El New York Times convierte Cooking en prioridad
Farsantes con gloria supera a Layvtime; OLGA reestructura su parrilla de programación; PodcastOne lanza red de podcast dedicados al mundo cripto; Disney confirma secuela del live action Lilo & Stitch
Storybakers:
No se trata del breaking news.
No se trata de perseguir la noticia que otros llevarán.
No se trata de ser el más rápido por cuestión de segundos.
Se trata de ser relevante en múltiples comunidades.
De entender y atender a cada nicho con sus múltiples necesidades, deseos y oportunidades.
Una comunidad bien atendida es igual a un espacio de monetización orgánico.
El New York Times lo ha entendido desde hace tiempo.
Ha seguido un playbook que no para de revelar nuevos capítulos.
Tras haber consolidado su negocio de suscripciones a partir de su prestigio como fuente informativa, se lanzó a desarrollar NYT Games como ningún otro en el espacio mediático.
Los juegos para el NYT son un espacio de generación y retención de suscriptores.
Son también formadores de hábitos con los usuarios dedicando un tiempo específico al día para resolver los distintos desafíos que se le presentan.
En su última cifra especifica al respecto, el NYT reportó 10 millones de jugadores diarios y más de un millón de suscriptores premium para dicho producto.
El NYT es la marca periodística más grande del mundo.
Pero eso no le ha impedido convertirse en un comprador de juegos.
Como lo hiciera en su momento con la adquisición de Wordle por un millón de dólares.
Su condición de medio tampoco le ha impedido actuar como un desarrollador de juegos.
Desde el NYT se han creado Spelling Bee, Letter Boxed, Tiles, Connections, y Strands.
Una vez que consolidó su diferenciación en NYT Games, el New York Times fue a por los deportes.
Reconoció en The Athletic a una marca con un adn con suficientes similitudes como para incorporarla a su portafolio.
Al hábito de los juegos, el NYT le sumó el seguimiento apasionado que los aficionados hacen de sus distintos equipos.
En Estados Unidos, además, con el valor agregado del arraigo de los múltiples equipos profesionales y colegiales por localidad.
El 22 de mayo pasado, Axios dio a conocer que The Athletic había alcanzado los números negros.
Escribí, en su momento, lo siguiente:
Para dimensionar, The Athletic perdía alrededor de 55 millones de dólares al año cuando fue adquirido por el New York Times a comienzos del 2022 por 550 millones de dólares.
A finales del 2022, The Athletic aún perdía 36 millones de dólares, pero con pérdidas operativas significativamente menores.
Tres años después, el New York Times reporta ingresos por 47.6 millones de dólares y utilidades por 2.9 millones de dólares.
En ese playbook que parece propio del más exitoso de los equipos de la NFL, el New York Times se ha puesto como misión elevar su apuesta en NYT Cooking.
De a poco, a su archivo de más de mil 400 recetas, le ha sumado una oferta en video.
Al día de hoy, NYT Cooking cuenta con más de 1 millón de suscriptores en YouTube.
De acuerdo a The Hollywood Reporter, el sitio y la aplicación de Cooking alcanzaron 456 millones de visitas durante el 2024.
El mismo THR da cuenta del plan del NYT para llevar su oferta de cocina a otro nivel.
El mismo incluye tanto a creadores de casa como a creadores externos.
El viernes, por ejemplo, lanzó la segunda temporada de Cooking 101, un show con distintos especialistas que enseñan los básicos de la cocina.
Al momento de publicar este newsletter, el video registra más de 112 mil visualizaciones.
Durante los 8 episodios de la primera temporada, los views oscilaron entre los 1.4 millones y las 250 mil reproducciones.
Pero el NYT no se quedará ahí.
Cuenta THR que el próximo mes, NYT Cooking estrenará The Veggie, una serie inspirada en el newsletter del mismo nombre de Tanya Sichynsky.
En próximos meses, el NYT estrenará una serie específica sobre pasteles con Vaughn Vreeland.
El nuevo show también tendrá, como en el caso de The Veggie, un componente de newsletter.
Advierte el NYT que su estrategia también incluirá creadores externos.
We’re looking for really talented creators who are currently independent, who want to enter the family. And we’re also looking for people, honestly, who are really talented recipe creators, because for NYT Cooking at the end of the day, it is about the recipe. So when we look at people out there in the world, we’re looking at people who have a really sharp instinct for making amazing content, people who really know how to build community around the recipes, and people who are also creating great recipes to match.”
El playbook del NYT debe ser ejemplo.
Pero no sólo en su posicionamiento periodístico para generar suscripciones.
También en la seriedad con la que se han tomado la conquista de otros mercados.
Se entiende que al NYT lo acompaña un presupuesto inimaginable para el resto de los medios.
Pero más allá de ello, vale cuestionarse cuántas redacciones en México no se enorgullecen al asegurar que lo único que hacen es periodismo.
Que lo demás no les importa.
Que lo demás no debería tener cabida.
Que los medios se deben a la información y nada más.
El argumento económico siempre estará ahí.
No le faltará verdad a quien diga que con ese tipo de recursos sí que sería posible.
Tampoco le faltará verdad a quien diga que quizás no con esos niveles de producción, pero sí que se podrían contar historias como la del NYT hablando de los sitios en que comen los conductores de Uber en Nueva York.
Resulta sintomático que el más grande referente periodístico a nivel mundial haya tenido la humildad de atender lo que de verdad le importa a la gente.
El resto debería seguir el ejemplo.
Shots para llevar
El partido entre México y Arabia Saudita por la Copa Oro, disputado el sábado 28 de junio, tuvo dos transmisiones alternativas: Farsantes con gloria y Layvtime.
La transmisión de Farsantes con gloria, realizada por Luis García, Christian Martinoli y Jorge Campos, alcanzó más de 126 mil espectadores en vivo en YouTube, con narración sin imágenes del partido. Tras 24 horas, la emisión superó el millón de visualizaciones.
Por su parte, Layvtime, proyecto de Miguel Layún, superó los 106 mil espectadores en vivo, sumando audiencias de YouTube y Facebook. En YouTube, la transmisión registra 506 mil visitas tras 24 horas. Debido a que Layún estaba comentando para TUDN, la cobertura en Layvtime estuvo a cargo de Marc Crosas, Aldo de Nigris y Felipe Sebastián Muñoz.
Ambos formatos también estarán disponibles para la semifinal de la Copa Oro entre México y Honduras, que se jugará el miércoles 2 de julio.



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