historietas como las de The Oatmeal o demás imitadores? Todo comienza con un guión. ¿Infografías? Partieron de un ejercicio periodístico.
Ambos supuestos asesinos del texto, con sus limitantes de indexación y organización, son altamente efectivos (en América Latina especialmente los gráficos estáticos por las limitantes de conexión) dentro de Facebook e Instagram, lo que ha generado una explosión de creadores digitales independientes que han bebido de lo aprendido y probado por los medios en años pasados, para superarlos y tomar por asalto ambas plataformas.
Volviendo a los medios en forma: en el caso de los pocos que comprenden la web visual y multimedia, es por estrategias alejadas de lo que sus competidores más legacy realizan.
Por ejemplo, en los ámbitos de Política y Noticias observamos mes a mes -dentro de nuestro ranking con datos de Emplifi- que Político Mx y López-Doriga Digital destacan en Instagram por hablar en el formato de la plataforma: muchas Stories, no necesariamente contar notas sino hacer comunidad. y ser un poco juguetones en su comunicar.
Mientras tanto a los punteros de Facebook o Twitter (como el caso de Proceso, El Universal o Aristegui Noticias) les sigue doliendo y siendo poca prioridad Instagram (desde el número de posteos) por diversas razones que sólo conocen sus equipos de trabajo.
De cualquier modo, las dos redes sociales propiedad del equipo de Mark Zuckerberg eran famosas con medios e influencers por no repartir dinero o ganancias de la misma manera de Google, lo que ponía a Facebook/Instagram como una especie de antagonista histórico a la postura de Google con uno de los mayores motores de la Creator Economy: monetizar por YouTube.
Si bien hemos documentado que creadores como Roberto Martínez (un podcaster Top 5 en Spotify y YouTube) realmente ganan dinero dinero de Facebook vía Facebook Watch y sus ad breaks parecidos a los de YouTube, en realidad todos aquellos generadores de memes, posteos e infografías que generan engagement son mano de obra gratis que aumenta el uso de Facebook App pero no reciben ganancia alguna.
Google prácticamente impulsó la industria del publishing independiente por medio de DoubleClick y AdSense, que por bastante tiempo fue el oxígeno de los blogs y medios emergentes sin ventas directas de banners. La misma lógica ha sido la base del éxito económico exponencial para creadores en YouTube,
En Recode, Peter Kafka ha narrado cómo la reticencia de Facebook para compartir ganancias con todo tipo de creators viene no de carecer de los fondos sino de una postura ideológica que viene desde Mark Zuckerberg. ¿Con quién compartir lo generado por un ad en el NewsFeed si eres un medio de texto o imágenes.? Según Facebook es complicado y prefieren no hacerlo, a menos que sea tan obvio como un ad break en un vídeo vía Facebook Watch.
Justo en las horas que estamos editando este envío, detectamos una declaración del mencionado Roberto Martínez (en su último podcast Creativo alrededor del minuto 6) que pinta cómo es de diferente la relación de Facebook con un medio convencional, contra la que lleva con un creador compacto, independiente, no noticioso y basado en vídeo.
En dicho segmento, Roberto menciona al comediante Adrián Marcelo (también generador de vídeos virales de larga duración) que para ellos YouTube e Instagram son redes de vanidad porque ahí los consumen otros creadores o personas que quisieran emprender contenidos pero no les impacta demasiado en la cartera, mientras que la verdadera masa y quienes los hacen generar más ingresos (vía ads en clips de corta duración) están en Facebook.
¿Cuántos medios, no creadores individuales en vídeo, pueden decir eso de su relación con Facebook?
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Por qué estoy dejando Facebook
Esa es una frase que rara vez veremos mencionar a un medio digital o creador. La relación de los medios con Facebook al menos es rara, ya que si no eres un Roberto Martínez con sus 6 millones de seguidores, no tendrás cuentas económicas tan positivas con las marcas de Zuckerberg.
Es un lazo caprichoso: tampoco es que veamos cientos de medios (especialmente enfocados a texto o estáticos) dejando Facebook al 100%, sino más bien manteniéndolo de manera zombie. Una especie de hay que estar pero nunca se le puede poner tanto amor cómo a plataformas que sí dejan plata.
Por supuesto, hay excepciones respecto a monetizar el éxito en el feed de Instagram y Facebook, pero se deben a ventas directas entre creadores/medios y clientes particulares. Dicha modalidad, que carece de algún elemento tecnológico innovador, es más parecida al anunciarse en una revista que a lo que hoy entendemos como Creator Economy: suscriptores, financiamiento vía mecenas y reparto de ganancias con plataformas.
En 2016, en pleno pivot-to-video de los medios de comunicación y antes de que el mundo se desencantara con Facebook por su rol en el auge de Trump, recuerdo que Ariana Huffington declaró a la hora de dejar el HuffPost que si tuviera que empezar en dicho año de nuevo a crear un medio, lo haría en una Facebook Page.
Su declaración fue parte de una especie de avanzada donde los medios dejarían de ser sitios web para convertirse en marcas multiplataformas más definidas por conceptos editoriales y de identidad gráfica, que sitios web.
Tuvo razón, pero sólo parcialmente. Facebook resultó un pésimo socio para los medios y cómo ejemplo basta el conocer la manera en que mintió respecto al rendimiento de los contenidos en vídeo dentro de su plataforma. Para 2018 ya estaba documentado cómo el mentir a anunciantes y medios en los números de alcance en clips, mermó cientos de empleos en medios estadunidenses al forzarlos a enfocarse en vídeo.
De hecho, hay un caso hispano muy notorio de un medio deshecho por seguir los caprichos de Facebook, en una dependencia casi total a su algoritmo, y su eventual vuelta a la vida al tener una estrategia multiplataforma. Se trata de PlayGround:
A pesar de dichos antecedentes nadie está dejando Facebook con desesperación y anunciándolo, pero una tendencia en los casos más emocionantes que cubrimos sobre medios de nueva generación es que pocos creadores tienen un ánimo o ímpetu por cautivar a Facebook.
Con la clara excepción de Roberto Martínez, incluso otros top podcasters de México como Leyendas Legendarias prefieren tener como prioridad a YouTube y Spotify o bien casos emergentes y mucho más chicos se decantan por los newsletters, su propio sitio web para suscripciones, podcasts premium vendidos a un gran cliente o Twitch.
¿Se acabó la paciencia de los medios con Facebook? La data indica que sí.
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El hasta luego a Facebook por parte de medios..y audiencias que los buscaban
En un artículo reciente del NiemanLab, Joshua Benton reúne una serie de gráficas que validan nuestro postulado: el divorcio de los medios noticiosos con Facebook ya fue y las audiencias apenas nos estamos enterando en un ánimo de aquí no consumo mis noticias.
Para empezar comparte datos del Pew Research Center que originalmente estaban enfocados en lo newsy de la audiencia en Twitter pero revelan una no-tan-sorpresa: la gigantesca audiencia de Facebook decidió en millones dejar de considerar a la App como su lugar para buscar noticias. Fue un 7% menos.
Aunque Twitter perdió un 4%, su audiencia es sólo una fracción de la de Facebook y resulta casi anecdótico el cambio en comparación al 7% de Facebook.
Los únicos que crecieron en consumo noticioso fueron Twitch, TikTok y WhatsApp, que este último no deja de ser una área de Facebook con sus propios problemas graves de desinformación.
Otro gráfico recopilado por Benton muestra que el uso de redes sociales en general (que gran parte sería Facebook) para obtener noticias, ha bajado durante 2021.
Chequemos el aumento en el rubro de ‘Never’.
Estos números nos recuerdan datos del Reuters Institute que retomamos el domingo en The Muffin, respecto a la popularidad de TikTok para los usuarios más jóvenes, incluso para informarse en paralelo a entretenerse.
El riesgo
Benton reflexiona lo que a varios nos pasa por la cabeza: tal vez sea bueno que Facebook deje su preponderancia en informar a la sociedad (con un algoritmo que premia la polémica antes que la certeza) pero hay un riesgo inherente.
Sin contenido explícitamente noticioso y medios desencantados de la plataforma -ante opciones de monetización y conversación más excitantes en Twitter, productos propios y Twitch-, ¿qué pasará con los usuarios de mayor edad o aquellos no tan sofisticados cuyo internet es igual a Facebook?.
Es una asignatura pendiente en materia de responsabilidad y un reto para los medios que busquen llegar con rigor y lograr un servicio social (combatir desinformación) para las gigantescas audiencias maduras y/o aquellos no tan letrados tecnológicamente.
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¿Qué lleva a la necesaria reinvención del periodismo?
En Panmedials, los medios de la pandemia, Mauricio Cabrera explica las causas que demandan un nuevo acercamiento del periodista con la creación de contenido y en la relación constante con sus audiencias.